LA CIUDADELA ESCARLATA, de ROBERT E. HOWARD (serie REY CONAN)

La ciudadela escarlatas de rock y agua a se ataca amor del la pantalla los créditos de victorias en las que van con los lamentos los muertos los caídos cubrían la planicie como las hojas después de la tormenta de otoño el sol poniente arrojaba sus destellos sobre los brillantes cascos sobre las cotas de malla las armaduras las espadas rotas y los pliegues de los estandartes de seda arrojados en medio de los charcos color carmen si los caballos yacían en montones silenciosos y sus jinetes vestidos de acero tenían los cabe ellos manchado de sangre a su alrededor estaban los cuerpos destrozados de los arqueros y lanceros los hombres a cien sonaron a fanfarria de triunfo la planicie y los cascos de los caballos de los vencedores pisotean los cuerpos y los vencidos mientras las líneas de batalla convergen como los rayos de una brillante rueda hacia el lugar en el que el último sobrevivientes seguir desarrollando una lucha desigual con la muerte en aquel día con han reído cylon ya había visto lo mejor de su caballería destrozado había cruzado la frontera sudeste de cylon y con cinco mil caballeros hasta llegar a ofir donde yo a su antigua aliado el rey ama rush de ofir enfrentado a él junto con las oeste de extra bonos el rey de coche se dio cuenta de la trampa demasiado tarde todo lo que podía ser un nombre con cinco mil jinetes contra los treinta mil caballeros arqueros y lanceros que servían a los conspirador es se lanzó con sus jinetes armados sin arqueros ni soldados de infantería contra las oeste es atacantes los caballeros de las fuerzas enemigas en sus brillantes gotas de maya cayendo ante las lanzas destrozó a una parte de sus enemigos hasta que finalmente los atacantes lo rodearon los quiero se de estar abonos causaron estragos entre sus hombres abatiendo los junto con sus caballos mientras los lanceros cotilleos los mataban en el suelo finalmente las fuerzas de conan fueron vencidas porque sus enemigos los aventajan en usa clónicos no huyeron murieron en el campos de batalla de los cinco mil caballeros que acompañaron a con el nací el sur ni uno solo abandono vivos la planicie llama y ahora el rey estaba las hecho entre los cuerpos destrozados sus hombres que apoyaba en la espalda contra un montón de hombres y de caballos muertos los caballeros fideos guarda nacidos con cotas de malla doradas así en saltar a sus caballos por encima de los cadáveres para atravesar de honesto cada la solitaria figura y varios emiten de barba negra así como algunas caballeros cotilleos de piel oscura se encontraban a su alrededor se oía el sonido metálico del acero que crecí en intensidad la figura del rey sobresalía por encima de las de sus enemigos mientras atacaba con la ferocidad de un animal salvaje en seguida se vieron caballo sin jinete y esos pieza había un montón de cuerpos destrozados sus atacantes retrocedieron gateando con los rostros cenicientos ahora se veía los jefes conquistadores cabalgando en medio de las filas de sus hombres allí estaba extra bonos cara ancha y oscuros y ojos astutos ama el plus traidor y peligroso como una coopera sota adelante delgado como un buitre vestidos con ropas de seda de ojos negros y brillantes se contaban oscuras leyendas acerca de este fichero coti las mujeres de las aldeas del norte y del oeste asustaba en a sus niños mencionando su nombre y los esclavos rebeldes eran metidos más rápidamente que el látigo si se les amenazaba con venderlos azota adelante la gente decía que tenía una biblioteca llena de libros de magia negra encuadernado con la piel de sus víctimas humanas que traficaba con los poderes de las tinieblas en los oscuros sótanos de su palacio entregando a jóvenes esclavas a cambio de secreto infernales él era el verdadero soberano de con contemplaba con una siniestra sonrisa en el rostro como los reyes frenada en sus caballos a una distancia segura con la taciturno una figura que se alzaba por encima de los muertos hasta el nombre más valiente retrocedi al ver el brillo asesino que brotaba de los fogosos o ojos azules que asomaban por debajo del casco rostro oscuro y lleno de cicatrices de conan ardía de odio