Has elegido rechazar las cookies basadas en consentimiento que utilizamos principalmente para gestionar la publicidad. En adelante, para acceder a nuestra web tienes que elegir alguna de las siguientes opciones.
Premium
3,99 €/mes o 39,90 €/año
Sin publicidad y mucho más
Plus
Por 9,99 €/mes
Contenido exclusivo y sin publicidad
Si has cambiado de idea, puedes aceptar las cookies y continuar usando iVoox de forma gratuita.
Con tu consentimiento, nosotros y nuestros 813 socios usamos cookies o tecnologías similares para almacenar, acceder y procesar datos personales, como tus visitas a esta página web, las direcciones IP y los identificadores de cookies. Algunos socios no te piden consentimiento para procesar tus datos y se amparan en su legítimo interés comercial. Puedes retirar tu consentimiento u oponerte al procesamiento de datos según el interés legítimo en cualquier momento haciendo clic en ''Obtener más información'' o en la política de privacidad de esta página web.
Nosotros y nuestros socios hacemos el siguiente tratamiento de datos:
Almacenamiento y acceso a información de geolocalización con propósitos de publicidad dirigida, Almacenamiento y acceso a información de geolocalización para realizar estudios de mercado, Almacenar la información en un dispositivo y/o acceder a ella , Datos de localización geográfica precisa e identificación mediante análisis de dispositivos , Publicidad y contenido personalizados, medición de publicidad y contenido, investigación de audiencia y desarrollo de servicios , Uso de cookies técnicas o de preferencias.
Comentarios
Es una pena que se le haya cortado el micrófono a Eduardo Vaquerizo mientras tejía ese discurso tan interesante sobre las redes sociales y el impacto que pueden tener sobre algunas personas de, digamos, carácter maleable, crédulo o acrítico. No sé si la cosa iba por ahí pero, a pesar de ese riesgo, yo creo que no debemos caer en la trampa de la censura o utilizarlo como excusa para acallar aquellas voces que nos molestan. Lo que hay que hacer es educar, y educarse, para tener una base firme que nos permita juzgar las cosas con criterio. No tener miedo de lo que otros digan, si no de que no lo puedan decir. Pero en fin, vivimos en una época marcada por la indigencia intelectual y dónde el pensamiento más elaborado no soporta más de 120 caracteres. Luego no es de extrañar que ante el reto de escuchar y rebatir al que piensa diferente, incluso al que se equivoca, la estrategia sea la endogamia ideológica o el linchamiento por saturación de tweets.
Si os ha gustado el programa no olvidéis a marcar la opción de ¨ me gusta¨desde aquí por favor, esto nos ayuda a que mucha mas gente conozca nuestro programa.También os informamos que podéis escribir vuestras impresiones aquí o a nuestro correo: programaelsotano@gmail.com o a traves de nuestra pagina de Facebook https://www.facebook.co/programasotano