Segunda parte del Quijote: Cap.53 Del fatigado fin y remate que tuvo el gobierno de Sancho Panza

Capítulo cincuenta y tres del fatigado fin y remate que tuvo el gobierno de sancho panza pensar que en esta vida las cosas de ella ande durar siempre en un estado es pensar en lo he escuchado antes parece que ya anda todo en redondo digo a la redonda la primavera sigue el verano el verano al tío el estuvo al otoño y el hotel año al invierno y el invierno la primavera y así torna andarse el tiempo con esta rueda continua sola la vida humana corre a su fin ligera más que el viento sin esperar renovarse si no es en la otra que no tiene términos que limiten esto dices idea mete filósofo magnético porque esto de entender la ligereza inestabilidad de la vida presente y de la duración de la eterna que se espera mucho sin lumbre de fe sino con la luz natural lo han entendido pero aquí nuestra autor lo dice por la presteza con que se acabó se consumió se deshizo se fue como en sombra y humo el gobierno de sancho el cual estando la séptima noche de los días de su gobierno en su cama no harto de pan ni de vino sino de juzgar y dar pareceres y de hacer estatutos y problemáticas cuando el sueño a despecho y pesar del hambre le comenzaba a cerrar los párpados hoyo tan gran ruido de campanas si de voces que no aparecía sino que toda la ínsulas se un día sentados en la cama y estuvo atento y escuchando por ver si daba en la cuenta de lo que podría ser la causa de tan grande alboroto pero no sólo no lo supo pero añadiéndose al ruido de voces y campanas el de infinitas trompetas ya tambores que más confuso y lleno de amor y espanto y levantándose en pie se puso unas cine las por la humedad del suelo y sin ponerse sobre ropa de levantar ni cosa que se pareciese salió a la puerta de sus aposentos tiempo cuando vio venir por unos corredores más de veinte personas con sacas encendidas en las manos y con las espadas deseen vainas militando todos a grandes voces arma arma señor gobernador arma que han entrado infinitos enemigos en la insulina y somos perdidos y vuestra industria y valor no nos socorre con este ruido furia y alboroto llegaron donde sancho estaba atónito y embelesado de lo que oía y veía y cuando llegaron a el uno le dijo a el logo o vuestra señoría si no quiere perderse y que todo está insular se pierda que me tengo de armar respondió sancho ni que se yo de armas ni de socorros estas cosas mejor será dejarlas para mi amo don quijote que nos paletas las despachar hay pondrá en cobro que yo pecador fui a dios no se me entienden nada de estas piezas señor gobernador dijo otro que el lente es ese se a merced que aquí le traemos armas ofensivas o defensivas y salga a esa plaza y sea nuestra guía y nuestro capitán pues de derecho le toca el serlo siendo nuestro gobernador m enhorabuena replicó sancho y el momento le introdujeron dos meses que venían y de ellos y le pusieron encima de la camisa sin dejar de tomar otro vestido un pavés delante y otros detrás y por unas con cavidades que traían hechas le sacaron los brazos y hallaron muy bien con unos cordel es de modo que quedó en parís dado y entablado derecho común uso sin poder doblar las rodillas ni venía darse un solo paso pusieron lee las manos una lanza a la cual se arrimó para poder tenerse en pie cuando así le tuvieron en le dijeron que camina se y los guías y animarse a todos que siendo el su norte sur la interna y su lucero tendrían buen fin sus negocios como tengo de caminar desventura lado yo respondió sancho que no puedo jugar las suelas de las rodillas porque me lo impiden estas tablas que tan cosillas tengo con mis carnes lo que han de hacer es llevarme en brazos y ponerme ha atravesado en pie en algún postigo que yo le guardaré oh con esto lanzó con mi cuerpo ande señor gobernador dijo otro que más el miedo a que las tablas le impiden el paso acabe y use que estar