No pudo ser y el Ubrique UD Senior despertaba de su sueño al perder por 4-2 en la prórroga de su partido frente al Puerto Real en el playoff de ascenso a División de Honor. Murió de pie y con el respeto y la admiración que se ha ido ganando durante estos años en los que un grupo de amigos que comparten afición, ilusión, orgullo y responsabilidad han conseguido tutear a clubes de la provincia más grandes y con un presupuesto mucho mayor.
Incluso merecieron más y hay quien piensa que no lo consiguieron porque se lo arrebataron. El colegiado no señaló un clarísimo penalti por manos dentro del área puertorrealeña tras un tiro de Paco Pérez, cinco minutos después de que el ‘4’ ubriqueño adelantara a los suyos con un tiro de libre directo desde la frontal con el que sorprendió al guardameta visitante.
El Ubrique fue mejor que el Puerto Real en la primera mitad y bien con ese penalti o con una ocasión de Álvaro González al borde del descanso pudo irse a los vestuarios con una ventaja más amplia.
Los jugadores ubriqueños, acompañados en la grada por una veintena de fieles, parecieron sentir el aliento de todos los paisanos que no volvieron a fallarles ni aún en la distancia y se reunieron en bares, casas y campos.
El Puerto Real salió con la intención de demostrar por qué llegaron líderes al parón y tomaron la batuta ante un rival que fue desfondándose y que, a diferencia de otras tantas veces, no pudo mantener el ritmo con las rotaciones. A quince minutos para el final del choque, un pase en profundidad de Fran Cortés habilitó a David Bernal que ponía las tablas en el marcador en la única ocasión clara hasta el momento de los de Manolo Colón.
Con la reserva encendida, el Ubrique gozó de la primera en la prórroga pero el tiro de Peluca, ya exhausto por el tremendo esfuerzo de más de 90 minutos tras cuatro meses sin jugar, no cogió portería. El Puerto Real pareció sentenciar con un penalti que transformó Antonio Ocaña pero, poco después, el capitán, Carlos Gil, tiró de galones para transformar una pena máxima que esta vez sí decretó el colegiado en beneficio de los de la Sierra.
Los últimos minutos se parecieron más a un partido en un patio de colegio, con dos equipos rotos físicamente y sin control alguno en el centro del campo. El Puerto Real supo sacar ventaja del último intento a la desesperada del Ubrique, al que no le valía el empate, y consiguió sentenciar con dos goles que establecían un engañoso 4-2 en el marcador. Un resultado, un partido, un final que no debe empañar una temporada que Miguel Domínguez, técnico del Ubrique UD Senior, calificaba de ‘10’.
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