La institución soviética de la «checa», empleada como instrumento de terror, fue conocida desde el primer momento revolucionario en todo el territorio español sometido al Frente Popular.
Los partidos políticos extremistas y las sindicales obreras, así como la Federación Anarquista Ibérica, tanto en Madrid como en las demás poblaciones, establecieron en los numerosos edificios incautados para la instalación de sus respectivos centros, comisiones represivas, con facultades ilimitadas para realizar detenciones, requisas y asesinatos. Estos locales, destinados a la represión, fueron conocidos con el nombre genérico de «checas», y su número fue extraordinario, dado el desenfreno típico de la zona marxista y el gran número de edificios que en cualquiera población de mediana importancia tenía requisados cada partido político u organización obrera para el establecimiento, tanto de su centro principal como de sus sucursales y cuarteles de milicias autónomas, más aficionadas a las ventajas de la retaguardia que a los riesgos del frente de combate.
Bajo el mando de un jefe o «responsable», en los centros de tipo marxista, o de un Comité de Defensa, en los de carácter anarquista, las «checas» se multiplican, adoptando las variadas denominaciones de Agrupaciones Socialistas o Republicanas, Radios del Partido Comunista o de las Juventudes Socialistas Unificadas, Ateneos Libertarios, Sindicatos de la C. N. T. o de la U. G. T., Cuarteles de Milicias, Comités de Investigación o de Control, Comités de Vecinos, etcétera. Incluso llegan a establecerse «checas» que pueden ser calificarlas de semiprivadas, a cargo de comunes malhechores, rivalizando todos estos centros en su actuación sanguinaria y en su avidez por el botín, que pasa a engrosar los fondos de cada entidad política o sindical, o el patrimonio privado de los chequistas, siendo entregado en ocasiones a los organismos de incautación creados por la Hacienda pública roja.
Puede afirmarse que sólo en Madrid funcionaron bastante más de doscientas veintiséis checas, plenamente comprobadas, inspiradas en el modelo soviético ; pero con la esencial diferencia de presentar cada una de ellas carácter autónomo, actuando según su capricho y gozando del apoyo de las Autoridades oficiales rojas, a cuyo efecto fueron dotados de carnets de agentes de la Autoridad numerosos chequistas, sin que las «checas» estuviesen por su parte jerárquicamente subordinadas a dichas Autoridades ni obligadas a dar cuenta a las mismas de su actuación ni de la suerte corrida por sus detenidos, sin perjuicio todo ello del mutuo auxilio que se prestaban estas «checas» entre sí, especialmente las pertenecientes a un mismo partido u organización sindical. De este extraordinario número de «checas» diseminadas por toda la capital madrileña puede inferirse la situación de ésta durante el Movimiento y la seguridad personal de sus vecinos.
La complacencia del Gobierno del Frente Popular respecto de la actividad criminal de las «checas» oficiales y no oficiales resulta indiscutible ante la realidad de los hechos, y se vio confirmada por el premio concedido a los chequistas profesionales, que a los pocos meses ingresaron en masa en la Policía del Estado. Las hipócritas advertencias prohibitivas dirigidas por el Gobierno a las «checas» no oficiales, y publicadas alguna vez en la Prensa a efectos de propaganda en el Extranjero, eran puramente platónicas, y su propia reiteración de fe de su ineficacia y de su absoluta falta de sinceridad.
Los marxistas y anarquistas sentían preferencia por los templos y conventos para establecer en ellos sus «checas», pudiéndose citar en Madrid como casos concretos que el Convento de Salesas Reales de la calle de San Bernardo, núm. 72, el Convento de la Plaza de las Comendadoras, la iglesia de Santa Cristina y otros muchos templos madrileños fueron convertidos en «checas» por el Partido Comunista, independientemente de los edificios religiosos dedicados a la misma finalidad por otras organizaciones del Frente Popular.
Entre la multitud de «checas» de todas clases que, principalmente durante los últimos meses del año 1936, se extendieron por todo Madrid, existe un núcleo de ellas directamente conectadas con las Autoridades oficiales rojas, por lo que merecen un especial examen. Son estas «checas», en primer lugar, el Comité Provincial de Investigación Pública («Checa» de Bellas Artes y Fomento), y las de la Escuadrilla del Amanecer, Brigada Ferret, «Checa» de Atadell, «Checa» de la calle del Marqués de Riscal, núm. 1, «Checa» del Palacio de Eleta, de la calle de Fuencarral, y Linces de la República, así como los llamados Servicios Especiales, dependientes del Ministerio de la Guerra.
También con carácter oficial fueron creadas en Madrid treinta y cinco «checas», llamadas Puestos Especiales de Vigilancia, bajo la dependencia de la Inspección General de Milicias Populares, que constituyen la base de las Milicias de Vigilancia de Retaguardia, formadas a fines de 1936 con los referidos elementos y con los miembros más destacados de las restantes «checas» -oficiales y no oficiales- de la capital.
