Reflexión:
Comenzamos la reflexión de La Liturgia del día de hoy, poniéndonos en El Nombre del Padre, etc…
Queridos hermanos y hermanas:
Nuestra fe nos pide obras, en efecto, si solo vivimos de la fe, solamente viviremos haciendo oraciones y dando consuelos ¿A caso esto fue lo único que hizo El Señor Jesús? Él hizo la obra más grande que la humanidad pudo contemplar: Dar Su Vida por el rescate de muchos (Mat. 20. 28). Del mismo modo y a imitación de Cristo, nosotros que nos decimos llamar cristianos, debemos ponernos por obra.
La fe si bien es cierto es necesaria, y es más, es la virtud necesaria que tiene el hombre para que pueda lograr su conversión, y por la fe nos podemos mover a hacer obras, es por eso mismo que no podemos quedarnos en la fe, porque la fe te mueve a hacer algo. Por tanto, el que dice que tiene fe y no actúa, tiene una fe vaga, por eso dice el apóstol: «Por lo tanto, lo mismo que un cuerpo sin espíritu está muerto, también la fe sin obras está muerta.» Es decir, que de nada te sirve tu fe, si no te pones por obra, pues, serás como el ciervo malo y perezoso, ya que el que no obra está de holgazán. Así Dios te dirá en aquél día: ¿Cuáles son tus obras? ¿A quiénes ayudaste? ¿Qué hiciste por los demás? ¿Crees, pues, que en El Cielo no harás obras? O peor aun ¿Crees que si no hiciste obras en la tierra, las harás en El Cielo? Por ello, para ganar El Cielo son necesarias las obras, pues, así nos dice el Apóstol «de buena gana entregaré lo que tengo y hasta me entregaré a mí mismo, para el bien de ustedes. Si yo los amo tanto, ¿no seré amado en la misma medida? 2 Cor. 12, 15.»
Por tanto querido hermano y hermana, nos es tan preciado el sacrificio, muéstrate, pues, misericordioso con aquél que veas de holgazán y ponte por obra exhortándolo y obrando por él: en penitencia corporal y espiritual: ayuno, consejero de él y oración. Y que no te preocupe si vana fue tu tarea si ése pobre hermano no cambia, porque El Sapientísimo Dios en Su acertadísima acción otorga los dones producto de tu esfuerzo a quien tiene el corazón abierto a la gracia, así tu magnanimidad por tus obras de santidad serán siempre escuchada por Dios.
Mira pues, hermano y hermana, cuan sabia es La Iglesia Católica que nos enseña sobre las obras, y estas son:
Las Obras Corporales y Espirituales de Misericordia:
Las obras Corporales:
1-Visitar a los enfermos.
2-Dar de comer al hambriento.
3-Dar de beber al sediento.
4-Socorrer a los presos.
5-Vestir al desnudo.
6-Dar posada al forastero.
7-Enterrar a los muertos
Las obras Espirituales:
1-Enseñar al que no sabe.
2-Dar buen consejo.
3-Corregir al que está en error.
4-Perdonar las injurias.
5-Consolar al triste.
6-Sufrir con paciencia las molestias de nuestro prójimo.
7-Rogar a Dios por los vivos y por los muertos
Y así vemos, pues, hermanos cuanto hay por hacer y muchos que no quieren hacer nada de esto, o a lo mucho hacen algo de todo. Pero no está la salvación en cuanto hagas, sino, que lo que hagas: poco o mucho que se ve para otros, «realmente» se vea para Dios que te conoce y para ti lo máximo que puedas hacer, es decir, que si a otros les parece poco lo que haces, mientras tú estés consciente de que hiciste todo cuanto pudiste, que diste todo tu esfuerzo en todo momento, Dios igualmente lo sabrá, y tus obras te justificarán con tu permanente estado de gracia.
Entonces decimos que los protestantes caen en su propio error, porque si ellos están de acuerdo que con solo la fe y solo la Escritura el hombre está salvado, entonces, en cuanto a la fe, si bien dice el Apóstol: «Conscientes de que el hombre no se justifica por las obras de la ley sino sólo por la fe en Jesucristo, también nosotros hemos creído en Cristo Jesús a fin de conseguir la justificación por la fe en Cristo, y no por las obras de la ley, pues por las obras de la ley nadie será justificado.» Gal. 2, 16; pero Santiago dice que una fe sin obras está muerta.
"Obras de la ley" (Pablo) vs "obras" (Santiago). ¿Se contradicen Pablo y Santiago? No. Entonces hay que entender que ellos se refieren a dos tipos de "obras" diferentes.
