L E C C I Ó N 165
L165 Que mi mente no niegue el Pensar de Dios.
L165.1 1 ¿Qué es lo que hace que este mundo parezca real sino tu negación de la Verdad que se encuentra más allá de él? 2 ¿Qué otra cosa sino tus pensamientos de aflicción y de muerte ensombrecen la perfecta Felicidad y Vida eterna que Tu Padre quiere para Ti? 3 ¿Y qué podría ocultar lo que no puede ser ocultado sino la ilusión? 4 ¿Qué podría privarte de lo que realmente ya tienes sino tu decisión de no querer verlo, negando que se encuentra realmente Allá?
L165.2 5 El Pensar de Dios Te creó. 6 Y no Te ha abandonado, ni has estado nunca separado de Él ni siquiera por un instante. 7 Te pertenece. 8 Gracias a Él vives. 9 Es Tu Fuente de Vida, pues es Uno Contigo, y Todo es realmente Uno Contigo, porque Él nunca Te abandonó. 10 El Pensar de Dios te protege, cuida de ti, hace que tu lecho sea mullido y allana tu camino, al iluminar tu mente con felicidad y Amor. 11 Tanto la Eternidad como la Vida eterna brillan en tu mente porque el Pensar de Dios no te ha abandonado y todavía se encuentra en ti.
L165.3 12 ¿Quién iba a negar su seguridad, su paz, su alegría, su curación y tranquilidad de mente, así como su tranquilo descanso y apacible despertar, si sólo reconociese dónde se encuentran? 13 ¿Acaso no se prepararía de inmediato para salir a su encuentro, abandonando todo lo demás como algo
sin valor en comparación a ellos? 14 Y una vez que los hubiera encontrado, ¿no se aseguraría de que permanecieran con él y él con ellos?
L165.4 15 No niegues el Cielo. 16 Hoy será tuyo, sólo tienes que pedirlo. 17 Tampoco es necesario que percibas cuán grande es este don ni cuánto cambiará tu mente antes de que te llegue. 18 Pídelo y se te concederá. 19 La convicción viene con él. 20 Hasta que no le des la bienvenida como algo que te pertenece, seguirás en la incertidumbre. 21 Pero Dios es justo. 22 No tienes que tener certeza para recibir lo que sólo tu aceptación hará que se te otorgue.
L165.5 23 Pide con fervor. 24 No tienes que estar seguro de que lo que estás pidiendo es lo único que quieres. 25 Pero cuando lo hayas recibido, sabrás que estás en posesión del tesoro que siempre buscaste. 26 Así pues, ¿por qué otra cosa quisieras cambiarlo? 27 ¿Qué podría inducirte ahora a dejarlo desaparecer de tu extática visión? 28 Pues esta visión te prueba que has cambiado tu ceguera por los ojos videntes de Cristo: tu mente ha logrado dejar de lado la negación y aceptar el Pensar de Dios como su herencia.
L165.6 29 Y ahora las dudas son cosa del pasado, el final del viaje es seguro, y se te ha dado la salvación. 30 Ahora tienes el poder de Cristo en tu mente para que cures tal como fuiste curado. 31 Pues ahora te cuentas entre los salvadores del mundo. 32 Ahí se encuentra tu único destino y no en ninguna otra parte. 33 ¿Acaso consentiría Dios en dejar que Su Hijo permaneciese eternamente hambriento por haberse negado a sí mismo el sustento que necesita para vivir? 34 La abundancia mora en él, y la privación no puede separarlo del Amor vivificante de Dios, ni de Su casa.
L165.7 35 Practica hoy lleno de esperanza. 36 Pues tener esperanzas está ciertamente justificado. 37 Tus dudas no tienen sentido, pues Dios es algo seguro. 38 Y el pensar en Él nunca te abandona. 39 La certeza tiene necesariamente que morar en ti, puesto que eres Su anfitrión. 40 Este Curso elimina toda duda que hayas interpuesto entre Él y la certeza que tienes de Él.
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