LEY DEL MENTALISMO
La ley del mentalismo se basa en un aforismo que dice "todo es mente, el universo es una creación mental". El universo en que vivimos es una creación mental del TODO en cuya mente vivimos, nos movemos y tenemos nuestro ser.
Todo lo que existe es producto de la mente divina y toda manifestación captada o no por nuestros sentidos físicos es esencia mental. Dicen los diferentes textos bíblicos que Dios creó al hombre a su imagen y semejanza, esta semejanza o imagen divina proviene del fluido mental del cual formamos parte; es por ello, que como hijos de Dios creamos con nuestra propia mente todo lo que nos rodea en el mundo físico o en los planos de cuarta dimensión, que ha sido elaborado por la mano del hombre, o lo que elaborará en el porvenir existe desde siempre en la mente universal, donde todo lo que existe ese mente de origen superior y perfecto. De allí es traído por la mente humana a este plano físico, pero como el hombre está dotado de libre albedrío, éste le permite usar la mente para el bien para el mal. Cada pensamiento tiene forma tricolor y puede ser visto por nuestros propios ojos en el plano astral o plano psíquico; por ello se dice que la mente es la matriz del cosmos y es el pilar de quien aspira a la maestría. Por medio de ella creamos nuestro propio destino, ya que es por medio del mentalismo como la energía del cosmos actúa y nos obedece.
El temor y la duda son energías concentradas, por lo tanto se manifiestan casi que instantáneamente en el momento en el que por medio de la mente las creamos. El hombre con su mente vive creando temores: temor a perder el trabajo, temor a que le roben, temor al engaño, así como pensamientos de desgracia y preocupación. Debemos aprender a controlar nuestra mente, ya que por medio de ella construimos nuestro mundo, el cual no puede ser diferente de nuestra forma de pensar; es por ello que se dice que todo en el mundo es una apariencia, y la apariencia sólo se vive de acuerdo al pensamiento que estamos emitiendo desde nuestra mente. Podemos crear cosas buenas o malas, pero si vemos que estamos creando cosas malas podemos utilizar el mismo principio del mentalismo para cambiar la situación. Lógicamente esto no va hacer nada difícil puesto que llevamos casi toda una vida decretando "no puedo", o "mi mala memoria", o "mi mal sueldo" y muchas otras afirmaciones negativas. Con ello lo que estamos haciendo es crear y alimentar energéticamente esa condición a nivel de nuestro subconsciente, el cual ópera, muy similar a una computadora o una grabadora, la que, al ser activada en forma consciente o inconsciente se encarga de que lo creado por nosotros se manifieste y si esto lo alimentamos constantemente nosotros o por otras mentes, ya sea porque lo escuchamos, lo hablamos, o lo pensamos, o por medio de terceros que lo piensen o manifieste con respecto a nosotros, va penetrando a nuestro subconsciente y sufre un proceso de inteligenciamiento y puede quedar tan grabado que pasa a nuestras esferas mentales formando allí una auto imagen o cristalización mental que nos puede acompañar en muchas vidas; sin embargo, con una constante vigilancia de nuestra mente y el uso controlado de la misma, y por medio de la afirmación constante y consciente de aquello que anule lo negativo, podemos ir limpiando nuestro mundo mental.
Lo que nunca recordamos es que en el mundo que estamos viviendo fue creado usando casi siempre mal nuestra mente; pero ahora podemos invertir en forma consciente la condición, ya que quien comete un delito en forma consciente o inconsciente, lo cual no tiene ninguna diferencia, se condena, por lo que el delito fue cometido y el acto fue llevado a cabo. De igual manera, quien piensa algo, está creando como acto eso que piensa, porque la mente precipita; la mente es creadora, la mente lleva a cabo las cosas y además por vibración atrae hacia si lo semejante.
La acción de nuestra mente puede anularse negando lo negativo, lo cual es posible puesto que en el universo lo positivo se impone sobre lo negativo; en él existen cuatro grados positivos y tres grados negativos, complementándose así la acción séptuple con predominio de lo positivo. Por lo tanto, procuremos pensar positivamente ya que los pensamientos positivos siembran en nosotros y en nuestro subconsciente un semillero maravilloso de vibraciones luminosas, que salen de nuestros cuerpos mentales y van a tocar otras mentes estimulándolas en el sentido positivo, trayendo el éxito a nuestro mundo y a nosotros mismos. El que tiene confianza en sí mismo llegara adonde se lo propone, si busca el camino actuando inteligentemente con fe y entusiasmo.
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