El cadáver de una mujer de 41 años apareció en el hotel InterContinental de la ciudad alemana de Frankfurt a mediados de la pasada semana. El cuerpo, según fuentes de la policía, estaba cubierto de laceraciones y hematomas, y la víctima presentaba claras señales de haber sido sometida a un exorcismo.
Un total de cinco personas de nacionalidad surcoreana y con edades comprendidas entre los 10 y los 44 años, fueron detenidas bajo la acusación de haber participado en el ritual. Según Associated Press, las autoridades germanas hallaron el cuerpo cuando los sospechosos acudieron a un sacerdote católico, al ser ya evidente que la víctima había muerto. La dirección del hotel confirmó la existencia del suceso pero declinó hacer cualquier tipo de comentario al respecto.
Todos los arrestados tenían algún grado de parentesco con la mujer. Entre ellos se encontraba un adolescente de 15 años que tras las primeras indagaciones resultó ser el propio hijo de la víctima. "Pertenecían a una gran familia", dijo la fiscal Nadja Niesen. "Llegaron a Alemania desde Corea del Sur hace seis semanas y alquilaron una casa en Sulzbach".
Precisamente en el garaje de la vivienda que la familia había alquilado fue hallada una segunda mujer, también de 41 años, con síntomas de hipotermia y deshidratación que fue trasladada de inmediato a un hospital. Los vecinos, al parecer, llevaban días escuchando gritos y letanías a altas horas de la madrugada.
La prensa alemana tuvo acceso a parte del interrogatorio practicado a los detenidos, en el que confesaron que la mujer fue mantenida durante al menos dos horas atada a la cama mientras era golpeada en el abdomen y en el pecho. Los sospechosos también revelaron cómo llegaron a amordazar a la mujer valiéndose de una toalla y una percha para que sus gritos no alertaran a nadie, hasta que acabó muriendo por asfixia. "Según los datos recabados hasta ahora, los sospechosos sometieron a la víctima a dolor y agonía durante al menos dos horas, y sus acciones se vieron motivadas por una actitud cruel y despiadada", dijo Niesen.
Los implicados trataron de justificar su ensañamiento al sostener que la víctima estaba poseída por el diablo, aunque todavía hoy, días después de lo ocurrido, no han llegado a precisar a qué religión o secta pertenencen. La ciudad de Frankfurt, capital financiera de Alemania, pertenece a la diócesis de Limburgo. John Lorenz, comisionado de asuntos religiosos e ideológicos de la misma, condenó el acto y precisó que los exorcismos oficiales, que necesitan una autorización del obispado, se practican siempre bajo estrictas normas y condiciones de supervisión.
Más información en: http://www.navedelmisterio.com/exorcismo-mortal-en-un-hotel-de-frankfurt
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