1949-1967: El escritor
En 1948, Paul Rassinier había sido profesor de historia por más de veintidós años, y estaba consternado de leer historias sobre los campos de concentración y las deportaciones que él consideraba inciertas. De la misma manera, lo repugnaba la condena unilateral del Tercer Reich por crímenes contra la humanidad que, por su experiencia en Marruecos, él no consideraba únicos, y temía que los odios y enconos nacionalistas dividieran Europa. Como explicó en La mentira de Ulises:
Un día, me di cuenta de que la opinión pública se había forjado una falsa idea de los campos alemanes, que el problema de los campos de concentración seguía en pie pese a todo lo que se había dicho, y que los deportados, aunque no gozaban ya de ningún crédito, no habían dejado de contribuir en gran manera a cambiar hacia vías peligrosas las agujas de la política internacional.El asunto se salía del marco de los salones. De repente tuve el sentimiento de que, con obstinarme, me haría cómplice de una mala acción.17?
El primer libro de Rassinier, Passage de la ligne (1948), en que cuenta su experiencia personal en Buchenwald, obtuvo un inmediato éxito de crítica y comercial. Un comentarista lo describió como «el primer testimonio escr?to con calma y sangre fría, en contra de lo que reclaman el resentimiento, el odio idiota y el chauvinismo». El Sindicato de Periodistas y de Escritores lo elogió también, y era lectura recomendada por la SFIO.18? Destaca en él la crítica de la administración de los campos por los presos. Rassinier sostiene que sólo los presos rusos practicaron una resistencia eficaz y que muchas de las brutalidades del campo fueron cometidas no por agentes de las S.S., sino por presos, en su mayoría comunistas, que asumieron la administración (Häftlingsführung, «gestión por los presos») y dirigían los asuntos internos de los campos en su propio beneficio. Rassinier achaca el alto índice de mortalidad en los dos campos que él vio a la corrupción de dicha gestión.
Su segundo libro, La mentira de Ulises (1950), causó controversia. Rassinier examina en él lo que considera como relatos de los campos típicos. Critica exageraciones y denuncia a autores tales como Eugen Kogon, quien había afirmado en L'Enfer organisé (1947) que el objetivo principal de la administración de los prisioneros del campo de Buchenwald era «mantener un núcleo de presos contra las S.S.». Rassinier replica que los presos de ese núcleo pensaban sólo en sí mismos, y añade que los comunistas estaban tratando de salvar su propio pellejo tras la guerra: «tomando al asalto el banquillo de los testigos y con mucho griterío, evitaron ser acusados». Describe también sus visitas a Dachau y Mauthausen, observa que, en ambos lugares, obtuvo historias contradictorias sobre cómo se suponía que funcionaban las cámaras de gas, y expresa por primera vez sus dudas sobre la existencia de dichas cámaras y de una política nazi de exterminio.
La mentira de Ulises suscitó escándalo hasta el punto de ser atacado el 2 de noviembre de 1950 en la Asamblea Nacional francesa,19? si bien más por el prefacio del escritor Albert Paraz que por el contenido del libro. Rassinier y Paraz fueron objeto de una denuncia por difamación de varias organizaciones. Después de una larga serie de juicios y recursos, Rassinier y Paraz fuera absueltos y, en 1955, se publicó una edición ampliada del libro que se vendió bien. Sin embargo, el escándalo motivó quejas por parte de miembros de la SFIO y, el 9 de abril de 1951, Rassinier fue expulsado del partido «a pesar del respecto que su persona impone», según consta en el documento de la expulsión. Un intento de Marceau Pivert por reintegrarlo a la organización fue rechazado.
Rassinier pasó el resto de los años 50 abogando por el socialismo y el pacifismo. Escribía artículos en Défense de l'Homme —revista del anarquista pacifista Louis Lecoin—, y en La Voie de la Paix —del pacifista Émile Bauchet— para condenar la guerra de Indochina y la de Argelia, así como la política financiera de los gobiernos de la Cuarta República francesa. Escribió también para el boletín informativo libertario Contre-Courant y para el anarquista S.I.A. (Solidarité Internationale Antifasciste), así como para muchas otras publicaciones. En 1953, publicó Le Discours de la dernière chance, Essai d'introduction à une doctrine de la paix («El discurso de la última oportunidad, ensayo de introducción a una doctrina de la paz»), donde desarrollaba su ideología pacifista; y, en 1955, Le Parlement aux mains des banques («El Parlamento en manos de los bancos»), una condena del capitalismo y de la política financiera francesa. Su ensayo de 1960, L'Equivoque Révolutionnaire («El equívoco revolucionario»), fue su único escrito teórico, un examen metafísico y dialéctico del pensamiento revolucionario con una segunda parte dedicada a un análisis socialista de la revolución húngara de 1956. Varias publicaciones lo editaron por episodios y una versión de éxito relativo vio la luz en 1961.
En 1961, Rassinier volvió a tratar sus temas anteriores con Ulysse trahi par les siens («Ulises traicionado por los suyos»), una antología de discursos pronunciados en doce ciudades de Alemania tras la tercera edición de La mentira de Ulises. El viaje había sido patrocinado por Karl-Heinz Priester, antiguo oficial de las S.S. y propagandista bajo la dirección de Joseph Goebbels (y utilizado en una ocasión por la inteligencia de Estados Unidos).20? Priester era uno de los fundadores del partido derechista alemán Deutsche Reichspartie (1950-1965), lo que, unido a su asociación creciente con militantes de derecha tales como Maurice Bardèche condujo a que fuera denunciado como antisemita por personas como Olga Wormser-Migot, quien declaró que Rassinier «pertenece a la familia espiritual de Louis-Ferdinand Céline» —escritor criticado a menudo como antisemita—.21?
