Sesion 8, Curso de existencialismo
La teoría existencialista de Martin Heidegger es considerada uno de los principales exponentes de este movimiento filosófico, asociado sobre todo a autores de finales del siglo XIX y principios del XX. A su vez, el existencialismo ha sido un movimiento que ha influido mucho a la corriente de la Psicología Humanista, cuyos principales representantes fueron Abraham Maslow y Carl Rogers y que durante las últimas décadas se ha transformado en la Psicología Positiva.
¿Fenomenología? ¿Existencialismo? ¿Qué es eso?
No es sencillo describir en unas pocas líneas dos conceptos sobre los que se ha escrito tanto. En primer lugar, y simplificándolo todo un poco, la concepción de la fenomenología puede ser abordada explicando la idea de fenómeno.De hecho, el filósofo alemán Martin Heidegger lo define como "aquello en que algo puede hacerse patente, visible en sí mismo". Para la fenomenología, pues, lo que percibimos como lo real es la realidad última.
Fenomenología
Desde la fenomenología se remarca el hecho de que nunca somos capaces de experimentar "la realidad en sí" de manera directa (ya que nuestros sentidos actúan como filtro de esta información), mientras que ocurre lo contrario con aquellos aspectos subjetivos de los que somos conscientes. Es decir, se apela a la experiencia intelectual y emocional como las fuentes legítimas de conocimiento, una reivindicación que recoge también la Psicología Humanista.
Existencialismo
Por su parte, el existencialismo es una corriente filosófica que propone una reflexión sobre la propia existencia humana. Dos de sus postulados que más influyen sobre la Psicología Humanista son los siguientes:
La existencia humana es reflexiva gracias a la consciencia. De la consciencia surge la angustia vital de buscarle un sentido a la existencia.
La existencia del ser humano es cambiante y dinámica por su propia naturaleza, es decir, se va desarrollando. A través del desarrollo de la existencia, concretado en su toma de decisiones, se llega a la esencia, que puede ser auténtica o inauténtica dependiendo de su congruencia con el proyecto de vida de la persona.
En definitiva, tanto la fenomenología como el existencialismo ponen el énfasis en la consciencia y la capacidad del hombre para decidir, en todo momento, qué hacer, movido en última instancia por su intencionalidad y no por su biología o entorno, apartándose así del innatismo y el ambientalismo. La Psicología Humanista recoge esta herencia y la orienta al estudio e intervención sobre la toma de decisiones, la capacidad para crear un proyecto de vida consistente, la consciencia humana y la reflexión a partir de esta experiencia, que es subjetiva en parte.
Además, como esta corriente de psicólogos asimila ideas como la búsqueda existencial, su discurso suele hacer referencia a las "potencialidades" del ser humano, es decir, aquellas etapas de su desarrollo que lo separan del estado al que aspira. La naturaleza de este desarrollo no es biológica, sino bastante más inefable: se trata de una progresión de estados subjetivos en los que la persona se pregunta constantemente el por qué de lo que le ocurre, el significado de lo que está viviendo, y qué puede hacer para mejorar su situación.
Teniendo en cuenta que "lo que está viviendo" es algo totalmente privado y fuera del alcance de miradas ajenas, se entiende que desde una perspectiva humanista esta búsqueda existencial sea responsabilidad del propio sujeto que la experimenta y que el psicólogo tenga un papel secundario como facilitador del proceso. ¿Complicado, verdad? Pues este es el animal en busca de significado al que se enfrenta la Psicología Humanista.
Resumiendo
Así pues, la Psicología Humanista toma características del existencialismo y la fenomenología y propone un estudio del ser humano entendiéndolo como un ser consciente, intencional, en constante desarrollo y cuyas representaciones mentales y estados subjetivos son una fuente válida de conocimiento sobre sí mismo.
Un psicólogo que se adscriba a esta corriente muy probablemente negará que el estudio del pensamiento tenga que partir sólo de la materia y la experimentación, ya que esto supondría una dosis inasumible de reduccionismo. En cambio, seguramente pondrá énfasis en la variabilidad de las experiencias humanas y en la importancia del contexto social en el que habitamos. Al acercar la psicología a lo que se ha dado a conocer como ciencias sociales, se puede decir que la Psicología Humanista admite la conexión entre filosofía, teoría moral, ciencia y técnica, y rechaza la visión de la ciencia como algo neutral alejado de cualquier posicionamiento ideológico o político.
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