"Obras" en Pablo Gal 2, 16: Pablo especifica "obras de la ley". Se refiere a las "obras de la ley" requeridas en el Antiguo Testamento, especialmente la circuncisión, que algunos judaizantes querían hacer requisito para los cristianos. Ellos pensaban que estas obras satisfacen a Dios por sí mismas y logran la salvación. Pablo confronta este error y enseña que el bautismo (por el que recibimos gratis la fe que salva) remplaza la circuncisión cf. Col. 2,11–12. Volver a depender en estas obras de la ley sería negar la gratuidad de la salvación ganada Cristo salvador. Pablo enseña que la fe salva aparte de las obras (estas obras de la ley).
Y qué pueden decir los protestantes de lo que dice hoy el Apóstol: «Tú crees que hay un solo Dios; muy bien, pero eso lo creen también los demonios, y los hace temblar.»
En otros pasajes nos exhorta La Palabra de Dios:
Por nuestras obras descansaremos en paz. Ap 14, 13.
Y los muertos fueron juzgados según lo escrito en los libros, conforme a sus obras. Ap 20,12.
Por los frutos se conocerán. Mt. 7, 17-20.
No sólo basta con proclamarlo. Cf. Mt. 7, 21-23.
Nos dará según nuestras obras. Mt. 16, 27.
Parar llegar al Reino de Dios hay que cumplir los mandamientos. Cf. Mt. 19, 16-21
Recibiremos de acuerdo a nuestras obras. II Cor. 5, 10 .
Si tienes esa duda de que porqué dice en un lado la fe salva y en otros pasajes son las obras las que salvan, es porque siempre ha sido necesaria la guía de La Iglesia a los fieles, pues, así lo hicieron los teólogos evangelistas con sus exhortaciones y San Pablo con sus cartas. Ellos nos enseñaron. Así está el primer gran ejemplo que debemos ser guiados por La Iglesia: Es el documento de Los Primeros Apóstoles: Didaché, en griego ??????, pronunciado Didajé y transcrito también como Didajé o Didaké, es el nombre más conocido de la obra de la literatura cristiana primitiva llamada en su título corto, Enseñanza de los doce apóstoles. Y, en su título largo, Enseñanza del Señor a las naciones por medio de los doce apóstoles. Que pudo ser compuesta en la segunda mitad del siglo I, acaso antes de la destrucción del templo (70 d.C.), por uno o varios autores, los «didaquistas» a partir de materiales literarios judíos y cristianos preexistentes
Hoy nos dice El Sumo Pontífice: «Es Cristo quien nos protege contra el politeísmo y todas sus desviaciones; es Cristo quien nos une «con y en» el único Dios;… es decir, que debemos estar «con» Dios: «junto» a Dios, en la fe y las obras, porque no hay otra manera de estar con Dios, es decir, siguiendo sus pasos, sus enseñanzas, Sus Sagradas Escrituras y las enseñanzas de Su Iglesia, así nos mantenemos «con» Dios, es decir, junto a Él. Pero el Papa también nos dice que debemos estar «en» Él; es decir, «en» significa «dentro de»; entonces «en» Dios significa «dentro» de Dios, y para estar dentro de Dios en el mundo, lo hacemos con el estado de gracia, y para ello es, pues, necesaria La Confesión Sacramental instituida por El Mismo Dios: Jesucristo nuestro Señor; y sumada a La Confesión, la posterior e inmediata Sagrada Comunión, donde tomando Al Mismo Cristo en La Eucaristía, nos cristificamos convirtiéndonos en otros Cristos: Alter Christus. Tal como nos manifiesta El Papa Juan Pablo II: Si San Cipriano ha dicho que el cristiano es "otro Cristo" -Christianus alter Christus-, con mayor razón se puede decir: Sacerdos alter Christus; en su documento Don y Misterio.
El bautizado es sacerdote, profeta y rey, que es lo que Cristo cumplió según las profecías del AT. Y así nos dice el Apóstol: «ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí» Gal. 2, 20.
Continúa el Papa: …Ser justo quiere decir sencillamente «estar con Cristo y en Cristo.»… Por eso la expresión "sola fide" de Lutero es cierta si no se opone la fe a la caridad, al amor. La fe es mirar a Cristo, encomendarse a Cristo, unirse a Cristo, conformarse a Cristo, a su vida… es decir, queridos hermanos y hermanas: Unirse a la vida de Cristo es ingresar, entrar en el misterio de Dios, que poco a poco nos lo revelará, y más plenamente en El Cielo.
