Las formas de trabajo colaborativo siguen creciendo y evolucionando a pasos agigantados. La vida laboral cambia a un ritmo frenético y la movilidad de los trabajadores es un requisito cada vez más valorado. Para esos nómadas el término «hogar» carece de significado, por eso esta aparente desventaja se intenta convertir en una virtud beneficiosa. La respuesta ha sido dar un paso más allá del coworking, añadiendo a sus valores y fundamentos la convivencia en el mismo entorno del trabajo. Así se ha concebido el coliving.
MÓNICA
Aviso: Lo que vamos a leer a continuación son carteles reales, repito, reales, encontrados en distintas comunidades de vecinos que hemos visitado mientras realizábamos labores de investigación para este podcast. Se trata de un trabajo periodístico sin precedentes… ¡Adelante!
VOCECITA 1
Hoy martes, reunión en el portal a las 18.30h. Temas a tratar: Ruidos molestos. Limpieza de las zonas comunes. Bendición del edificio por posible fantasma.
VOCECITA 2
Gracias a los vecinos que los domingos a las 9.30h nos deleitan con sus trabajos de bricolaje. ¡Ánimo! ¡Seguid así!
VOCECITA 3
Querido vecino: el planeta Tierra tiene una superficie total de más de 500 millones de kilómetros cuadrados, de los cuales más de 148 corresponden a tierras emergidas. Con toda esa cantidad de metros cuadrados libres, ¿por qué narices vienes a fumar a este ascensor?
Sí, amigos, estos testimonios en forma de cartel, nos dan una idea de lo dura que es, a veces, la convivencia entre vecinos: gente que fuma donde no debe, suciedad, ruidos, fenómenos paranormales… Las personas somos distintas y tenemos mentalidades y comportamientos muy diversos que pueden ser incompatibles. Sin embargo, existen unos seres, humanos para más señas, a los que todos estos problemas de convivencia no les afectan porque ellos no viven ni trabajan en un solo lugar. Son los nómadas digitales.
Los nómadas digitales son profesionales que trabajan en remoto utilizando las nuevas tecnologías, lo que les da libertad para vivir en diversos lugares. Este tipo de trabajadores necesitan soluciones de vivienda y oficina, acordes a su estilo de vida errante. Por ese motivo, ha surgido un movimiento del que vamos a hablar hoy: el coliving.
El coliving lleva un paso más allá el concepto de coworking. Se trata de reunir, en un mismo edificio, a emprendedores y autónomos con el objetivo de que no solo vivan allí durante el tiempo que necesiten, sino que también trabajen y convivan con los demás. El concepto es sencillo: cada residente tiene su propia habitación, pero cuenta con espacios compartidos donde se establecen vínculos sociales y profesionales con el resto de los habitantes.
Muchos colivings incluyen actividades de todo tipo, organizadas por los responsables del espacio. Sí, sí, lo habéis oído bien. Al contrario que los sufridos autores de los carteles que veíamos antes, los habitantes de este tipo de comunidades no se tienen que preocupar de gestionar ellos el espacio porque de eso se encargan sus dueños. El freelance que opte por esta forma de vivir y trabajar, solo se tiene que preocupar de aprovechar al máximo las oportunidades de trabajo, networking y sinergias que se generen en la comunidad.
El coliving es una respuesta a la soledad que suele acompañar al emprendedor o trabajador que va por libre y no quiere instalarse en un solo lugar. El proceso de adaptación, cuando uno se va a vivir a una ciudad distinta o cambia de país, puede resultar muy duro. El coliving permite a las personas vivir en comunidad y compartir nuevas experiencias en su propia casa, pero manteniendo la privacidad cuando así lo desea.
Se acabaron los tiempos de levantarse corriendo para ir a la oficina o de pagar una pasta en alquileres. Esta es una solución mucho más eficaz, ya que se paga por un espacio que sirve para vivir y trabajar a la vez, sin horarios de apertura y cierre y disfrutando del sentimiento de pertenencia a una comunidad con la que, lo habitual, es tener muchas cosas en común.
