Río Ebro.
Los romanos comenzaron el asedio de una pequeña ciudad aliada de Cartago llamada Hibera, la más rica ciudad de aquel país.
Sin embargo, Asdrúbal Barca no cruzó el río para saquear las posesiones romanas al otro lado ni tampoco acudió en ayuda de la ciudad de Hibera, sino que optó por asediar una ciudad aliada de los romanos, Dertosa (actual Tortosa).
Comenzó la batalla de Dertosa (Tortosa).
La infantería romana contó con las legiones 5ª y 6ª romanas (unos 10.000 soldados), más otros 18.000 combatientes itálicos aliados, mientras que la caballería sumó 600 jinetes romanos y 1.800 itálicos, y, además, ambas fueron auxiliadas por un contingente de tropas hispanas compuesto por 2.000 hombres de infantería y 400 de caballería pesada.
Asdrúbal Barca tuvo 15.000 infantes libios-fenicios, 1.000 mercenarios (en su mayoría ligures procedentes de Italia) y 8.000 soldados hispanos de infantería, mientras que la caballería la formaron 450 soldados libios-fenicios, 1.200 soldados de caballería pesada hispanos y 2.300 jinetes númidas, y, además, se valió de 20 elefantes de guerra y 1.000 honderos baleares.
El peso de la lucha cayó ahora sobre las alas, pues los elefantes cartagineses ubicados en las alas cargaron contra la caballería romana itálica, sin obtener ventaja alguna, puesto que la caballería romana logró mantener la formación y los elefantes dejaron de ser relevantes durante la batalla.
La infantería cartaginesa presionó por la derecha y la infantería africana por la izquierda a la infantería romana, y lentamente ambas alas giraron para desbancar a la infantería romana por sus flancos.
Los romanos, puesto en fuga el centro de Asdrúbal Barca, obtuvieron ventaja tanto en número como en fortaleza y se mostraron superiores tanto en caballería como en infantería.
La caballería cartaginesa, desalentada por la huida de la infantería hispana, dejó de luchar contra los romanos y abandonó el campo de batalla, y ambas alas del frente cartaginés.
Los romanos consiguieron apoderarse del campamento cartaginés poco después de que Asdrúbal Barca evacuara del mismo a sus soldados a toda prisa.
El despacho del procónsul romano en Hispania, enviado al Senado romano, produjo en Roma una confortable satisfacción no tanto por la victoria sino por el fin de la marcha de Asdrúbal Barca hacia Italia, impidiendo el paso de los refuerzos deseados y esperados por Aníbal.
Italia.
Sur de Italia.
Una flota de 24 buques el Senado romano le asignó a Quinto Fulvio Flaco, el pretor urbano, para la defensa de la costa cercana a Roma. Quinto Fulvio Flaco, el pretor urbano, designó comandante de la referida legión a Tito Manlio Torcuato, que partió para Cerdeña.
Macedonia.
Desembarazándose de esa escolta romana, Jenófanes cruzó Campania y llegó al campamento de Aníbal.
Una vez terminada la guerra, toda Italia, incluyendo la propia Roma y el botín quedarían en poder de los cartagineses y de Aníbal, y sometida completamente Italia, los cartagineses irían navegando hasta Grecia y harían la guerra a cuantas naciones desease el rey, quedando en poder del reino de Filipo 5º las ciudades de tierra firme y las islas fuera de Macedonia.
Los embajadores tanto macedonios como cartagineses fueron apresados y trasladados a Roma.
Cerdeña.
El pretor, Quinto Mucio Escévola, fue destinado a Cerdeña.
Compuso un ejército de 22.000 infantes y 1.200 jinetes y atacó al enemigo.
Tras la batalla murieron 3.000 sardos.
La flota cartaginesa llegó a Cerdeña y Tito Manlio Torcuato se retiró a Carales (Cagliari).
Aquella batalla fue gloriosa y memorable por la captura del general en jefe, Asdrúbal el Calvo, y también la de Hannón y Magón, dos nobles cartagineses.
Sicilia.
El pretor, Apio Claudio Pulcro, fue enviado a Sicilia, donde ejerció su gobierno poco eficazmente.
Italia.
El Brucio.
Esta fue la única vez que Aníbal recibió refuerzos de Cartago en tierras itálicas.
Sin embargo, los locros cerraron las puertas de la ciudad a los romanos.
A la llegada del otoño fue devuelto Hannón el viejo y su ejército al Brucio.
Italia.
Campania.
El cónsul, Quinto Fabio Máximo Verrucoso Cunctator, cruzó el río Volturno y atacó ciudades campanas, cuyas guarniciones redujo.
Se ha reseñado que las fuerzas cartaginesas en Italia recibieron de Cartago el envío de 6.000 infantes, 4.000 jinetes y 20 elefantes, trasladados por Bomílcar.
Aníbal primeramente propuso al Senado de la ciudad de Nola abrir las puertas a cambio de no tomar la ciudad por la fuerza.
Al ser rechazada su propuesta rodeó la ciudad preparándose para un ataque general.
Al tercer día, viendo el procónsul, Marco Claudio Marcelo que una parte de los cartagineses salieron a forrajear, sacó a sus tropas, presentando batalla y marchando hacia el campamento cartaginés.
Aníbal mandó a llamar a los que están forrajeando mientras el resto de su ejército salió a dar batalla.
Se inició la segunda batalla de Nola.
Entonces el procónsul, Marco Claudio Marcelo, formó su línea de batalla y se enfrentó a Aníbal, que no rehusó.
Murieron más de 5.000 cartagineses, 600 fueron hechos prisioneros y se capturaron dos elefantes.
Los romanos tuvieron menos de 1.000 muertos.
Aníbal abandonó la zona y se dirigió a Apulia y acampó en la ciudad de Arpi, ordenando a Hannón el viejo que regresara al Brucio con las tropas que trajo.
África.
Asdrúbal Barca, que fue llamado por Cartago, acudió desde Hispania al norte de África para hacer levas y recomponer su diezmado ejército.
Hispania.
Cuando llegaron los suministros solicitados por el procónsul romano a Hispania, la ciudad de Iliturgi, aliada de Roma, fue atacada por los cartagineses, porque sembró un peligro inminente para la causa púnica en la Península Ibérica.
Asdrúbal, el hijo de Giscón, denominado, Asdrúbal Giscón para no confundirlo con Asdrúbal Barca, quedó al frente de las tropas cartaginesas en Hispania, secundado por Magón Barca y Aníbal, el hijo de Bomílcar.
Los nuevos refuerzos de reestructuraron en tres cuerpos de ejército al mando respectivamente de los generales cartagineses mencionados anteriormente.
Asdrúbal Giscón, atacó con los recientes refuerzos venidos de Cartago, bajo el mando de Magón Barca.
Se enfrentaron aquel día 60.000 cartagineses y cerca de 16.000 romanos.
Los romanos vencieron y, tras levantar así el sitio de Iliturgi, los ejércitos cartagineses marcharon hacia Intibilis.
Italia.
El Brucio.
Los brucios, se quejaron ante los cartagineses de que las ciudades de Rhegium (Reggio) y Locres (Locri), cuyo botín se les prometió, permanecieron intactas.
Sicilia.
Siracusa.
Triunfó en la ciudad la facción pro cartaginesa y, forzado por sus consejeros, el joven rey firmó una alianza con Cartago.
Roma.
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