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Comentarios
A mí me pasa lo mismo, ser estrictos con los horarios nos tensa más. Lo que sí he notado es que el descanso resulta vital. Y ahora entiendo el apego de mi hija (7) a una manta de bebé con relieve, que en ocasiones necesita tocar para dormir...
En el caso de mi hija el ser tan estrictos con la hora de las rutinas le generaba estrés, hemos tenido que relajarnos en esto. Todas las tardes/noches son prácticamente igual: juegos-baño-cena-cepillado de dientes- cuento-dormir, pero sin estar tan pendientes del reloj. Si un día pide un rato más de juego, o tarda más en cenar o elige 2 cuentos en lugar de 1, nos adaptamos más a eso que estar pendientes del reloj.