¿Se da cuenta de que su vida es rutinaria, monótona, del aburrimiento de ir a la oficina? ¿Se da cuenta de las peleas, de las crueldades, de los regaños, de la violencia, de todo lo que es el resultado de una cultura que está en completo desorden, que es su propia vida? No puede seleccionar y elegir entre ese desorden lo que cree que es orden.
Se da cuenta de que su vida está en desorden y si no tiene el interés, la pasión, la intensidad, la llama para descubrir el orden, entonces seleccionará y elegirá del desorden lo que cree que es orden. ¿Puede observarse a sí mismo con gran honestidad, sin hipocresía o ambigüedad, saber por sí mismo que su vida es desordenada, y descartar todo esto para descubrir qué es el orden? Como sabe, descartar el desorden no es tan difícil, pero lo dramatizamos, le concedemos demasiada importancia.
Sin embargo, cuando ve algo muy peligroso, un precipicio, un animal salvaje, un hombre con una pistola, de inmediato lo evita, ¿verdad? No argumenta, no duda, no trata de ganar tiempo, de inmediato actúa.
De la misma manera, si ve el peligro del desorden, surge una acción instantánea que niega por completo toda esa cultura que ha generado el desorden, que es usted mismo.
J. Krishnamurti
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07.03.2017
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