https://www.elcorreodemadrid.com/historia/993485063/Que-es-la-Causa-General-Las-Checas-Primera-parte.html
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La checa del Cinema Europa Checa del Cinema Europa, en 1939 Checa del Cinema Europa, en 1939 - ARCHIVO DE ABC Las últimas investigaciones sobre las checas de Madrid computan un total de 345 en la capital, de las que 120 no estaban inventariadas en la Causa General. El estudio dirigido por Alfonso Bullón de Mendoza muestra un mapa salpicado de centros de detención, torturas y asesinatos en el que había cuatro checas por kilómetro cuadrado. La mayor concentración estaba en los barrios de Centro, Palacio, Latina y Universidad, y en el extrarradio, en Vallecas y Pueblo Nuevo. La checa anarquista del Cinema Europa, en Bravo Murillo, dirigida por el delincuente común Felipe Sandoval, conocido como « Doctor Muñiz», fue según los historiadores una de las más crueles en los primeros meses de la contienda. A ella se atribuye el asalto a la Cárcel Modelo –el 22 de agosto de 1936–, tras el que fueron asesinados Melquiades Álvarez, José Martínez Velasco, Manuel Rico Avello, Fernando Primo de Rivera, José María Albiñana y Julio Ruiz de Alda, entre otros destacados presos políticos. Según el cotejo realizado con el riguroso estudio la relación que figura en el libro «Los Fusilamientos de La Almudena» –de Manuel García Muñoz, uno de los expertos contratados por el Ayuntamiento para la elaboración del informe– Carmena honrará una veintena de nombres de sus componentes. Uno de los más destacados en este homenaje es Santiago Aliques Bermúdez, pintor, que formó el grupo de defensa de la checa. Se le atribuyen cientos de asesinatos de hombres y mujeres. Participó en la saca de la cárcel de Ventas, que terminó con los asesinatos del cementerio de Aravaca. Fue fusilado en 1941 en La Almudena. Asimismo serán homenajeados Brígido, Gregorio y Juan Gómez Barba, señalados por el propio Felipe Sandoval como los que le acompañaron en el asesinato de un matrimonio de Retiro en la carretera de Fuencarral. También será recordado Antonio Prieto Blázquez, fusilado el 6 de mayo de 1943. Con Sandoval, a Prieto se le atribuye el asesinato en un hotelito de Ciudad Lineal del bibliotecario Florián Ruiz Egea. Según el relato de algunos historiadores, le sacaron de su casa bajo engaño diciendo que les acompañara para ir a valorar una biblioteca incautada. Hoy Ruiz Egea da nombre a una biblioteca pública de Cuatro Caminos. Según last mismas fuentes, Prieto también intervino en el secuestro y asesinato del Barón de Bochgrave, cónsul de Bélgica que ayudaba a repatriarse a brigadistas internacionales desertores de sus unidades. Otros miembros de la checa de Sandoval que serán reconocidos son Pablo González Cubillo, de la CNT, que asaltó la cárcel Modelo; Félix González Díez, que también fue miembro del comité de Fuencarral; Juan Gutiérrez Villegas, acusado de llevar a los detenidos a la checa; y Antonio Martínez Rojas, carpintero, asaltante de la Modelo; Enrique Merino del Ojo, chófer, acusado de asesinar al obispo de Sigüenza; Isaac Sánchez Guimaray, albañil, que formaba parte de los piquetes de ejecución; Pedro Sanz Labanda, contable de la checa; Antonio y Narciso Segura Germán, que participaron en los asesinatos del cuartel de la Montaña; Higinio Viela Lafuente; Cristóbal Villar Galán, mozo de tren; Saturnino Andrés Alba; Ramón Ayuso García, miembro de los grupos de ejecución; Máximo Belloso Barbado, asaltante de la Cárcel Modelo; Miguel Cantalapiedra Martín; y Alberto Chenel de la Cal. Todos sus nombres están vinculados a labores organizativas y ejecutivas en la checa del Cinema Europa, según los datos recogidos por García Muñoz.
El 24 y el 25 de agosto de 1937 marcan en los anales de la guerra civil española una epopeya de singular trascendencia, que inclinó la victoria final del lado de la Causa Nacional. Los pueblos de Codo y de Belchite, a costa de su total aniquilamiento y de la pérdida de un enorme porcentaje de sus decididos defensores, cortaron la bien calculada ofensiva marxista —cuyo jefe era el general Pozas—, arrolladora en su principio por lo numeroso de sus fuerzas y lo bien dotado de material bélico. La resistencia inesperada de dichos pueblos, al desconcertar al enemigo, dió tiempo al Generalísimo Franco y a su Estado Mayor para estabilizar una situación militar que, al salvar Zaragoza, dió luego en su día margen a la reconquista de lo perdido y al avance, por el frente de Cataluña, que había de culminar en la toma de Lérida. La posición de Codo tenía unos cuatro kilómetros en línea de frente y estaba unida, por carretera, a la línea defensiva del sector de Belchite. La guarnición de Codo se componía en su casi totalidad de fuerzas del requeté, pertenecientes al tercio de Nuestra Señora de Montserrat. En este 80 aniversario la Hermandad del Tercio de Requetés de Nuestra Señora de Montserrat ha organiza la tradicional salida a Codo. A las 12:00 del Sábado 30 de septiembre de 2017 se celebrará la Misa en la Iglesia Parroquial de San Bernardo, para continuar a las 13:15 con el Vía Crucis en la Ermita del Calvario y concluir a las 14:30 con la comida de hermandad. Habrá servicio de transporte desde Barcelona. Igualmente figura abierta una cuenta corriente para realizar donativos a favor de los actos de la Hermandad (Cuenta de la Caixa: 2100-30000-18-2200369322)