Jean Baudrillard, La guerra del Golfo no ha tenido lugar
Uno tenía la idea de que la guerra era lo más real de la existencia humana, las más cruda realidad. El escenario donde se debaten las fuerza de vida, energía de la tierra, de la sangre y hasta en cierta forma del sexo. Los instantes irrebatibles de la realidad del cuerpo que busca imponerse para asegurar su existencia. Pero este escenario se ha convertido en un teatro —que ha reemplazado el campo de batalla “real” con un complejo de transmisión mediática “hiperreal”. Lo que sucede en Libia y lo que sucedió en Irak sucede fundamentalmente en los televisores y las pantallas de computadora de los ciudadanos del planeta, sin importar que más allá de estos “mapas” de la realidad haya un verdadero territorio: aquello que se concatena con una realidad global y tiene consecuencias políticas y económicas, aquello que nos (tras)toca, es lo que se proyecta en la pantalla (mental) colectiva.
Y existe todavía, acaso por un dejo de programación, la creencia de lo que vemos en las pantallas es lo que está sucediendo en las batallas. Asumimos tácitamente, por el poder del imagen, por el poder de la tautología, que lo que vemos es la realidad: ver para creer. Es nuestra naturaleza imitativa aceptar y dejar entrar lo que vemos sin cuestionarlo mucho. Pero quizás sea tiempo de darnos cuenta que nos hemos mudado ya al “desierto de lo real” y vivimos y reproducimos constantemente un simulacro.
La cadena de noticias Russia TV ha dado a conocer imágenes que sugieren que la toma de los rebeldes de la Plaza Verde de Tripoli y el arresto del hijo de Muammar Gadafi, Saif Al Islam, fueron un montaje mediático en que se falsificó esta plaza y las celebraciones —se dice que la escena fue filmada en Qatar y que omitieron palmeras y los relieves en la estructura de estuco. Si bien esta cadena cita a periodistas que están en Libia, como Lizzie Phelan, diciendo que los acontecimientos reportados por Al-Jazeera y recirculados en la mayoría de los medios masivos occidentales no sucedieron o fueron al menos groseramente exagerados, se puede argumentar que el material no es conclusivo —aunque sí genera sospechas. Lo que no se puede dudar es que la noticia extensamente difundida de que Saif Al Islam había sido capturado por los rebeldes fue totalmente falsa y clave en la avanzada de los rebeldes sobre la capital (por otra parte el domingo varios medios habían reportado que los rebeldes ya habían tomado la capital de Libia, anticipándose en un acto de profecía que busca autocumplirse a los hechos).
La información que circuló sobre la toma de la Plaza Verde y la captura del hijo de Gadafi actúo a favor de los rebeldes. El mismo primer ministro del Consejo Nacional Transitorio libio (CNT), Mahmud Yibril, aseguró que la noticia falsa de la detención de Saif al Islam “produjo ganancias políticas y militares a los rebeldes”. Al tiempo que se comunicó esa información, 11 países reconocieron al Consejo Transitorio como representantes legítimos de Libia. Una estocada maestra de desinformación.
Como se puede ver en el video de Russia Today, Saif al Islam apareció ante las cámaras refutando la información difundida y acusando a la OTAN de esgrimir una “guerra electrónica”, utilizando alta tecnología e interfiriendo en su comunicación.
La BBC también transmitió imágenes falsas —y ridículas en su caso— de una especie de celebración nacional en Libia donde se ven banderas de India.
Comentarios
Abran los ojos, despertad de una vez, no hay futuro en el Sistema.
Medios de confusión masiva.