El bosque habitado - El fin del capitalismo. Con Gustavo Duch - 08/09/19

Bienvenid@s a un bosque que anuncia el fin de un sistema donde la vida en las ciudades será complicada.
Con las fábricas y los centros comerciales abandonados, las urbes empequeñecerán al marchar parte de sus gentes a los pueblos de antes. Con más ruralidad y menos urbanidad las economías productivas serán sencillas y sostenibles. Se prestarán servicios comunitarios con las mejores vocaciones y la comunidad dará respuestas, calor y alegrías. Parece que el fin del capitalismo nos da miedo porque no sabemos que sin él inventaremos comunitarismos que nos harán vivir mejor.
Todo esto y más son las reflexiones del Contador del Bosque, Gustavo Duch, no ya en sus relatos de “Mucha gente pequeña” y “Secretos” (Pol-len Edicions) , sino también en algunos de sus ensayos, como “No vamos a tragar” (Lince Ediciones)

 
Duch se lo cuestiona todo: el apropiamiento de tierras para fines agroindustriales, la especulación con los alimentos, el aumento de precios, el incremento de consumo de materia prima para los agrocombustibles, la tecnología de las semillas transgénicas, la ganadería estabulada, el transporte milkilométrico de alimentos, el sistema alimentario industrial ¡Tanta muerte de tierra! Y como solución a todo ello, regreso a la soberanía, especialmente la alimentaria. Un grito que entonamos para transformarlo todo. Y aún dice más el Contador del Bosque, “¡Que la naturaleza nos estremezca y el capitalismo temblará!”

 
Para detener la dependencia y el hambre, para cuidar nuestra agricultura local, para que consumamos con medida lo que las pequeñas y pequeños agricultores producen en cada temporada, contamos también con las reflexiones de Ignacio Abella, Michael Ende, Natxo Blanchart, plantabosques de Arriba Las Ramas, en “Las ramas arriba” y la música optimista y energizante para un activismo optimista de Bobby McFerrin. Club de la Hojarasca: José Manuel Sebastián Campo, Isabel Ruiz Lara, Julio Valverde García, Paloma Carrere y Javier Cerezo Fernández.

 
Así que no cierres los ojos, ábrelos más que nunca, enjuaga la garganta, separa los pies y pon los brazos en jarra, porque estás entrando en territorio soberano, en territorio campesino, en territorio sin duda, conmovido… ¡Arriba las ramas!

HT: #NoCierresLosOjosRadio3

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