MENSAJE DE DIOS PADRE
Un tiempo, en el Antiguo Testamento, los hombres se comportaban como animales, no conservaban ninguna sen?al que indicara en ellos su dignidad de hijos de Dios, su Padre. Y asi?, para hacerles saber que queri?a elevarlos a la gran dignidad de hijos de Dios tuve que demostrar una severidad a veces espantosa.
Ma?s tarde, cuando vi que algunos eran bastante razonables y que podi?an entender finalmente que habi?a que establecer algunas diferencias entre ellos y los animales, comence? entonces a colmarlos de beneficios y a concederles la victoria sobre los que todavi?a no reconoci?an y conservaban la dignidad de ellos. Y como el nu?mero de ellos aumentaba les mande? a mi Hijo, adornado con todas las perfecciones divinas, dado que era el Hijo de un Dios perfecto. Fue e?l el que les trazo? el camino de la perfeccio?n, por e?l os he adoptado, con mi amor infinito, como verdaderos hijos, y despue?s no os he llamado ma?s con el simple nombre de criaturas sino con el nombre de "hijos"*.
Os he revestido con el verdadero espi?ritu de la nueva ley, que os distingue, no so?lo de los animales como a los hombres de la antigua ley, sino que os eleva por encima de aquellos hombres del Antiguo Testamento. A todos os he elevado a la dignidad de hijos de Dios, si?, vosotros sois mis hijos y tene?is que decirme que soy vuestro Padre; pero tened confianza en mi? como hijos porque sin esta confianza no obtendre?is nunca la verdadera libertad.
Os digo todo esto para que reconozca?is que he venido para esta obra de amor, para ayudaros potentemente a sacudir la tira?nica servidumbre que aprisiona vuestra alma y para haceros saborear la verdadera libertad, de la cua?l proviene la verdadera felicidad, que en comparacio?n con ella todas las alegri?as de la tierra no son nada. Elevaos todos hacia esta dignidad de hijos de Dios y respetad vuestra grandeza, y yo sere? ma?s que nunca vuestro Padre, el ma?s amable y el ma?s misericordioso.
He venido para traer la paz con esta obra de amor, si alguien me glorifica y se confi?a en mi?, hare? descender sobre e?l un rayo de paz en todas sus adversidades, en todas sus turbaciones, en sus sufrimientos y en sus aflicciones, de cualquier tipo, sobre todo si me invoca y me ama como su Padre.
Si las familias me glorifican y me aman como su Padre, yo les dare? mi paz y con ella mi providencia. Si los trabajadores, los industriales y los diversos otros artesanos me invocan y me glorifican, yo dare? mi paz, me mostrare? como Padre amorosi?simo y con mi potencia asegurare? la salvacio?n eterna de las almas.
Si toda la humanidad me invoca y me glorifica hare? descender sobre ella el espi?ritu de paz, como un roci?o bienhechor. Si todas las naciones, como tales, me invocan y me glorifican, no tendra?n ma?s nunca discordias ni guerras, porque yo soy el Dios de la paz y alla? en donde yo estoy no habra? guerra.
REFLEXION
¿Continuaremos creyendo que Dios esta? alejado de nosotros y que gobierna el mundo al estilo del viejo Ju?piter que, como duen?o irascible y violento, daba o?rdenes y lanzaba rayos cuando los hombres no obedeci?an en forma inmediata sus o?rdenes?
Por el contrario, de los ejemplos que hemos citado, salta a la vista una realidad bien distinta: Dios es una Padre infinitamente delicado, que busca salvar por todos los medios a sus hijos de las consecuencias producto de sus grandes culpas.
Pero para hacer entrar en el campo de juego a su Misericordia tiene necesidad de alguien que, en la tierra, haga resonar los latidos de su Corazo?n de Padre e interceda por los hermanos *“cautivos”*.
