En la noche del 25 de abril de 1974, un grupo de jóvenes militares, inició el levantamiento que derrocó a la dictadura más larga de Europa. Estos jóvenes militares formaban parte de una generación obligada a participar en una guerra colonial que estaba desangrando a Portugal, cuyo gobierno dictatorial se empeñaba en seguir siendo un imperio de ultramar, mediante la represión más obstinada a cualquier levantamiento en las colonias. Esa generación, era la misma que se había visto constreñida a migrar y a exiliarse, para escapar del hambre y la represión de la dictadura. Asimismo, esta era la generación que había aprendido que la música y la poesía es un arma contra la tiranía, la generación que tuvo en las canciones de un puñado de compositores comprometidos, parte de su aprendizaje para dotar su lucha contra el régimen. Canciones compuestas en el exilio, la guerra y la clandestinidad, que vieron nacer la música de intervención y se convirtieron en la banda sonora de la resistencia y la revolución en Portugal.
Dos canciones, Grándola Vila Morena y Depois do adeus, fueron la señal que aquella noche del 25 de abril los jóvenes militares utilizaron para iniciar su marcha a la toma de los principales espacios del poder de la dictadura. De camino, los militares pidieron a las floristas de Lisboa, claveles rojos que pusieron en los cañones de sus fusiles, como un símbolo de paz para evitar el derramamiento de sangre hermana.
El triunfo del 25 de abril y de los días posteriores, puso fin a la dictadura y abrió un tiempo de libertad en que democratizar, descolonizar y desarrollar se transformaron en tarea revolucionaria. Se liberó a los presos políticos, se legalizaron los partidos, se inició la reforma agraria, se nacionalizó la banca y parte de la industria y se puso fin al imperio portugués a partir de la retirada de tropas de Argelia, Mozambique, Guinea Bissau, Cabo Verde, Santo Tomé y Príncipe, Timor y Macao.
Los músicos comprometidos, siguieron ocupando un lugar fundamental en la construcción del nuevo Portugal, recuperando melodías y expresiones artísticas antes prohibidas por la dictadura y componiendo un extenso repertorio que ha acompañado las luchas del pueblo portugués hasta la actualidad.
Aunque con la contra-revolución de octubre de 1975 se inició el retroceso de muchas de las conquistas revolucionarias, en la historia de Portugal y de las luchas de los pueblos del mundo; el 25 de abril de 1974, marca un hito fundamental. Hoy, en días en que el futuro parece cada vez más incierto, traer a la memoria a la generación que, con una banda sonora comprometida con la libertad, la justicia y la dignidad para su pueblo, puso fin a la dictadura, nos puede aportar para imaginar otros mundos posibles.
En esta emisión compartiremos la música de la resistencia y la revolución portuguesa, de la mano del conocimiento de Carlos Moreira, miembro de la generación de músicos de la canción de intervención, a quien entrevistamos para este programa. Agradecemos profundamente a él y a todas y todos los amigos que han colaborado en esta edición especial. Sean bienvenidos a Otras Palabras….
Comentarios
que lección de historia,ahora tengo material para hablar con meus amigos portugueses, gracias por esta oportunidad de aprendizaje. saludos