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Comentarios
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Una anécdota de algo que creo que la práctica de Mindfullnes ha hecho por mí. Hace un par de semanas , en una carrera por montaña bastante larga, tuve un tropiezo de esos tontos que acaban contigo en el suelo...de alguna manera todo pasó muy lentamente, sentí el tropiezo en la puntera del pie derecho y evalúe la situación en un instante, todas las opciones de pusieron a mis disposición como en un menú. Elevé mi brazo izquierdo e incliné mi cuerpo ya sin soporte hacia ese lado en el que había un árbol. Mi mano se apoyó en dicho árbol dándome tiempo a recobrar el equilibrio...la atención me salvó de un gran golpe.