… Y la forma, la vida de Cristo es el amor; por tanto creer es conformarse con Cristo y entrar «en» Su Amor… La manera, pues, de entrar «en» Su Amor, es imitándolo y haciendo caso de lo que Él nos diga, no lo que nosotros queramos como pequeños diocesillos que hacemos lo que nos venga en gana, típico del «católico a mi manera»…
…Por eso san Pablo en la Carta a los Gálatas, en la que sobre todo ha desarrollado su doctrina sobre la justificación, habla de la fe que obra por medio de la caridad (cfr Gal 5, 14: Porque toda la Ley está resumida plenamente en este precepto: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.). Por tanto, si tienes fe pero no te das por obra, no amas a tus hermanos, y si no amas a tus hermanos no amas a Dios, porque si amaras a Dios harías lo que Él te pide.
El error está en oponer o separar la fe y la caridad.
No vale la fe sin amor (cf. Gal. 5, 14). San Pablo pone la caridad por encima de la fe. "Aunque tuviera plenitud de fe como para trasladar montañas, si no tengo caridad, nada soy" (I Corintios 13,2,); "Ahora subsisten la fe, la esperanza y la caridad, estas tres. Pero la mayor de todas ellas es la caridad" (I Corintios 13,13).
Lutero tenía sus pasajes favoritos, rechazaba o cambiaba las partes de la Biblia que no apoyan sus creencias. Algunos ejemplos: Rom. 3, 28, la versión original en griego es: "justificado por la fe" (pistei). Lutero lo cambió a "Justificado por la fe «solamente»". Quiso quitar el libro de Santiago de la Biblia porque Santiago 2, 24, dice "no por la fe solamente".
El mismo salmista de hoy nos dice: «En su casa habrá riquezas y abundancia, / su caridad es constante, sin falta. / En las tinieblas brilla como una luz / el que es justo, clemente y compasivo.»
Pero queridos hermanos, para actuar con caridad, es necesario seguir a Dios, y para seguir a Dios es necesaria La Cruz, por ello dice El Divino Maestro: El que quiera venirse conmigo, que renuncie a sí mismo, que cargue con su cruz y entonces me siga… Dios elige la cruz para que su Hijo Jesucristo muera en ella y mediante su muerte en cruz salve al mundo. A partir de este misterioso designio de Dios (1 Cor 1,23) la cruz, en su sentido físico «cuando lo requieran las circunstancias, y siempre en sentido espiritual», se ha convertido en camino inesquivable para alcanzar la salvación (Gál 2, 19: Pero en virtud de la Ley, he muerto a la Ley, a fin de vivir para Dios. Yo estoy crucificado con Cristo.
También 6,14: Yo sólo me gloriaré en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por quien el mundo está crucificado para mí, como yo lo estoy para el mundo.
Quien quiera salvar su vida la perderá: Nos dice El Señor, pidiéndonos que entreguemos nuestras vidas al servicio de los demás, y esto lo hacemos por las obras espirituales y corporales de misericordia.
…en cambio, el que pierda su vida por Mí y por El Evangelio, la salvará. Es decir, el que trabaja por Dios y por Su Evangelio que nos pide amar a nuestros hermanos y hacer todo cuanto Dios manda, esos salvarán sus vidas.
Abrazar la cruz es requisito para resucitar con Cristo: Porque si hemos hecho una misma cosa con Él por una muerte semejante a la Suya, también lo seremos por una resurrección semejante". Rom. 6, 5.
…¿de qué le sirve a uno ganar el mundo entero, si le falta la vida?... De qué sirve hacer las cosas del mundo, todo aquello que atrae a que el alma se disipe y no cumpla con El Evangelio, con el Plan de Dios que tiene para nosotros ¿Sabes acaso cuál es El Plan que Dios te ha encomendado? Y si no ¿No es pues, sensato que lo averigües? Entonces ¿Porqué seguir en las cosas del mundo y no ser provechoso para lo que Dios te ha creado? ¿Te da vergüenza? Pide la gracia querido hermano, porque dice El Señor: quien se avergonzare de Mí y de mis palabras entre esta gente adúltera y pecadora, también el Hijo del hombre se avergonzará de él cuando venga con la gloria de su Padre.» No es amenaza, es advertencia para tomar decisiones.
Que Dios nos bendiga queridos hermanos y hermanas, y que fructifique sobreabundantemente la liturgia de hoy en nuestras vidas.
Los dejo con el mensaje de la importancia de comulgar todos los días o cuanto menos los domingos y fiestas de guardar:
El que come Mi Carne y bebe Mi Sangre,
tiene vida eterna, y Yo lo resucitaré el último día.
Dice el Señor (Jn. 6,54)
En el nombre del Padre, etc…
Comentarios
Obras de amor: con bondad y generosidad y verdad, Que hicistes por los demás?Humanismo cristiano en base al Sermón de la Montaña y obras de amor asi dia a dia eso es cristianismo y el resto es mentiras y ritos vacios, egos, vanidades y las religiones que nos inventamos, el mensaje es claro y sencillo nos falta verdad y hacerlo, la vida sigue y siempre puede ser mejor...y podríamos y debería