Ev de Mateo 27, 45-54. Desde la hora sexta hubo oscuridad sobre toda la tierra hasta la hora nona … el velo del Santuario se rasgó en dos, de arriba abajo; tembló la tierra y las rocas se hendieron. Se abrieron los sepulcros y muchos cuerpos de santos difuntos resucitaron. Y, saliendo de los sepulcros después de la resurrección de Él, entraron en la Ciudad Santa y se aparecieron a muchos. Por su parte, el centurión y los que con él estaban guardando a Jesús, al ver el terremoto y lo que pasaba, se llenaron de miedo y dijeron: “Verdaderamente éste era Hijo de Dios.”
El Hijo de Dios muere en la cruz. Pero su naturaleza divina es reconocida solo por las tres Marías y el discípulo amado, que le han acompañado a los pies de la cruz. Esta naturaleza divina debe hacerse manifiesta ante los ojos de los no creyentes, y lo hace cuando el cuerpo de deseos del Nazareno penetra en la tierra para que fructifique el Amor entre los seres humanos. Entonces se rasga en dos el velo del Santuario, tiembla la tierra, las rocas se resquebrajan y el centurión y los soldados reconocen a Jesús como el Verdadero Hijo de Dios.
Simbolismo
Kabaleb: Juan, el único evangelista presente, no narra estos hechos aunque los desarrolla en el Apocalipsis ? Él no sufrió la conmoción de la absorción por la tierra del cuerpo de deseos de Jesús Cristo, porque lo tenía en su interior ? puede que sea simbólico
Oscuridad entre horas sexta y nona
Velo rasgado en dos de arriba abajo
Terremotos y rocas hendidas (resquebrajadas)
Reconocimiento del centurión y los soldados
Ev de Juan 19, 31-37. Los judíos, como era el día de la Preparación, para que no quedasen los cuerpos en la cruz el sábado –porque aquel sábado era muy solemne- rogaron a Pilato que les quebraran las piernas y los retiraran … al llegar a Jesús como lo vieron ya muerto, no le quebraron las piernas, sino que uno de los soldados le atravesó el costado con una lanza y al instante salió sangre y agua. El que lo vio lo atestigua y su testimonio es válido, y él sabe que dice la verdad, para que también vosotros creáis. Y todo esto sucedió para que se cumpliera la Escritura: No se le quebrará hueso alguno. Y también otra Escritura dice: Mirarán al que traspasaron.
El alma reconoce a Cristo no mediante los ojos físicos, sino a través de los sentimientos emanados desde el corazón.
Marcos 16, 9. “… se apareció primero a María Magdalena, de la que había echado siete demonios.”
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