Las tradiciones navideñas varían de un país a otro, pero casi en todos los eventos que celebran, la literatura está presente, es el caso de “La niña de los fósforos”, un cuento clásico para niños escrito por el poeta danés Hans Christian Andersen. La historia sucede en Nochebuena, y aunque nos gustaría que el final fuese otro, podemos extraer una moraleja del cuento, una lección de humanidad sobre aquellas personas que tienen menos suerte que nosotros.
EL CUENTO
La Niña de los Fósforos es una metáfora sobre el apego de la fantasía ante el dolor, algo parecido a un aliciente equivalente a cualquier enganche material o espiritual que tendemos a utilizar en momentos difíciles de nuestra existencia. En el cuento, al final pinta a la muerte como una victoria sobre lo demás. Historias como esta nos obliga a reflexionar sobre la otra cara de la navidad, para unos ostentosa, para otros miserable.
EL AUTOR
Hans Christian Andersen nació el 2 de abril de 1805 en Odense, Dinamarca. Su familia era tan pobre que en ocasiones tuvo que dormir bajo un puente y mendigar. Era hijo de un zapatero, instruido pero enfermizo, y de una lavandera de religión protestante. Andersen dedicó a su madre el cuento “La pequeña cerillera”, por su extrema pobreza, así como “No sirve para nada”, en razón del alcoholismo que padecía el padre.
Desde muy temprana edad, Hans Christian mostró una gran imaginación que fue alentada por la indulgencia de ambos padres y por la superstición de la madre. En 1816 murió su padre y Andersen dejó de asistir a la escuela; se dedicó a leer todas las obras que podía conseguir, entre ellas las de Ludwig Holberg y William Shakespeare.
Andersen decidió convertirse en cantante de ópera y se trasladó a Copenhague en septiembre de 1819. Una vez allí fue tomado por lunático, rechazado y prácticamente se quedó sin nada. Su voz le había fallado, pero fue admitido como alumno de danza en el Teatro Real de Copenhague, allí entabló amistad con Jonas Collin, el director del Teatro Real, que sería su amigo de por vida.
Posteriormente, trabajó para Jonas Collin, quien le pagó sus estudios. Aunque desde 1822 publicó poesía y obras de teatro, su primer éxito fue “Un paseo desde el canal” (1828). Su primera novela, “El improvisador”, o “Vida en Italia” (1835), fue bien recibida por la crítica. Viajó por Europa, Asia y África y escribió muchas obras de teatro, novelas y libros de viaje.
Un día de 1844 escribió:
“Hace veinticinco años llegué con mi atadito de ropa a Copenhague, un muchacho desconocido y pobre; y hoy tomé chocolate con la Reina”
Sus cuentos para niños continuaron apareciendo hasta 1872, cuando las últimas historias fueron publicadas en navidad. Durante la primavera de ese año, Andersen sufrió una caída desde su propia cama, lo que le produjo heridas graves. Nunca volvió a recuperarse del todo, y el 4 de agosto de 1875 murió en la casa llamada Rolighed, cerca de Copenhague donde está enterrado.
RECONOCIMIENTOS
Hans Christian Andersen recibió en vida muchos honores. En 1866, el rey de Dinamarca le concedió el título honorífico de Consejero de Estado y en 1867 fue declarado ciudadano ilustre de su ciudad natal. En su honor, desde 1956 se concede, cada dos años, el premio Hans Christian Andersen de literatura infantil y desde 1966, también de ilustración.
En 1976, el Astrónomo Nicolai Chernykh bautiza en honor a este escritor al asteroide 2476.
SU OBRA
La maestría y la sencillez expositiva logradas por Andersen en sus cuentos contribuyeron a la rápida popularización de éstos, sus más de 150 cuentos infantiles lo han llevado a ser reconocido como uno de los grandes autores de la literatura mundial.
Él usó un estilo para un lector infantil, con un lenguaje cotidiano y la expresión de los sentimientos e ideas del público infantil. Entre sus más famosos cuentos se encuentran:
El traje nuevo del emperador
La pequeña cerillera o la niña de los fósforos
El Patito Feo
El soldadito de plomo
La Princesa y el Frijol
La reina de las nieves
Las zapatillas rojas
El ruiseñor
El sastrecillo valiente
La sirenita.
Han sido traducidos a más de 80 idiomas y adaptados a obras de teatro, ballets, películas, dibujos animados, juegos en CD y obras de escultura y pintura.
Créditos del audio
Locución: Dunia Rodríguez.
Corrección de estilo: Xchel Aurora P. Palafox. Aurora Palafox León.
Logística en redes y apoyo técnico: Jairo León Pérez Palafox.
Adaptación y realización: Juan Manuel Pérez Guzmán para radio UJAT 107.3 F. M. de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco.
Escuchemos pues “La niña de los fósforos”
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Comentarios
execelente, me encantó