Orígenes e historia[editar]
El 20 de abril de 1792 se declaró en París la guerra a Austria. Cuando el alcalde de Estrasburgo, supo la noticia, invitó a cenar a su casa a un grupo de oficiales, en la noche del 24 del mismo mes. En este grupo de oficiales se encontraba Claude-Joseph Rouget de Lisle, capitán de ingenieros de la guarnición de Estrasburgo. En esa reunión, el alcalde le pidió que creara un himno patriótico para el acontecimiento que celebraban. Rouget de Lisle compuso dicho himno y le dio el título de Chant de guerre pour l'armée du Rhin (Canto de guerra para el ejército del Rin) y se lo dedicó al Mariscal Luckner1
El 22 de junio, un futuro general del ejército de Egipto llamado François Mireur, apenas titulado de la facultad de medicina de Montpellier, se encontraba en Marsella encargado de preparar la marcha de los voluntarios de Montpellier y de Marsella. Había oído el himno en Montpellier durante algunos funerales oficiales y lo presentó a su gente con el título de Chant de guerre aux armées des frontières (Canto de guerra para los ejércitos de las fronteras). La tropa de los obligados lo aprendió y lo usaron como canción de marcha. Y así entraron en París el 30 de julio de 1792, entonando marcialmente el himno compuesto tres meses atrás por Rouget de Lisle. Los parisinos los acogieron con gran entusiasmo y bautizaron el cántico como La Marsellesa.
Durante la Primera República, la Marsellesa fue un himno muy popular entre soldados y civiles. En el tiempo de los dos Imperios, la Restauración y la Segunda República, fue ligeramente olvidado. En la Tercera República recuperó el protagonismo y fue interpretado por las bandas militares en todos los actos oficiales. En el siglo XX, el Gobierno de la Francia liberada le otorgó una especial importancia junto con el himno oficioso llamado "Le Chant des Partisans".
Hasta que finalmente en la Constitución del 4 de octubre de 1958, fue instituida la Marsellesa como himno nacional.
La Marsellesa exaltaba desde sus comienzos el ánimo patriótico, hasta tal punto que Napoleón Bonaparte dijo en una ocasión: «Esta música nos ahorrará muchos cañones».
El 24 de enero de 2003, se aprobó la Ley de Programación para la Seguridad Interior (Lopsi), propuesta por Nicolas Sarkozy, que creaba el delito de ultraje a la bandera y al himno nacional franceses, sancionándolos con penas de hasta seis meses de prisión y 7.500 euros de multa. Algunas asociaciones y ciudadanos protestaron, considerando esta ley un atentado a la libertad de expresión. El Consejo Constitucional de Francia limitó las posibilidades de aplicación de la ley, los actos dentro de un círculo privado, y los actos realizados en manifestaciones no organizadas por las autoridades públicas o no reglamentadas por ellas.
Debido al alto desconocimiento del himno entre muchos jóvenes franceses, la ley Fillon para la reforma de la educación adoptada en marzo de 2005, incluye la obligación del aprendizaje de la Marsellesa en la educación infantil y primaria.
Música[editar]
La versión oficial disponible en el sitio de la Presidencia de la República Francesa
Letra[editar]
Nota: actualmente en Francia sólo se canta la primera estrofa (y a veces la sexta y séptima) y el estribillo. Édith Piaf, grabó una versión en donde entona La Marsellesa cantando la primera, quinta y sexta estrofas y el estribillo.
La violencia de esta letra se critica en la misma Francia, a pesar de su carácter meramente defensivo.
La expresión «sang impur» se interpreta a menudo como racista, pero esta interpretación es completamente falsa. Está copiada de una canción anti-inglesa muy popular durante la Guerra de los Siete Años (1756-1763).
«Aux armes citoyens!» figura también en una Ode aux Français (Oda a los Franceses) firmada por Ecouchard en 1762.
Debido a su carácter violento, ha habido numerosos intentos de reescribirla, destacando los de Alphonse de Lamartine, Victor Hugo, Mireille Mathieu, Serge Gainsbourg o Yannick Noah con Aux rêves citoyens !.
