Buenas Noticias ciber-escuchas:
Bienvenidos a Radio “Nuevas Luz”
Soy el pastor general de la Iglesia del Desierto de The New Life Mission en Chile, Juan Carlos Hernández, y quisiera junto a ti ofrecer una oración de gratitud al Señor… “gracias por darnos las palabras de salvación y bendecirnos con el evangelio de ser nacidos de nuevo por el Agua y el Espíritu. Gracias también a todos los siervos de Dios, quienes ofrecen sus servicios incalculables en nuestro ministerio mediante la publicación de nuestros libros y su distribución, a los traductores en castellano; a los hermanos y hermanas de la compañía de publicación Hephzi-bah en Seúl, Corea, y a todos los que están trabajado con mucho amor para que lleguemos a los lugares más recónditos del mundo”.
Por que estoy seguro que nuestro Señor nos permite en estas horas dar a conocer a todo el mundo el evangelio del nuevo nacimiento por el Agua y el Espíritu a través de los que confían en Jesús.
Así con confianza inmortal, doy gracias al Señor
En estos momentos, les indicó hermanos del mundo, que todos deben ser nacidos de nuevo “por el Agua y el Espíritu”. Dios, cuando Él creó el cielo y la tierra al principio del tiempo, también creó las Palabras Eternas, el Reino del Cielo y el Infierno. Y Él creó al hombre a Su propia imagen y semejanza. Pero como el primer hombre, Adán, cometió pecado ante Dios, el ser humano tiene que morir. “Y de la misma manera que está reservado a los hombres el morir una sola vez, y después de esto el juicio”, (Hebreos 9, 27). Recordemos que la muerte de nuestra carne es un camino hacia la vida eterna.
El que sea sin pecado va a entrar al mundo eterno del Cielo y gozar para siempre de la alegría de ser un hijo de Dios, mientras los pecadores van a ser lanzados al “lago de fuego y azufre”, lo refiere el Libro del Apocalipsis capitulo 20, versículo 10, y van a ser atormentados día y noche por los siglos de los siglos.
Por ello, todos los hombres tienen que nacer de nuevo. Tenemos que nacer de nuevo a través de nuestra confianza, ser redimidos y ser justos. Sólo después podemos entrar en el Reino Eterno de Dios.
La Biblia dice:
“De cierto te digo, que el que no nace de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios”, esta en el Libro de Juan capitulo 3, versículo 5. “El nacer de nuevo de agua y del Espíritu” es la única manera en que podemos entrar en el Reino de Dios.
Entonces, ¿qué es este evangelio por ‘agua’ y ‘el Espíritu’ que nos permiten nacer de nuevo?... El ‘agua’ en la Biblia es ‘el bautismo de Jesús’.
Preguntémonos
¿Por qué fue Jesús, quien es Dios, bautizado por Juan el Bautista?... ¿Para mostrar Su humildad? O ¿Para proclamarse Él mismo como Mesías?... No, no fue por eso. Cuando Jesús fue bautizado por Juan el Bautista a través de “la imposición de las manos” (Levítico 16, 21), esto fue “la justicia de uno” (Romanos 5, 18), que quitó todos los pecados del ser humano.
En el Antiguo Testamento, Dios dio a Israel la Ley Misericordiosa de la Redención, que significaba entonces que en el Día de la Expiación todos los pecados de Israel de ese año podían ser expiados a través del Sumo Sacerdote Aarón al poner sus manos en la cabeza del ‘macho cabrio expiatorio’ y pasar todos los pecados al macho cabrio expiatorio.
Esta fue la palabra de revelación que predijo el sacrificio de expiación (o reparación) eterna que vendría en el futuro.
Esto reveló la verdad de que todos los pecados del ser humano se pasan una vez a Jesús quien vino en carne de hombre de acuerdo con la voluntad del Padre. Él fue bautizado por Juan el Bautista quien fue descendiente de Aarón y el representante de todo ser humano.
Cuando Jesús fue bautizado, Él dijo, “Permítelo ahora, porque así conviene que cumplamos toda justicia.” (Mateo 3, 15), ‘porque’ significa que al poner las dos manos, todos los pecados del ser humano fueron pasados a Jesús, entonces la justicia fue cumplida para todo ser humano. Aquí la palabra ‘justicia’ es ‘dikaiosune’ en griego, y su significado es “para ser justo en carácter o actos con la implicación de ser justo o apropiado”.
Jesús cumplió la justicia para todo ser humano a través de Su bautismo justo y apropiadamente. Como Jesús se llevó todos los pecados de los hombres mediante Su bautismo, al día siguiente Juan el Bautista testificó: “He ahí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo” (Juan 1, 29).
Con todos los pecados del mundo en sus hombros, Jesús camino hacia la Cruz y Él tomó el juicio para todos los pecados por Sí mismo a través de su bautismo. Él murió en la Cruz, diciendo “consumado está” (Juan 19, 30.) Él tomó todos los pecados por Sí mismo y recibió el juicio final para todos.
Hermano, si deseas conocer más sobre el Evangelio de la Salvación, recibir nuestros libros, ser bautizado, o contar con un Guía Espíritu para resolver de una sola vez todo tus problemas, sólo tienes que escribir al email: pastorgeneral@nacerdenuevo.org, y si vives en Chile sólo tienes que llamarnos al 057.445859 o al móvil 82010059, donde te atenderemos las 24 horas del día.
Gracias por darte un tiempo para escuchar las palabras del Señor, y ten la seguridad que Jesucristo es liberador de todos tus pecados, enfermedades y males del espíritu, El es tu “verdadero Médico del Alma”.
Bendiciones hermanos en Jesucristo.
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