La flexibilidad es total, los colivers pueden quedarse a vivir durante meses, semanas o incluso unos días y disfrutar de todos sus servicios. Algunos de los más lujosos tienen lavandería, gimnasio, piscina… Así trabajar se hace mucho más llevadero.
Se pueden encontrar espacios de coliving en todo el planeta, desde lugares exóticos como Bali o Túnez, hasta ciudades cosmopolitas como Nueva York o París.
VOCECITA 1
Sí, sí, todo eso está muy bien, pero seguro que son carísimos.
MÓNICA
Bueno, depende de cómo esté planteado el espacio y el país donde se encuentre…
VOCECITA 2
Mirad, este es muy bonito, Outsite en Bali, es un coliving que mima a sus trabajadores nómadas con salones y espacios de trabajo donde el mobiliario es ergonómico. Consta de cinco bungalows con 9 habitaciones individuales, cada una con su baño privado y aire acondicionado. Tiene piscina, terraza, wifi en todas las zonas… Y sale por unos 1.200 dólares al mes.
MÓNICA
Ahora que me acuerdo… En Estados Unidos, hay una compañía que se llama Roam que compra hoteles en todo el mundo y los transforma en colivings. Sus habitantes tienen servicio de limpieza de la habitación, cocinas equipadas, cafetería, biblioteca… El precio depende de la ciudad que se elija, esperad que mire algún ejemplo… Madre mía, ¡el de San Francisco cuesta 220 dólares la noche!
VOCECITA 1
Este es más asequible: Nomad House. Se trata de una especie de AirBnb pero en versión coliving. Solo tienes que entrar en su web, elegir el sitio en el que quieres vivir y el sistema te da los resultados de los espacios disponibles. Si te apetece instalarte en Asia o Europa, puedes conseguir una habitación por 15 dólares diarios con wifi, espacios comunes y piscina.
MÓNICA
¡Qué equipo de investigación formamos! Esto parece “Comando Actualidad”.
Por cierto, os estaréis preguntando: Y en España, ¿qué? Pues en España también hay coliving. El movimiento empezó en 2015 y se concentra, sobre todo, en las zonas de costa a las que los nómadas digitales acuden atraídos por el sol y la playa, demostrando que de tontos no tienen un pelo, aunque también los hay que se instalan en zonas rurales alejadas del bullicio de la ciudad. España es un país atractivo para estos trabajadores. Los problemas de vivienda hacen que opten por el coliving que les permite trabajar y vivir aquí durante una temporada y, a la vez, compartir ideas, contactos y relaciones con otros emprendedores y freelances.
Algunos ejemplos de coliving españoles serían:
Sun and Co en Jávea (Alicante): se trata de una casa del siglo XIX que ha sido reformada para acoger a profesionales de todo el mundo que se alojan en habitaciones compartidas o individuales.
BednDesk en Mallorca: se encuentra cerca de la Playa de Palma. En esta comunidad ofrecen vivienda, oficina y networking con profesionales con perfiles parecidos.
Urban Campus en Madrid: los trabajadores nómadas que se convierten en miembros de este campus, además de tener su habitación privada, cuentan con áreas comunes para compartir con los demás.
El perfil de los trabajadores que optan por esta solución es muy variado. Pueden ser jóvenes o incluso personas mayores. En España, de hecho, el concepto está muy ligado a los jubilados que rechazan vivir en una residencia y optan por instalarse en una comunidad, formada por otras personas en su situación, donde puedan mantener su autonomía. Sin embargo, el coliving de los nómadas digitales, está más ligado a los profesionales, emprendedores, creativos y artistas que necesitan un espacio donde trabajar e intercambiar experiencias laborales y vitales.
En definitiva, se trata de convivir en una comunidad donde se apoya el trabajo en equipo, pero también la individualidad y en lugar de competencia, hay colaboración entre las personas. De esta forma, la convivencia se hace mucho más sencilla y no se tienen que escribir carteles como estos:
“Por favor, no tiren colillas al patio. El gato se escapa por la noche para fumárselas y estamos intentando que lo deje”.
Comentarios
Pues me gusta el concepto de coliving. Ojalá conseguir un proyecto digital potente que me permita vivir la experiencia de trabajar por el mundo y vivir en "la oficina" :)