El proceso contra los Jemeres Rojos
La posibilidad de llevar a juicio a los responsables del genocidio camboyano se vio obstaculizada por varios factores:
La pervivencia de una u otra forma de los Jemeres Rojos hasta 1998.
La muerte natural de su principal e histórico dirigente, Pol Pot, en 1998, sin ser llevado jamás ante un tribunal legítimo. Incluso después de abierto el proceso, en 2006 moriría Ta Mok, el sucesor legítimo de Pol Pot.
La dificultad de llevar a cabo un juicio imparcial contra los líderes de la Kampuchea Democrática, dada la progresiva absorción de sus efectivos dentro de las estructuras del Estado y la rendición pactada de sus líderes.
De los cuadros de los Jemeres Rojos, únicamente dos fueron detenidos:
Duch (Khaing Khek Iev): considerado responsable del centro de tortura de Tuol Sleng, por donde pasaron 20 000 víctimas del genocidio.
Chhit Choeun: conocido como Ta Mok y último comandante de los Jemeres Rojos. Considerado responsable directo de la masacre de 30 000 personas en Angkor Chey, llevó a cabo lucrativas relaciones con hombres de negocios tailandeses hasta su arresto en 1999. Murió en julio de 2006, a las mismas puertas de la realización del Tribunal Internacional para el Juicio a los Jemeres Rojos.
De los cuadros supervivientes que negociaron su rendición, tanto la ONU como los organismos de Derechos humanos señalan como máximos responsables a:
Ieng Sary: ministro de relaciones exteriores entre 1976 y 1978 y posteriormente comandante responsable de una región rica en madera y gemas. Amnistiado por el rey Norodom Sihanouk.
Nuon Chea: conocido como Camarada n.º 2, considerado lugarteniente de Pol Pot.
Khieu Samphan: Jefe de Estado entre 1976 y 1979 y posteriormente jefe del Gobierno rebelde, que en 1985 sucedió a su cuñado Pol Pot al frente del Jemer Rojo.
Tanto Hun Sen como el príncipe Ranaridh presionaron para que el tribunal fuese camboyano (aunque admitían la asistencia internacional) y censuraron públicamente al opositor Sam Rainsy por apoyar las tesis de la ONU de un tribunal internacional. La sospecha de la ONU y de los organismos de Derechos Humanos radicaba que la absorción por parte del sistema de los antiguos miembros de los Jemeres Rojos, si bien había facilitado la paz, imposibilitaba un juicio imparcial de los acusados de genocidio, en caso de que el tribunal tuviese un carácter nacional. Dicha sospecha se basaba en que no solo la mayoría de los miembros del Gobierno había cooperado con los Jemeres Rojos o formado parte de estos entre 1975 y 1979 (incluyendo a Hun Sen o al propio rey Sihanouk) sino que en septiembre de 1999, antiguos efectivos de la guerrilla ya desmovilizados amenazaban con una nueva guerra civil si se enjuiciaba a sus líderes. Por su parte, el abogado de Ta Mok amenazaba con la apertura de casos paralelos contra tres expresidentes estadounidenses por el apoyo prestado a los Jemeres Rojos.
El bloqueo de la situación se hace patente en febrero de 2002, cuando la ONU anuncia su retirada de las negociaciones argumentando que no confía en la neutralidad, objetividad e independencia de un tribunal camboyano. El tribunal, que fue finalmente designado el 4 de mayo de 2006, y que empezaría a operar a principios de 2007, tendría una composición mixta de miembros tanto camboyanos como extranjeros.
Finalmente, el 17 de febrero de 2009 comienzan los juicios. El primero en enfrentar los cargos de genocidios es Kaing Guek Eav, también conocido como "Duch", quien admitió en agosto del mismo año ante el tribunal haber torturado prisioneros con sus propias manos.7?8?
El 16 de noviembre de 2018 el Tribunal de Camboya condenó a cadena perpetua por un delito de genocidio a los dos últimos líderes vivos de los jemeres rojos: el “número dos” e ideólogo de la organización comunista, Nuon Chea, de 92 años, y el antiguo jefe de Estado de ese régimen, Khieu Samphan, de 87.9?
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