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Comentarios
Querido Eduardo: Ya sabes la enorme dosis de admiración que tengo por ti y tu trabajo, así que no te lo voy a reiterar. Lo que sí que te voy a contar es que tanto me convences que ¡me voy a ir de vacaciones! ahora que ya han vuelto cuasi todos jeje... Ya sabes que a mí mi trabajo me provee de tanta satisfacción que lo que me es difícil es desconectar, pero lo voy a hacer. Con respecto a la historia de esta mujer adorable, comentar que, no tiene que sentirse mal ¡todo lo contrario! que se pregunte ¿Cuánto estudió Richard Branson o Steve Jobs? y tantos otros que colgaron sus estudios y siguieron sus PA-SIO-NES. También me permito sugerirle que busque una foto de la niña que fue y, a la cual todavía lleva dentro. Que le regale muchos te quieros y todos los mimos del mundo, que la mire al espejo y la felicite por todo lo que ha alcanzado, que seguro es muchísimo. Tal y como le dices tú, cuando esperamos ser validados por los demás, la vida no es tan dulce como cuando nos validamos a nosotros mismos desde el Amor y la Compasión. Todos, absolutamente todos hemos avanzado mucho desde que nacimos. Tan sólo debemos sentarnos a contemplarlo y celebrarlo. Gracias infinitas por estar ahí, transformando a aquella que puede ser nuestra mejor amiga o peor enemiga: LA MENTE. Si impedimos que se desboque escuchando demasiado el exterior, es un Ser amable con el que convivir hasta el último suspiro. Muchos besicos desde Zárágózá!!! MJo