Si esto era en el Viejo Testamento, tanto ma?s resultara? ahora, despue?s de la venida del Hijo, que se nos manifesto? en la plenitud del Corazo?n del Padre, aunque nosotros todavi?a no lo hemos alcanzado a comprender.
El Padre esta? de nuestro lado*.....Pobre Jesu?s, ¡que? mal ha sido recibido tu mensaje! ¡Pobre Padre nuestro, que sacrificaste a tu u?nico Hijo para volver a abrazar a todos tus hijos y para escucharte llamar *“Papa?”* por todos ellos!
¡Que? mal hemos acogido el Amor que nos vinieron a dar, un Amor que pone totalmente al servicio de los hijos para hacerlos crecer en el Amor! *“Este es mi Cuerpo, esto es mi sangre, la sangre de la Alianza, que es derramada por muchos, para el perdo?n de sus pecados.”* _(Mt 26.26)_
*“Yo te dare? las llaves del Reino de los Cielos: lo que ates en la tierra quedara? atado en el Cielo, y lo que desates en la tierra quedara? desatado en el Cielo.”* _(Mt 16.19)_
*“Asi? todo lo que pidan al Padre en mi nombre, e?l se lo concedera?.”* _(Jn 15.16)_ *“Asimismo yo les digo: si en la tierra dos de ustedes se ponen de acuerdo para pedir alguna cosa, mi Padre Celestial se lo concedera?.”* _(Mt 18.19)_
Por todo cuanto hemos manifestado, sin dejar de mencionar que en las Escrituras existen muchi?simos otros ejemplos similares, se deduce con extrema claridad que DIOS OBEDECE AL HOMBRE, si este Le pide por Amor cualquier cosa que sea en beneficio de nosotros.
Porque E?l es nuestro Papa? y si le pedimos cosas buenas, entonces estara? feliz de otorga?rnoslas; ma?s bien, es su propio Espi?ritu, actuando en nosotros, quien se las pide _(Rm 8.26)_
*Es la hora de la Misericordia*.. En la biografi?a del Santo cura d’Ars se lee que un di?a el demonio se le aparecio? y, en tono muy rabioso, le grito?: *“¡Ya me has arrancado 70,000 almas!”*.
Era el fruto de una vida pasada en el confesionario, en oracio?n continua y vivida a base de papas cocidas sin sazonar.En la biografi?a de la madre Faustina de Kowalska se lee que, mientras estaba bordando, le pidio? a Jesu?s: *“¿Me hari?as un regalo? ¿Podri?as salvar a todos los que mueran hoy?”*.
Ante las objeciones de Jesu?s, que le haci?a notar que lo que pedi?a era una cosa muy grande, la madre objeto?: *“¿Por que?? ¿Acaso hay un li?mite a tu potencia de Amor?”*.
Y Jesu?s dijo su *“si?”*. Dijo *“si?”* a su propio Espi?ritu que le rogaba hacer dicho acto, actuando en la pequen?a Faustina. Intentemos hacer una comparacio?n *“racional”*: ¿existe una proporcio?n entre las 70,000 almas salvadas por el pa?rroco d’Ars, con una vida de extrema penitencia y las aproximadamente 300,000 almas que Faustina salvo? con un breve dia?logo?
Esta es la diferencia que pasa entre la espiritualidad de la penitencia y la de la Misericordia.
MEDITACION
Consideremos que ambas espiritualidades salvan almas, Dios se vale de todos nuestros actos e intenciones santas para intervenir y rescatar a sus hijos...El gran deseo del Padre como el de cualquier padre en la tierra es reunir a todos sus hijos sentados a la mesa en un encuentro sin fin. Pidamosle al Padre cada di?a que salve todas las almas del mundo para reunirnos todos algu?n di?a con EL.
Asi? que acerque?monos confiadamente al trono de la gracia para recibir misericordia y hallar la gracia que nos ayude en el momento que ma?s la necesitemos. (Hb 4:16)
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