154 verso a verso

Aun encuentro su frialdad en mis sabanas arrugadas, todavía pienso en su rigidez mortal y su boca entreabierta sin decir palabras de amor... Aun encuentro su aroma plastificado en lugares a donde nunca fuimos ,todavía pienso en ti, como algo fijo en la cama, sin movimientos ni miradas tiernas ,solo ausencia de vida y calor.... Ha pasado el tiempo y sigues como el primer día, la edad no te regala sus arrugas y tu pelo rechaza la nieve, que lo quiere cubrir.... Ya es hora de una despedida ,sin besos ni miradas, ni un adiós con pañuelo al viento... Ya es hora de sacarte el aliento que te dio forma y dejarte partir al país donde siempre serás una fantasía congelada en el tiempo...
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A menudo conciertas una cita con la muerte y no te presentas, pones excusas de vida ,de amores recién encontrados, de años por cumplir... A menudo te citas con la vida y no se presenta, te hace un corte de mangas o te saca su dedo mas largo, te dice si ,allí estaré, con una sonrisa irónica en la boca y una mirada que disimula crueldad... A menudo te citas con la imagen del espejo y siempre esta ahí ,no te falla ni te olvida ,se viste de sombra ,cuando no la miras y te acompaña en tus noches y días, en tus sueños y despertares y en cada cita con la vida y la muerte....
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Habito en el número trece de tu espalda ,en su curva recta estrechándose en la cintura... Allí nacen mis sueños sin cumplir y mis deseos cayendo al vacío... Vivo de ese aroma ,que como gotas de lluvia, se desprenden distraídamente de su cuello... Soy fantasma de tu espalda desnuda, vagando como alma en pena, encadenado para siempre a una mirada desde el espejo....