Has elegido rechazar las cookies basadas en consentimiento que utilizamos principalmente para gestionar la publicidad. En adelante, para acceder a nuestra web tienes que elegir alguna de las siguientes opciones.
Premium
3,99 €/mes o 39,90 €/año
Sin publicidad y mucho más
Plus
Por 9,99 €/mes
Contenido exclusivo y sin publicidad
Si has cambiado de idea, puedes aceptar las cookies y continuar usando iVoox de forma gratuita.
Con tu consentimiento, nosotros y nuestros 813 socios usamos cookies o tecnologías similares para almacenar, acceder y procesar datos personales, como tus visitas a esta página web, las direcciones IP y los identificadores de cookies. Algunos socios no te piden consentimiento para procesar tus datos y se amparan en su legítimo interés comercial. Puedes retirar tu consentimiento u oponerte al procesamiento de datos según el interés legítimo en cualquier momento haciendo clic en ''Obtener más información'' o en la política de privacidad de esta página web.
Nosotros y nuestros socios hacemos el siguiente tratamiento de datos:
Almacenamiento y acceso a información de geolocalización con propósitos de publicidad dirigida, Almacenamiento y acceso a información de geolocalización para realizar estudios de mercado, Almacenar la información en un dispositivo y/o acceder a ella , Datos de localización geográfica precisa e identificación mediante análisis de dispositivos , Publicidad y contenido personalizados, medición de publicidad y contenido, investigación de audiencia y desarrollo de servicios , Uso de cookies técnicas o de preferencias.
Comentarios
Una vez conocidas sus atrocidades, no hubiese dudado en condenarlos a muerte, o incluso algo peor. La realidad supera a la ficción con creces :'(
Éstos sí que son monstruos de la vida real. Si se hiciese algo así en la ficción lo tacharíamos de exagerado, violencia gratuita... Increíble. ya conocía algo de la historia de los West y su abono casero de alto rendimiento, pero no con tanto detalle. Gracias, Lou.
muchísimas gracias luis! :)
Engendros como esos demuestran que los monstruos de ficción no le llegan ni a la suela de los zapatos a la Realidad.
Terrible, no se iban a acabar nunca las fechorías de este malnacido. Genial Luis.