Luis Buñuel nació en Calanda el 22 de febrero de 1900. Su padre, Leonardo Buñuel González, originario del mismo pueblo, donde tenía un negocio de ferretería y armas, había conseguido una pequeña fortuna en Cuba y en 1898, al estallar guerra hispano-estadounidense, liquidó sus negocios y volvió a su pueblo natal, donde se casó el 10 de abril de 1899 con María Portolés Cerezuela, de diecisiete años, veintiocho más joven que él,3 con la que tuvo siete hijos: Luis (1900), María (1901), Alicia (1902), Concepción (1904), Leonardo (1907), Margarita (1912) y Alfonso (1915). De todos estos destacaron Leonardo, que fue médico, pediatra y radiólogo, y Alfonso, un arquitecto y diseñador gay con inquietudes artísticas que destacó como autor de collages surrealistas.
En enero de 1929, Buñuel y Dalí, en estrecha colaboración, ultimaron el guion de un film cuyo proyecto se titularía sucesivamente El marista en la ballesta, Es peligroso asomarse al interior y, por fin, Un perro andaluz, una vez desechada la publicación con este título de su proyectado poemario surrealista. La película se comenzó a rodar el 2 de abril con un presupuesto de 25.000 pesetas aportadas por la madre de Buñuel. Se estrenó el 6 de julio en el Studio des Ursulines, un cine-club parisino, en el que alcanzó un clamoroso éxito entre la intelectualidad francesa, y permaneció en exhibición nueve meses consecutivos en el Studio 28.
A partir de la proyección de Un perro andaluz, Buñuel fue admitido de lleno en el grupo surrealista, que se reunía diariamente en el Café Cyrano para leer artículos, discutir sobre política y escribir cartas y manifiestos. Allí, Buñuel forjó amistad con Max Ernst, André Bretón, Paul Éluard, Tristan Tzara, Yves Tanguy, Magritte y Louis Aragon, entre otros.
A fines de 1929 se volvió a reunir con Dalí para escribir el guion de lo que sería más tarde La edad de oro, pero la colaboración ya no resultó tan fructífera, pues entre los dos se interpone el gran amor de Dalí, Gala Eluard. Buñuel comenzó el rodaje de la película en abril de 1930, cuando el pintor se encontraba disfrutando de unas vacaciones con Gala en Torremolinos. Cuando descubrió que Buñuel ya había acabado la película con el sustancioso mecenazgo de los Vizcondes de Noailles, que deseaban producir una de las primeras películas sonoras del cine francés, Dalí se sintió marginado del proyecto y traicionado por su amigo, lo que originó un distanciamiento entre ellos que se fue incrementando en el futuro. A pesar de aquello, felicitó a Buñuel por el largometraje, asegurando que le había parecido «una película americana». El estreno tuvo lugar el 28 de noviembre de 1930. Cinco días más tarde grupos de extrema derecha atacaron el cine donde se proyectaba y las autoridades francesas prohibieron la película y requisaron todas las copias existentes, comenzando una larga censura que duraría medio siglo, pues no sería distribuida hasta 1980 en Nueva York y un año después en París.
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