El Silencio De Los Corderos Voz Humana [2de4]

Es tiempo de leer libros es tiempo de nuestra narración a continuación el silencio de los corderos de thomas harris publicado por editorial debolsillo del sello random house en la radio inteligente soy mariano osorio que lo disfrutes el museo de historia natural smithsonian hacía horas que había cerrado sus puertas pero crawford había telefoneado previamente y un vigilante esperaba clarice starling en la entrada dentro del museo las luces eran escasas y reinaba el silencio sólo la colosal figura de un caudillo de una tribu de los mares del sur situada ante la entrada alcanzaba la altura suficiente para que la mortecina bombilla del techo le iluminase la cara el guía de starling era un hombre corpulento que vestía el uniforme de personal de vigilancia del smithsonian cuando alzó la cara hacia las luces del ascensor claro y pensó que se parecía un poco al caudillo aquella absurda divulgación le produjo un momentáneo alivio el segundo piso una planta de enormes proporciones cerrada al público alberga los departamentos de antropología y entomología starling seguía el guía por un sombrío laberinto de pasillos forrados hasta una gran altura con cajones de madera que contenían muestras antropológicas en esas cajas hay miles de personas dijo el vigilante cuarenta mil ejemplares comprobó los números de las oficinas con la linterna y dejó caer la luz por las etiquetas mientras seguían andando los cráneos ceremoniales de la cultura de yak dieron paso a los morteros y clarice su guía dejaron atrás al hombre para penetrar en el primitivo y mejor estructurado universo de los insectos ahora el pasillo aparecía forrado por murallas de grandes cajas metálicas pintadas de verde pálido treinta millones de insectos dejando aparte las arañas por supuesto no se le ocurra nunca incluir a las arañas con los insectos le advirtió el vigilante los expertos se pondrían como fieras bien ya hemos llegado ahí el despacho que está iluminado no intentes salir sola si no se ofrecen acompañarla llámeme el vigilante se marchó claves se hallaba en el corazón de entomología una rotonda elevada a varios niveles de altura sobre un gran elefante disecado allí estaba el despacho con las luces encendidas y la puerta abierta tiempo pitch una voz de hombre chillona de excitación adelante tiempo starling se detuvo en el umbral sentados en una mesa del laboratorio dos hombres jugaban al ajedrez tendrían ambos unos treinta años no era moreno y flaco el otro rechoncho tenía el pelo rojo y tieso estaban absortos en el tablero sí advirtieron la presencia de starling no lo manifestaron y se advirtieron la presencia del enorme escarabajo rinoceronte que avanzaba lentamente por el tablero sorteando las piezas tampoco dieron señal de ello el escarabajo llegó al borde del tablero tiempo de exclamó entonces el flaco el rechoncho movió su alfil y dio la vuelta al escarabajo que empezó a recorrer en dirección contraria a la distancia que acababa de cubrir cuando el escarabajo llega a la esquina se acaba el tiempo preguntó starling naturalmente contestó el rechoncho levantando la voz pero no la vista naturalmente como quiere jugar haciéndole cruzar el tablero en diagonal contra quién juega usted contra un caracol traigo el ejemplar que ha motivado la llamada del agente especial crawford no entiendo como no hemos oído el ulular de su sirena replicó el rechoncho llevamos esperando aquí toda la noche para identificar un bicho del fbi los bichos son lo nuestro nadie nos ha dicho nada del ejemplar del agente especial crawford lo mejor que pueda ser es enseñárselo en privado a su médico de cabeza