Diana Uribe - Historia de España - Cap. 02 La Marca de Espa?ña
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Comentarios
Soy un seguidor de Diana desde hace muchos años. Me encanta como narra y estoy reescuchando muchos capitulos, pero en este capítulo hay más rencor que información. Me a decepcionado
menuda invencion de la historia. ni los hermanos Marx . una verguenza
Bravo, Diana. Bravo.
Que confusion de datos... Que tendrá que ver el reino de Asturias con la Marca Hispanica de Carlo Magno??? He tenido que dejar de escucharlo porque confunde más que informa...
España fue uno de los países de Europa en donde más tarde se produce la expulsión de los judíos.
lo que conocemos de España no es lo que era al Andalus, más bien la Hispania romana..
A mí me encantado de verdad me tapas preguntas que me hacia . Y ella es una fenomena como lo vive . Gracias de verdad
Partiendo de lo que ya comenté en el primer capítulo, es decir, que la narración de Diana Uribe es parcial, apasionada y política y que no pasa nada siempre que lo tengamos presente, voy a tratar de revisar con serenidad algunos puntos muy problemáticos que plantea este podcast. Que conste que lo hago por mí, por la devoción que le tengo a la Historia como disciplina de pensamiento y, por supuesto, por el gran amor que le tengo a mis raíces. Este amor nunca me ha impedido ser crítica con España, más bien todo lo contrario, pero a veces es necesario poner los hechos en un lugar más ajustado a su realidad histórica. Lo primero que voy a señalar es que Uribe demuestra una doble moral que le hace interpretar el complejísimo mundo hispanoárabe desde sus propios prejuicios, de manera que un mismo hecho le merece un juicio diferente dependiendo de quien lo ejecute o dónde se produzca. Un ejemplo: supongamos que hay un territorio donde habitan desde hace siglos unas determinadas comunidades con su acervo cultural, sus normas de uso social y comercial, su religión, sus formas políticas y artísticas, etc. En un momento dado, un pueblo extranjero entra en estos territorios y los conquista con el uso de la fuerza militar. La segunda fase de la conquista es más calmada aunque no exenta de conflictos: entre los pueblos que habitaban originalmente esas regiones existían ya peleas intestinas, situación que favorece al pueblo invasor. Poco a poco empieza a operar la inercia natural del contagio, el mestizaje, los acuerdos políticos, los intercambios comerciales que favorecen a unos y otros, el reconocimiento mutuo de virtudes y defectos, etapas de duros enfrentamientos, oposición, imposiciones tributarias por parte de los más fuertes, alternancia de la hegemonía política, etc. Al correr del tiempo, uno de los bandos termina imponiéndose sobre el otro, entre otras cosas porque el desgaste hace mella y porque es ley natural que todo lo que empieza acabe. En cualquier caso, siempre hay asimilación por ambas partes. Pues bien, lo que dice Diana Uribe es que este proceso de conquista de la Península Ibérica por el Califato de Damasco es positivo, mientras que la conquista del Nuevo Mundo por parte de la Corona de Castilla es negativo. Que quede claro que yo no estoy diciendo si a mí me parece positivo o negativo, lo que digo es que Diana Uribe lo hace, incurriendo en una contradicción que delata sus prejuicios y que es importante tenerlo en cuenta a la hora de escucharla. Más problemas de este podcast: habla de ‘exterminio’ del pueblo árabe y judío por parte de los cristianos de la Península. Mucho cuidado con las palabras porque el lenguaje nunca es inocente. Ocho siglos de convivencia, intercambio y mestizaje dan para mucho y en esta historia cabe hablar de luchas por la hegemonía de una parte y de otra, pero NUNCA de exterminio. Y otra vez el doble rasero moral: que los pueblos de tradición cristiana de la Península luchen por recuperar lo que consideran sus territorios y sus costumbres es negativo y un síntoma de etnocentrismo y arrogancia moral, pero que los pueblos americanos hagan lo mismo frente a la Corona de Castilla es positivo y un síntoma de coraje y