01 ary barroso y dorival cainmy - macarangalha (1954)
02 agostinho dos santos - palpito infeliz (lp 1959 o inimitável agostinho)
03 wanda sá - o ba la lá (1965)
04 marcos valle - pepino beach (1968)
05 celso murillo e seu conjunto drinque - meu balanço (1960)
06 vinicius de moraes - pela luz dos olhos teus (lp 1962 bossa nova mesmo)
07 oscar castro neves e seu conjunto - só em teus braços
08 oscar castro neves - bim bom (1960)
09 nara leâo - nega dina (lp 1965 o canto livre de nara leâo)
10 nara leâo - carcará
11 tom jobim - por causa de você
12 jose marino e seu conjunto - caravan (lp 1960 dance connosco)
13 the brazilian beatles - se você me pegar
14 luiz carlos vinhas chatanooga chu chu (1968)
15 renato e seus blue caps - nâo me digas adeus
16 roberto carlos - louco por você
17 joâo gilberto - samba da minha terra
GAROTOS DE COPACABANA
en la fiebre de la bossa nova las academias de guitarra se multiplicaban por la zona sul de
rio y en una de ellas, en la rua dias da rocha, en el corazón de copacabana, conocí a wanda sá, mauricio tapajós, edu lobo, marcos valle y otros, una nueva turma (grupo, colla, pandilla, cuadrilla ndt). era una casa de dos pisos, donde roberto menescal, samuel eliachar y otros daban clases de guitarra y principalmente donde los alumnos se encontraban para conversar y tocar. todos mis amigos tocaban mejor que yo, pero estaba feliz al estar entre ellos, oyendo, aprendiendo y soñando. muchos de los alumnos de la academia en seguida se hacían profesores: los maestros tenían las agendas hasta arriba y cada vez más garotos e garotas querían, necesitaban aprender a tocar la guitarra. edu lobo, que ya tocaba razonablemente de oído, fue a la academia para ser alumno de wanda sá, alumna de menescal, que no tenía más horarios. acabó dando clase con samuel eliachar y en poco tiempo ya había aprendido el método y tenía cuatro alumnos: pagaba las clases de samuel y le sobraba suficiente para transporte y gastos. poco después hasta yo tenía algunas alumnas. otro punto de encuentro era el “ mau cheiro “ (mal olor) un garito abierto al mar en ipanema, en la esquina con rainha elizabeth. era de la playa al bar y del bar para el mar. con la guitarra en la mano. a mucha gente le parecía cursi, pero atravesávamos orgullosos la avenida vieira souto con la guitarra en la mano. juca chaves la llevaba a la espalda, era de sâo paolo y nunca tuvo nada que ver con la bossa nova. demostrando un gran instinto, el experto juca consiguió un hit con “ presidente bossa nova “, que de bossa nova no tenía nada, era más biien una parodia del nuevo ritmo, perfecta para ambientar um retrato satírico de jk (el entonces presidente juscelino kubitschek, ndt) y sus novedades. lo que le gustaba a juca eran las modinhas (ritmo popular nacido en el siglo xvii en bahia), pero se subió al carro de la bossa, aprovechando el desconocimiento inicial, y con su éxito contribuyó a popularizar la expresión. y además, jk era realmente bossa nova.
“merecemos mejores canciones”, gruñían los fundamentalistas de la bossa y los guardianes de su pureza, devotos de la santísima trinidad - joão, tom y vinicius. nos considerábamos los apóstoles de los apóstoles. y teníamos el supremo privilegio del acceso directo a las divinidades y la gracia del testimonio. Más que una causa, vivíamos la bossa nova como una religión.
en la playa en frente del “ mau cheiro “, mejor por la tarde - algunos fanáticos tocaban y cantaban hasta bajo el sol del medio día - se formaban corros de chicas y chicos alrededor de alguien con una guitarra. para cantar bossa nova, una música que parecía haber sido creada para ser la banda sonora de las playas cariocas. inspirado por este querido bareto hice mi primera letra, para un sambita de maurício tapajós lleno de bossa: “ um chope no mau cheiro “. el título (una cañita en el mal olor) se acercaba más a bukowski y kerouac que a la bossa nova y todo el mundo pensó que no olía bien. intenté con otra, para la misma música: “amor de gente moça “, inspirado en un lp de sylvinha telles de bossa romántica que tenía este título. esta aparentemente gustó más: era una sucesión de clichés románticos de la bossa nova ( “ as flores não são flores/ são amores sem saudade / são cores feitas de felicidade...” ). como mauricio era hijo de paulo tapajós, director y productor de la radio nacional, viví la emoción de oir nuestra canción en la radio, en vivo, con un arreglo para gran orquesta de nada menos que radamés gnatalli y cantada por su esposa, nelly martins.
