AR #36 El cliente siempre tiene la razón, pero...

Cuando has visto a cientos de procesos de compra enseguida se te entienden las alarmas cuando algo no va bien y aquella venta definitivamente estaba yendo fatal entonces era agente comercial de varias marcas de relojería y mi trabajo consistía en visitar joyerías para vender mis productos a menudo la persona que se encargaba de estas compra será la misma que atendía a los clientes y esto suponía que cuando entraba un cliente interrumpía lo que estuviésemos haciendo para facilitar la atención a ese cliente en ese momento yo me retiraba al fondo de la joyería y como si fuese el espectador de una obra de teatro asistía a un nuevo proceso de venta en aquella ocasión no habían pasado más que unos minutos para saber que algo no iba bien con aquella clienta aparentemente no había nada en ella que le hiciese destacar sobre el resto de las clientas de aquella lujosa joyería pero no parecía saber lo que quería primero que hizo haber pulseras de oro pero no quiso darle indicaciones al vendedor que quería tener un punto de partida así que sin saber si eran para ella o para un regalo o si prefería un estilo o un acabado concreto el dueño de la joyería le mostró una selección de pulseras sin darle al vendedor ninguna pista de si le gustaban las pulseras y sin querer pruebas en ninguna pidió verso artigas de nuevo sin indicaciones que sirvieron de punto de partida para entonces el joyero y yo llevábamos ya unos minutos intercambiando miradas y sospechando tristemente una joyería es un negociar que de vez en cuando alguien entra con intenciones de robar sin embargo los ladrones no suelen tener un comportamiento errático al revés hacen creer al joyero que están interesados en una o varias piezas de precio alto y suelen contar una historia más o menos convincente los ingredientes de la historia no son casuales al contrario están diseñados para desmontar la desconfianza del vendedor algunas de las historias más habituales parten de una persona que está en un viaje de trabajo y quiere llevar un buen regalo algún familiar cercano para una ocasión especial generalmente además dispondrá de poco tiempo porque tiene que tomar un vuelo de vuelta a casa esto forzar al joyero atender con rapidez al cliente para no perder la venta lo que facilitará que cometa un error que el ladrón aprovechará para llevarse alguna joya el bolsillo después el ladrón saldrá de manera precipitada con alguna excusa y minutos después el joyero descubrirá del engaño y la desaparición de las cuentas pero este no era el caso no había historia ni prisa de hecho la clienta ni siquiera había querido aprobarse nada pasaban los minutos y pasaban los productos después de la suerte esas fueron las gargantilla pero cuando vistas las gargantilla la clienta pidió relojes el joyero tomó una decisión con calma recogió las garantías y una vez guardadas puesto su mejor cara y con el tono más amable que pudo le dijo a la clienta señora creo que usted se ha equivocado de tienda y yo me he equivocado hace clienta buenas tardes en ese momento el joyero abandonar mostrado tras unos segundos la clienta llegó a la conclusión de que su tiempo de atención había terminado y salió por la puerta sin decir una palabra todavía con el lecho de la puerta sonando en la tienda el joyero me dijo que creía que aquella clienta sólo había venido a pasar el rato que por educación y por profesionalidad podría dedicar un tiempo razonable y ver si se equivocaba pero en el fondo mini a lo que viniese lo que le había quedado claro es que no iba a ser una clienta así que no podía regalarle más tiempo ni más energía esta vez parecía que el cliente no tenía la razón