autodeterminación. Es fundamental que se entienda que yo no estoy juzgando una cosa u otra pero que sí lo hace Diana Uribe. El problema es que Uribe no afronta el problema de los Imperios como estructuras históricas complejas, sino que los evalúa moralmente y no logra distanciarse emocionalmente. Por eso desde su punto de vista los Califatos árabes, el Imperio Azteca y el Inca son positivos, mientras que el Español es nefasto. Primero confunde Imperio con Imperialismo y más tarde lo hará con Colonialismo. Pero entiendo que este es un tema muy sensible, así que lo dejaré para el podcast número cinco donde habla de la conquista de América proceso al que, ya aviso, no pienso santificar ni dulcificar pero si poner en un sitio más justo. Visto a ojos contemporáneos, la expulsión de los judíos nos parece aberrante. Evitar hacer esas proyecciones morales es precisamente la labor de un buen historiador porque lo importante es intentar entender el contexto en el que ocurren este tipo de dramas. Juzgarlas desde el siglo XXI es demasiado fácil y demasiado cobarde. En cualquier caso, vayamos a los archivos y seamos justos porque la narración de Diana Uribe induce a pensar que el prejuicio racial era exclusivo de los pueblos peninsulares: en el año 1140 los Almohades (musulmanes) prohíben la práctica del judaísmo en Al-Ándalus; en 1182 Francia decreta la expulsión de los judíos y la confiscación de sus bienes; en 1290 se ordena su expulsión de Inglaterra; en 1421 se ordena en el Archiducado de Austria la persecución, quema, expulsión, confiscación de bienes judíos y conversión forzosa de los niños. Le siguen Italia, Portugal, Lituania, etc. La Corona de Castilla y la de Aragón decretan la expulsión de los judíos en 1492, es decir, 350 años después que los Almohades. Por si alguien piensa que el prejuicio fue exclusivamente católico, aquí va lo que especificaba el Consejo Honesto que redactó Lutero para tratar con los judíos: incluía quemar todas las sinagogas, destruir sus libros sagrados, prohibir que los rabinos enseñaran, destruir sus hogares, prohibir el ingreso de los judíos a los caminos y mercados, prohibirles conceder préstamos, incautar sus propiedades, obligarles a hacer trabajos forzados y expulsarlos de sus ciudades. En palabras de Diana Uribe “la España que nosotros conocemos es la gótica”, es decir, la España que despreció a los árabes, a los judíos, a los gitanos y toda su influencia. Pero al tiempo que dice eso dice justo lo contrario: que España es árabe, judía, gitana, gótica y también romana, germana, celta, íbera y fenicia. O sea que reconoce que, mal que le pese a ella, los pueblos de la Península asimilaron bastante bien estas culturas de las que hoy nos sentimos tan orgullosos los españoles, incluida la americana que tanto nos enseñó. Decir que España es solo gótica es ignorar la historia de este pueblo para adelante y para atrás, es juzgarlo y malinterpretarlo. En ningún libro de texto escolar se oculta la riqueza de nuestro pasado multicultural, en ninguna conversación de café se desprecia este tesoro sino, más bien, todo lo contrario, lo exhibimos con alegría y orgullo por ser un privilegio y por sentirnos parte de él. Decir que en España se desprecia a las culturas latinoamericanas, como dicen algunas personas en este foro, es juzgar a España desde el dolor del siglo XVI, un dolor al que tienen derecho pero que parece quedar vetado para los pueblos peninsulares que trataban de recuperar su espacio tras las conquistas musulmanas. Queda en el aire la incógnita de por qué Uribe decide iniciar su historia de España en el momento de la conquista árabe y no antes, mucho antes.
Las canciones de fondo le quitan mucha calidad a la audicion. A parte del sur de andalucia no creo que haya habido muchos cruces entre musulmanes y cristianos. como en la actualidad tampoco los hay y eso que hay una convivencia tolerante.
una visión general de cómo se forma la España,. sus raíces y sus costumbres. Negar que hubo mezclas de razas y de culturas no se puede. Cómo negar que los catalanes se han mantenido como comunidad autónoma?