Alejandro ha muerto y Aristóteles contempla el horizonte desde la cubierta del barco que le aleja de Atenas. Vuelve ahora a su mente el recuerdo de aquella otra vez, en la que, tras la muerte de Platón, marchó de la ciudad. Entonces era un hombre joven, y aunque con dolor, marchaba con esperanzas, con ilusiones. Hoy todo es diferente, Aristóteles es consciente de que se acerca el ocaso de su vida, y por si fuera poco, las circunstancias no le ayudan demasiado. Tras la muerte de Alejandro, se ha sentido amenazado en Atenas. Por eso, con buen criterio, ha decidido marchar a Calcis, en la isla de Eubea, la patria de su madre. Allí quiere pasar sus últimos años con tranquilidad. Mientras se acerca a su destino, no puede dejar de preguntarse, si tal vez, el viejo Heráclito no tendría razón, todo cambia, nada permanece. Su vida se ha marchado igual que un suspiro que el viento se llevará lejos, muy lejos. Al mismo tiempo, no puede dejar de interrogarse acerca del esfuerzo de Alejandro, ese esfuerzo que ya parece un débil eco que presuroso se escapa, se esconde entre las piedras. ¿De qué ha servido tanta lucha? Tanto afán por conquistar. Los hombres son realmente complicados, seres difíciles de gobernar, pero que sin embargo no pueden vivir si alguien que los guie, que los oriente. Estos pensamientos han llevado a Aristóteles hasta su política, a la que no hace mucho tiempo que ha dado su forma definitiva.
Comentarios
Oh! Many Thank
Muy bueno, gracias!
gracias por tu generosidad.
me gusta mucho. muchas gracias
me gusta, me parece claro y hace que me interese por estudiarlo. muchas gracias
maximo
buenisimo
Como siempre, lo mejor de Podcast... Un saludo y muchas gracias por tan extraordinario trabajo...
Formudable como siempre. Lo que no sé es lo que opinaría Aristóteles si levantara la cabeza y viera nuestra clase política actual, tanto unos como otros. Genial ese final con Tyketto. Enhorabuena!
que trabajo mas bueno haceis, recomendable cien x cien gracias