en esos días, aquella música de playa era llamada peyorativamente “ música de apartamento”, como si la bossa nova fuese una música restringida y cerrada, distante de la calle, a pesar de ser un gran éxito popular, que iba más allá de la clase media de copacabana. para nosotros rio (de janeiro) era la zona sul, la playa de ipanema y los bares de copacabana. y brasil era rio, são paulo y la construcción de brasilia. a través de jorge amado,
guimarães rosa e érico veríssimo conocíamos otro brasil, de ficción, exótico y atrayente, fascinante pero lejano. tanto como los poetas de la beat generation americana. todo parecía muy lejos del rio de janeiro del final de los años 50, pero la bossa nova comenzaba a aproximar a los jóvenes cariocas con los de são paulo, salvador, belo horizonte y porto alegre. la radio entraba en decadencia, el disco y la televisión comenzaban a crecer en el ambiente de libertad, modernización y entusiasmo de los años jk.
el piso de nara era un lujo. inmenso, con dos salones con cristaleras frente al mar de copacabana. se llamaba “champs elysées”, era uno de los edificios más modernos y uno de los lugares más valorados de la ciudad. ipanema era casi sólo casas y árboles y la barra da tijuca era salvaje e inaccesible. chic era la avenida atlantica. chic era la bossa nova. y el cool-jazz. y el jazz-samba. o samba-jazz. que para muchos era prácticamente la misma cosa y asunto de mucha conversa en la playa y bares de ipanema. las fiestas no paraban, pero tom y joão raramente aparecían. tenían discos grabados, eran profesionales, casados, tenían familia que alimentar, trabajaban. vivían de la música. nosotros, para la música. el rock and roll nos parecía muy bruto, con sus tres acordes primitivos, su ritmo pesado e cuadriculado y sus cantantes gritando y bailando. era la antítesis de la bossa nova y tan despreciado como el samba tradicional. era cosa de carlos imperial y jair de taumaturgo, que animaban las tardes cariocas presentando “ os brotos comandam “ y “ hoje é dia de rock “ en la televisión, con chicosy chicas danzando el nuevo ritmo y novatos haciendo traducciones de éxitos del rock americano.
“ alô, brotos, vamos a quitar la alfombra del salón ... porque hoy es día de rock ! “,
mandaba jair de taumaturgo, veterano disc-jockey de radio, animado quarentón canoso, rodeado de jóvenes en el vídeo de la tv-rio.
en casa, nos reíamos frente al televisor. sobre las alfombras suaves del piso de nara, veíamos nacer la música del futuro. fue donde vi por primera vez, tocado por luiz carlos vinhas, un piano eléctrico, novedad absoluta.
nara tenía un look diferente. parecía medio japonesa, medio india, medio existencialista francesa, tenía una voz pequeña y tímida se vestía cool y moderna, siempre con faldas bien por encima de sus futuramente célebres rodillas. nara era el prototipo de la “garota moderna”, que no quería saber del lujo y rigidez de la sociedad carioca y estaba dispuesta a quebrar tabús, trabajar, ser independiente, establecer nuevos patrones de comportamiento. y de música. encarnación de la bossa nova, más que una voz y un estilo, nara tenía principalmente lo más fascinante para el mundo del rock and roll: la actitud.
una actitud bossa nova. el rock parecía no ambientarse bien bajo el sol caliente de rio, su agresividad y sus chaquetas de cuero no combinaban con el clima relajado y cordial de la ciudad ni con su humor y simpatía. el público de imperial e jair de taumaturgo venían principalmente de la zona norte y de los barrios de las afueras. las playas de la zona sul, antes del tunel rebouças, estaban lejos y costaba llegar, con lo que eran casi privadas para los habitantes de las favelas da catacumba, del morro do pinto, el pavãozinho y la rocinha, que convivían en relativa paz y harmonía con la clase media de copacabana e ipanema, unificados por las playas y el paisaje deslumbrante. para nosotros rio no era rock, rio era bossa nova.
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