Hoy os quiero proponer una herramienta que ayude a neutralizar los posibles efectos secundarios de un optimismo mal enfocado. Me refiero al optimismo ciego, el del avestruz, que se basa en estar felices a base de no mirar aquello que es desagradable. El problema de esta forma de entender la positividad es que lleva a frustraciones, dificulta el aprendizaje y perjudica el trabajo en equipo, ya que precisamente la forma que tiene de conseguir bienestar es a base de negar la realidad. Ser un pesimista o un criticón no es la única manera de perjudicar a un equipo de trabajo. También es un problema tener a una persona en la empresa que es incapaz de asumir responsabilidades de sus errores, o que siempre está diciendo lo bien que va todo, sin aceptar aquello que no va bien, ni querer siquiera hablar de ello. Cuando perdemos a un cliente, hay una persona en el equipo que está creando problemas, hemos reducido las ventas… o cualquier otra situación que requiera de nuestra atención, no tiene sentido ponernos a decir que no pasa nada, que todo está bien o que hay que ser positivos. Lo que os propongo son tres pasos para practicar el Pensamiento Positivo Responsable: ACEPTA. Si niegas que hay un problema, difícilmente saldrás de él ni aprenderás lo necesario para que vuelva a suceder. Repite en tu mente o incluso en voz alta lo que sucede, llamando a las cosas por su nombre. ELIGE. Si aceptas el problema pero no eliges, puedes caer en resignación, en conformarte con la situación sin buscar la mejora. Y es aquí donde puedes convertir los problemas en oportunidades de mejora, de aprendizaje y de crecimiento. Establece unos objetivos realistas y positivos que te permitan extraer algo útil de la experiencia desagradable. ACTÚA. Por mucho que aceptes la realidad y que elijas hacer algo para mejorarla, si no cumples tu plan de acción y se queda en meras intenciones, no servirá de nada y seguirás con los mismos problemas. Necesitas lanzarte a la cancha y no darle más vueltas al pasado, porque si no te perderás el presente, y no podrás crear un futuro mejor. “La motivación te pone en marcha, los hábitos te mantienen en tu camino” Jim Rohn ¿Cómo puedes aplicarlo desde ya? Pregúntate cuál es tu situación actual, incluyendo todo, sin resistirte a pensar o tener en cuenta ningún aspecto importante Decide cómo quieres enfrentarte a esta situación desde ahora mismo Sal a la cancha, ponte en marcha. Ya has pensado suficiente, ahora toca actuar y ver cambios. - RECURSO RELACIONADO:
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