En 1962, tras el juicio de Adolf Eichmann Eichmann en Jerusalén, Rassinier publicó Le véritable procès Eichmann ou les vainqueurs incorrigibles («El auténtico proceso Eichmann, o los incorregibles vencedores»), una condena de los Juicios de Núremberg y del propio Eichmann, así como —en una edición ampliada— del Segundo juicio de Auschwitz de 1965, en el que había sido rechazada por las autoridades federales alemanas la participación del propio Rassinier.22? Al final de la edición ampliada, Rassinier defendía que la continuación de los juicios por crímenes de guerra eran parte de una estrategia sionista y comunista para dividir y desmoralizar Europa. Rassinier fue por ello denunciado en la prensa, por ejemplo cuando el periodista Bernard Lecache lo describió como «agente de la International nazi».23?
Fue en 1964, con Le Drame des juifs européens («El drama de los judíos europeos»), que Rassinier llegó a la conclusión de que nunca había habido una política de exterminación en el Tercer Reich. Rassinier criticó la obra de referencia de Raul Hilberg, La destrucción de los judíos europeos (1961) poniendo en entredicho la fiabilidad de los testimonios y la viabilidad técnica de los supuestos métodos de exterminación. Su crítica de Doctor at Auschwitz, de Myklos Nyiszli, sería parcialmente confirmada veinticinco años más tarde por el historiador forense Jean-Claude Pressac24? Citó la obra de inspiración sionista L'État d'Israël (1930), del escritor francés Kadmi Cohen, para afirmar de nuevo que las organizaciones sionistas y judías conspiraban para utilizar los crímenes nazis como medio de extorsión de fondos para financiarse a sí mismas y al estado de Israel. La segunda parte del libro contenía un estudio estadístico a modo de respuesta a los de Léon Poliakov y de Hilberg. Rassinier pretendía superarlos por su uso como punto de partida Los judíos en el mundo moderno (1934), del sionista alemán Arthur Ruppin. El historiador francés judío Pierre Vidal-Naquet, crítico frecuente de Rassinier que había intercambiado correspondencia con él, criticó este aspceto en 1980 en Un Eichmann de papier et autres textes sur le révisionnisme («Un Eichmann de papel y otros textos sobre el revisionismo»).
Le Drame des juifs européens despertó poco interés hasta años después de la muerte de Rassinier, cuando en 1977 Georges Wellers, redactor de la revista Le Monde Juif, hizo una disección del libro en una primera tentativa de refutación metódica de los escritos de Rassinier.25? Wellers recopila los errores, omisiones y citas erróneas de Rassinier, algunos de ellos sustanciales. Por ejemplo, Rassinier afirma que la primera acusación del uso de cámaras de gas por la Alemania nazi apareció en Axis Rule in Occupied Europe (1944), del abogado judío polaco Raphael Lemkin. Wellers señala que el libro de Lemkin no menciona cámaras de gas ni una sola vez. En un punto de su ensayo, Wellers condena los argumentos de Rassinier como «modelo de la hipocresía y la escandalosa falsedad típica de todos los procedimientos empleados de manera corriente por Rassinier».
También en 1964, se reveló en el curso de una demanda por difamación presentada por la comunista francesa Marie-Claude Vaillant Couturier, que Rassinier había escrito artículos en la revista derechista Rivarol bajo el pseudónimo Jean-Paul Bermont, lo que le hizo perder muchos de sus contactos anarquistas.26?
En 1965, Rassinier publicó su último libro de éxito. La obra teatral de Rolf Hochhuth El vicario(1963) se había representado en distintas lenguas y en muchos países. Rassinier, ateo declarado, se indignó sin embargo de la tesis de Hochhuth según la cual el papa Pío XII había guardado silencio mientras se exterminaba a los judíos de Europa, e interpretó la obra como una mera incitación a la división en Europa, al odio sectario anticatólico y a la xenofobia. Rassinier viajó a Roma y obtuvo acceso al Archivo Secreto Vaticano. La obra resultante, L'opération Vicaire (1965), era una defensa de Pío XII que ponía en tela de juicio las motivaciones de los críticos protestantes y socialistas del papa. Rassinier demostraba que la oposición católica a Hitler salía favorecida de una comparación con el apoyo protestante al caudillo alemán, y llamaba la atención hacia las condenas de Pío XI al nacionalsocialismo antes de la guerra (p. ej., en la encíclica Mit brennender Sorge) y hacia sus esfuerzos para la paz, todo lo cual atrajo a Rassinier las alabanzas del Vaticano.27?
Rassinier continuó escribiendo entre 1965 y 1967, y su última serie de artículos, titulada Une Troisième Guerre mondiale pour du pétrôle ? («¿Una tercera guerra mundial por petróleo?»), fue publicada en La Défense De l'Occident entre julio y agosto de 1967. Su último libro fue Les Responsables de la seconde guerre mondiale («Los responsables de la Segunda Guerra Mundial»).
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