Cómo Ser Feliz

Como Ser Feliz

En honor a la verdad, ser feliz es un tema sumamente complejo además de profundamente relativo. Precisamente esta complejidad tiene que ver con muchos factores y variables, más sin embargo, dentro de toda esta variedad de datos, existe un factor por el que la mayoría de las personas NO es feliz, a pesar de tener circunstancias y condiciones de sobre para ser feliz.

Es decir, no quiero herir susceptibilidades y además entiendo que no siempre se puede estar feliz, pues las situaciones que surgen dificultan este proceso.
Sin embargo, existen millones de personas que darían cualquier cosa por estar en la posición en la que tu estás, y además se sentirían felices de estar ahí, en tu lugar, en tus zapatos, etc, porque realmente sus circunstancias son verdaderamente terribles y muchísimo peor que la tuya probablemente.
Ahora, ¿Cuál es ese factor que muchas veces no nos deja sentirnos felices a pesar de que existen razones para estarlo?
Esta es la pregunta que conscientemente deberíamos hacernos…
Y la respuesta tiene que ver con un asunto prácticamente cultural…
La cultura nos enseñó a condicionar la felicidad, la cultura no nos enseño a disfrutar el camino, el viaje, eel tránsito hacia eso que queremos, etc. Sino que nos enseño a condicionar la felicidad a cuando se llega al destino del viaje, y esto, pues obviamente nos hace percibir la felicidad como algo que solo podemos experimentar cuando obtenemos eso que hemos deseado previamente. ¿Cierto?
Visto de esta manera entendemos, que después de celebrar viene la calma, y entramos nuevamente en el estado anterior, el acostumbrado, o sea, el de la infelicidad.
¿Pero que tal si experimentáramos la felicidad en el camino, en el tránsito, en el trayecto hacia nuestros objetivos, inclusive se logren o no?
¿Qué tal si nos hubieran enseñado a ser felices solo por el hecho de estar luchando por conseguir algo?
Sería muy diferente por ejemplo: “Cuando compre mi casa seré feliz” a: “Soy feliz porque estoy luchando por conseguir mi casa” ¿Cierto?
Es muy distinto pensar: “Soy feliz porque estoy estudiando” a decir: “Cuando me gradúe seré feliz”. ¿Lo ves?
Es muy diferente porque el trayecto ya de por si, generalmente es un espacio de tiempo prolongado, en cambio la consolidación de la meta generalmente es un espacio de tiempo muy finito…
Ahora, esta sociedad es una sociedad de consumo. Con esto me refiero a que los seres humanos nunca nos sentimos de alguna manera completos. Siempre queremos lo que los anuncios de TV nos muestran, los estereotipos, las marcas, etc.
De tal manera que si queremos tantas cosas, de alguna forma condicionamos nuestra felicidad al momento en que consigamos esas cosas…
Queremos estar más delgados, vernos más jóvenes, tener el último carro, la ropa de moda y de marca, viajar, graduarnos, casarnos, tener hijos, o divorciarnos y ser libres, comprar el TV plasma, el ultimo IPhone, o el IPad, etc…
Nada de esto es malo… Esto está bien y es interesante el que ambicionemos cosas, planifiquemos para conseguirlas y trabajemos en PRO de las mismas, optimicemos el plan, enderecemos el camino cuando lo torcemos, persistamos y finalmente lo cristalicemos como una realidad. Esto es parte de la vida y de triunfar en aspectos de la misma, pero…
No podemos condicionar la felicidad solo al mero hecho de conseguir estas cosas… Debemos aprender a ser felices en el trayecto de conseguir estas cosas. El solo hecho de saber que queremos y estar en la búsqueda de dichos objetivos, ya debe ser motivo suficiente para sentirnos felices.
Inclusive, cuando ocurren errores, cuando nos equivocamos, nos tropezamos, etc. Debemos sentirnos aún felices y pensar que es parte del mismo proceso. No condicionar nuestra felicidad a no tener tropiezos porque esto es sencillamente imposible.
Y este factor de condicionar la felicidad, peligrosamente se concatena con un mal hábito, el cual suma en contra de nuestra felicidad, y es el hecho de “Poner nuestro Punto de Enfoque” en lo que no hay, en lo que nos falta, en lo que no está bien, etc.
¡Y así es muy difícil ser feliz! Porque en un mundo multi-factorial como este, las probabilidades de que tengamos todo y que todas las cosas estén como queremos, como poco es literalmente imposible.
Así que debemos comenzar a valorar las cosas que tenemos, poner el foco en lo que hay, en lo que suma, en lo que aporta, etc. Y ver lo que no tenemos como posibilidades que se disfrutan en el mismísimo camino, inclusive aún antes de obtenerlas, con lo que terminamos siendo felices, consigamos o no el objetivo. ¿Lo ves?
Es decir, permanecemos más tiempo felices, y además nos adueñamos a voluntad de esa condición...