Para comprender quienes fueron realmente los luditas (o ludditas) debemos viajar a la Inglaterra de comienzos del siglo XIX. Una década de guerra contra Napoleón disparó el desempleo, así como los precios de los productos cotidianos.
Pese a que hoy consideremos la llegada de nuevas tecnologías progreso, para los que vivían durante la Revolución Industrial la máquina “no era una conquista, sino el resultado de una imposición”
David F.Noble, historiador y autor del libro ‘Una visión diferente del progreso: En defensa del ludismo'
Frente al mito de que se oponían al progreso tecnológico, Noble argumenta que ni creían ni podían creer en él “dado que se trataba de una idea extraña a ellos que fue inventada después para intentar prevenir su reaparición. A la luz de esta invención, los luditas fueron tratados como irracionales, provincianos, inútiles y primitivos. En realidad, los luditas fueron quizás los últimos que en Occidente percibieron la tecnología en su presente concreto, y actuaron consecuentemente”.
Pero el ludismo no fue igual en todas las zonas de Inglaterra. En la zona de Nottingham y Leicester “no había nueva tecnología a la que oponerse pero los luditas protestaron destruyendo máquinas más que atacando físicamente a los patrones”, explica Kevin Binfield, autor del libro ‘Writing of the Luddites’ y profesor de la Universidad de Murray State.
En Yorkshire “dos máquinas inventadas aunque prohibidas hace dos siglos estaban siendo implantadas en las fábricas específicamente para reemplazar a los cosechadores altamente cualificados y con buenos salarios. Las máquinas reducían la mano de obra necesaria mientras que en otras regiones luditas los patrones reemplazaban principalmente a los trabajadores bien remunerados por otros mal pagados”, detalla Binfield.
“Solo en Yorkshire puede decirse que los luditas se oponían realmente al uso de la tecnología en sí mismo, ya que esas máquinas estaban reemplazando a los trabajadores”. Para el imaginario colectivo los luditas fueron asociados con la variedad violenta de Yorkshire “porque fue mucho más simple, más directo y más violento” que en otras regiones,
Ludd nunca existió y estuvo inspirado en un supuesto aprendiz que 22 años antes destruyó dos telares tras ser castigado por su jefe. Ned Ludd “encarna el derecho del pobre para ganarse la vida y defender las costumbres de su oficio contra los indecentes depredadores capitalistas, evidencia la fuerte independencia de una comunidad preparada para resistir por sí misma la idea de que las fuerzas del mercado más que los valores morales deben determinar el destino del trabajo”
La clase trabajadora sufría una fuerte crisis económica y los dueños de la potente industria textil del norte de Inglaterra buscaron reducir costes mediante la bajada de los salarios de sus trabajadores y la introducción de nueva maquinaria que suponía prescindir de parte de la mano de obra para obtener un producto más barato pero de peor calidad.
Con los sindicatos prohibidos y perseguidos desde 1800, el movimiento ludita surgió el 11 de marzo de 1811 en Arnold, cerca de Nottingham. Después de ser reprimida por el ejército una protesta que demandaba más trabajo y mejores salarios, esa misma noche una turba destruyó 63 telares automáticos que reemplazaba la fuerza de trabajo de los tejedores.
El movimiento se extendió rápidamente: en las dos semanas siguientes más de cien telares fueron hechos añicos en ataques nocturnos contra la tecnología que amenazaba los puestos de trabajo en los centros textiles del centro y norte de Inglaterra, en pleno corazón de la Revolución Industrial. En noviembre de ese mismo año más máquinas fueron destruidas y varias fábricas ardieron.
La respuesta del Gobierno británico fue implacable. 12.000 soldados se desplegaron para luchar contra los luditas, superando en número a las tropas enviadas a la península ibérica para luchar contra Napoleón. El parlamento aprobó en 1812 una ley que castigaba con pena de muerte la destrucción de máquinas.
Al menos 30 luditas fueron ahorcados y más de 60 fueron desterrados a Australia. Aunque para 1813 el movimiento ludita estaba casi desmantelado, los últimos disturbios atribuibles a los luditas ocurrieron en 1817. Más de mil hilanderías no sobrevivieron a la furia del mítico Ned Ludd.
Comentarios
azote, gracias por tus audios, siempre los escucho y me hacen reflexionar, cosa bastante difícil de encontrar hoy en día, independientemente de mi opinión sobre el tema. siempre es un placer
Buenas tardes: Antes que nada, mando desde aquí, aunque sea con varios años de retraso, mi agradecimiento y respeto por los hombres, mujeres y niños que en tiempos pasados se atrevieron a desafiar al "sistema" imperante en su época. En concreto agradecerles que pelearán sin ser dirigidos por "ideologia" alguna, pues el que más y el que menos, todos conocemos los dramas, los fanatismos, los asesinatos que éstas han ocasionado a lo largo de nuestra terrible historia. Ser capaz de enfrentar a lo que por obligación te impone cualquier tipo de "sistema", siempre aduciendo que "es por nuestro bien" algo que, obviamente, ha quedado demostrado, con el paso de los siglos, que es una auténtica falacia. Hemos podido comprobar, en carne propia, la devastación que ha causado en la Humanidad el mal llamado "progreso" y todo lo que este término conlleva (industrialización, "revolución" ficticia, claro está, véase verde, proletaria, tecnológica y demás estafas). Queda patente (a pesar de que han intentado ocultarlo, tergiversarlo, corromperlo) que lo que podemos denominar como " movimiento ludita" hizo mucha "pupa" al 'orden establecido" en su época, la prueba o hechos manifiestos es que los condenaban a muerte por, en teoría, romper máquinas. Cualquiera que posea un pensamiento crítico, debería plantearse que las acciones de estos hombres, mujeres y niños iban encaminados a defender su modo de vida, su autonomía, su manera de entender el mundo y, lo que es más importante, supieron ver con claridad lo que se les venia encima y, trataron de evitarlo pagando con sus vidas. Algo parecido vivimos hoy en día, con la mal llamada "revolución tecnologica" que como no estemos atentos, nos rematará, nos dejará en agonía cómo Humanidad. Por todo ello, no considero de recibo las "conclusiones" (burla incluida)a las que ha llegado el interlocutor. De aquellos barros, estos lodos. Tan sólo tenemos que mirar a nuestro alrededor y podremos, además de ver, sentir lo podrida que esta la sociedad y, por ende, sus "ciudadanos". Saludos.