Hola que tal, bienvenidos a la 17ª edición de la 5ª temporada de Club de Conspiradores en radiocirculo.es, saludos de Victor Amarilla Solís, hoy estará con nosotros Rafael Gonzalo Verdugo en cita bimensual radio conspiradora, en la que nos hablará de Viktor E. Franklin neurólogo y psiquiatra austriaco, fundador de la logoterapia. Sobrevivió desde 1942 hasta 1945 en varios campos de concentración nazis, incluidos Auschwitz y Dachau. A partir de esa experiencia, escribió el libro El hombre en busca de sentido. Y también reflexionará sobre las similitudes entre diferentes religiones, todo esto con el toque humorístico que le caracteriza.
Voy a dedicar el resto de CdC a dos cantautores muy especiales y diferentes, independientes y andaluces que fallecieron hace 20 años, el 1º de ellos es Juan Antonio Castillo , cantautor cordobés, poeta y escritor de relatos. Formó parte de Pabellón psiquiátrico y en 1996 sacó un único disco en solitario como Juan Antonio Canta, precisamente se llamó Las increíbles aventuras de Juan Antonio Canta, saltó a la fama en 1996 con su canción El Rap de los 40 limones, su canción se convierte en el éxito del verano, en el cual realiza más galas que en toda su carrera; eso sí, siempre acompañado a ser posible por las coristas, a cantar eso de un limón y medio limón, lo que le agobió bastante, pues quería mostrar su estilo su derroche de imaginación y su humor inteligente, que oscilaba entre lo verbenero y el cabaret.
Se suicidó 22 de diciembre de 1996 a los 30 años de edad, por problemas de depresión, el día anterior le dijo a un amigo: "No importa si pierdes o ganas, lo importante es no perder las ganas", Juan Antonio Castillo acabó perdiendo las ganas.
Antonio Rubio , un músico curtido a base de tocar en las calles más transitadas de ciudades como Sevilla y Londres, aunque regresaría a Algeciras donde desarrollaría una corta pero intensa carrera que se vio truncada de manera prematura.
Sólo nos dejó un disco, el homónimo "An-tonio" (Edel, 1997), cargado de personalidad, intimismo, acidez y una energía que nace del amor más profundo a la música. Su sonido se acerca por momentos a Kiko Veneno -en su entonación y la cadencia flamenca- y en otros a Extremoduro -en los más cercanos al rock- pero su estilo es personal e intransferible. Su voz transmite una fuerza y un candor infeccioso que termina contagiando al oyente sin previo aviso. Javier Ruibal lo apodaría con acierto como "el punki del flamenco".
Falleció de una sobredosis de heroina unos días antes que se publicara su primer disco "An-tonio", en agosto de 1997.
Espero aportar un granito de radio para que estos cantautores tan peculiares no caigan en el olvido.
Va por Juan Antonio canta y por An-tonio, coño.
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