Letra en Francés[editar]
Allons enfants de la patrie
Le jour de gloire est arrivé! Contre nous de la tyrannie L'étendard sanglant est levé! L'étendard sanglant est levé! Entendez-vous dans les campagnes Mugir ces féroces soldats? Ils viennent jusque dans vos bras Ecorger nos fils, et nos compagnes, Coro Aux armes citoyens! Formez vos bataillons! Marchons, marchons, Qu’un sang impur abreuve à nos sillons! Nous entrerons dans la carrière Quand nos aînés n'y seront plus! Nous y trouverons leur poussière Et la trace de leurs vertus. Bien moins jaloux de leur cercueil, Nous aurons le sublime orgueil De les venger ou de les suivre,
Letra en Español[editar]
Marchemos, hijos de la patria, Que ha llegado el día de la gloria El sangriento estandarte de la tiranía Está ya levantado contra nosotros (bis) ¿ No oís bramar por las campiñas A esos feroces soldados? Pues vienen a degollar A nuestros hijos y a nuestras esposas
¡ A las armas, ciudadanos! ¡ Formad vuestros batallones! Marchemos, marchemos, Que una sangre impura Empape nuestros surcos.
¿ Qué pretende esa horda de esclavos, De traidores, de reyes conjurados? ¿ Para quién son esas innobles trabas y esas cadenas Tiempo ha preparadas? (bis) ¡ Para nosotros, franceses ! Oh, qué ultraje ! (bis) ¡ Qué arrebato nos debe excitar! Es a nosotros a quienes pretenden sumir De nuevo en la antigua esclavitud ¡ Y qué ! Sufriremos que esas tropas extranjeras Dicten la ley en nuestros hogares, Y que esas falanges mercenarias Venzan a nuestros valientes guerreros? (bis) ¡ Gran Dios ! Encadenadas nuestras manos, Tendríamos que doblegar las frentes bajo el yugo! Los dueños de nuestro destino No serían más que unos viles déspotas. ¡ Temblad ! tiranos, y también vosotros, pérfidos, Oprobio de todos los partidos! ¡ Temblad ! Vuestros parricidas proyectos Van al fin a recibir su castigo. (bis) Todos son soldados para combatiros. Si perecen nuestros héroes. Francia produce otros nuevos Dispuestos a aniquilaros. ¡ Franceses, como magnánimos guerreros Sufrid o rechazad los golpes ! Perdonad estas pobres víctimas Que contra su voluntad se arman contra nosotros. Pero esos déspotas sanguinarios, Pero esos cómplices de Bouillé, Todos esos tigres que, sin piedad, Desgarran el corazón de su madre ... Nosotros entramos en el camino Cuando ya no existan nuestros mayores ; Allí encontraremos sus cenizas Y la huella de sus virtudes. (bis) No estaremos tan celosos de seguirles Como de participar de su tumba ; ¡ Tendremos el sublime orgullo De vengarles o de seguirles ! ¡ Amor sagrado de la patria, Conduce y sostén nuestros brazos vengadores ! ¡ Libertad, libertad querida, Pelea con tus defensores (bis) ¡ Que la victoria acuda bajo tus banderas Al oír tus varoniles acentos ! ¡ Que tus enemigos moribundos Vean tu triunfo y nuestra gloria !
Versiones españolas[editar]
Durante la Guerra civil española, fue bastante común escuchar la versión castellana de esta, tanto socialista (más fiel a la versión original) como anarquista:
Véase también[editar]
La Marsellesa de los Trabajadores
Notas[editar]
Ir a ? La declaración de guerra contra Austria implicaba la entrada de Prusia en la guerra (por su alianza defensiva con Austria, del 7 de febrero de 1792). En 1792, el ejército revolucionario francés era ineficaz: estaba muy minado por la indisciplina creada con la Revolución y por la emigración de sus oficiales profesionales. tenía 170.000 hombres (50.000 de ellos en el Mediodía), muy superior en número a las fuerzas austroprusianas. Sus mejores cerebros eran los mariscales Rochambeau (al mando del ejército de Flandes) y Luckner (del de Alsacia), y los generales Lafayette (al mando del ejército del Mosela)y Dumouriez, ministro de Estado.
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