Dossier Especial Basado en Hechos Reales: Psicokillers en el cine VOL.1 Ed Gein

• Karmele Pérez Ovilo
• Sáb, 21/11/20 11:09

Antes de digerir la brutalidad de estos hechos reales, necesito respirar por el único agujero que hay en mi celda de aislamiento, la ranura de la puerta por donde me dan de comer. Me tumbo en el gélido colchón sito en el suelo imperturbable y reflexiono. En muchas ocasiones, estos PK “Psicokillers” suelen ser personas con carencias, sean afectivas, o a veces, siguen patrones característicos de aquellos que sufrieron maltratos y viven en entornos muy severos, marcándoles de por vida y desatando su lado macabro. El asesino en serie se define por tres o más asesinatos en periodos temporales diferentes y con lapsos de tiempo de enfriamiento en cada homicidio. Los actos de agresividad impulsiva intermitente o episódica son característicos del Trastorno explosivo intermitente, si bien se ha comprobado en un estudio hecho con varios sujetos que con un escáner se ve claramente la diferencia en el cortex prefrontal que carece casi de actividad y de masa gris y por contra la amígdala cerebral funciona a más velocidad existiendo mayor activación del sistema límbico. Los Gein se trasladan en 1913 intentando llevar una vida normal, granja con matadero incluido. Este intento de cambio de vida no hace sino seguir empeorando la situación ya venidera, los años pasaban y ambos hermanos crecían en un entorno sin apego, con experiencias traumáticas y un mundo interno privado de pensamientos y fantasías. Muerto su padre, ambos hermanos rondando los 30, se quedan a cargo del negocio, teniendo sin embargo una limitación, la prohibición absoluta por parte de su madre con cualquier ente femenino o semejante, desatando intrínsecamente una misoginia matadora en Ed. Con el tiempo desarrolla un complejo de Edipo extravagante. Tras la muerte del hermano mayor, muere la madre al año siguiente, de forma que marcado por su independencia materna y sin saber qué hacer y cómo vivir… se volvía cada vez más esquivo y asocial. Desaparecida Mary, la camarera, Bernice la dueña de la ferretería también, y tras un descuido fárragoso lleno de pistas sin sentido y descuidado, la policía pudo descubrir en aquella un cuerpo colgado y decapitado, abierto en canal… era Bernice. Todo aquello que te puedas imaginar que se pueda realizar con partes humanas, tal era su fetichismo, que se encontraron cuencos realizados con cráneos, cordón de ventanas hechos con labios, cinturón con pezones… El imaginario de un asesino queda lejos de nuestra realidad que no llena su fantasía, de forma que repite el patrón hasta poder alcanzar el resultado que satisfaga la experiencia subjetiva de dominación. Tal era su distorsión de la realidad, del bien y del mal, esa ausencia de culpabilidad, ese SUPERYO primitivo que nos describe Freud y que ha sido desarrollado seguramente en su etapa infantil, existiendo una defusión de los “YOS”. Hago referencia aquí a la conocida  folié raisonnante de Philippe Pinel que publicó en 1801 en un Tratado Médico-Filosófico sobre la Aliénation Mentale dejando huella en los coetáneos acuñando el término manie sans délire (manía/locura sin delirio) para referirse a los que hoy denominamos como psicópatas. Este autor subrayó que algunos pacientes realizaban actos impulsivos y auto-punitivos, aunque su capacidad de razonamiento estaba intacta y se daban cuenta de la irracionalidad de lo que estaban haciendo. Freud dijo que tales acciones se producen precisamente porque están prohibidas y, al llevarlas a cabo, la persona disfruta de una sensación de alivio mental, una vez que han cometido la acción prohibida, la opresión se mitiga. Dicho esto y con ganas de más hechos reales terminamos haciendo mención a la afasia semántica descrita por Cleckley en la que destacan 16 rasgos que en la edición de 1976 nos ofreció este autor sobre los que él consideraba como psicópatas "subclínicos", descripciones que realizó tras largas observaciones de años de trabajo con pacientes de su propia consulta. “Quizás no insistamos lo suficiente cuando volvemos a recordar que psicopatía no es sinónimo de criminalidad o, en otras palabras, que ni todos los psicópatas son delincuentes, ni todos los delincuentes son psicópatas” Raine A, Sanmartín J, editores. Violencia y psicopatía. Barcelona: Ariel; 2000.  Me quedo con Anthony Hopkins como mi actor preferido para estos lares en los que andamos.

• Gus
• Dom, 15/11/20 10:04

Magnífico programa acerca de uno de los asesinos perturbados más famosos de la historia, la película, la vi hace tiempo y me gustó mucho, creo recordar que termina con imágenes reales del propio Ed Gein, las tres películas recomendadas son indispensables en toda filmografía del horror. Curioso el caso de La matanza de Texas que no saca ni una escena gore y juega con la atmósfera y la mente del espectador y consigue su objetivo. El maestro King hace una referencia a Ed Gein en El juego de Gerald, aparece un personaje perturbador que en la novela te pone los pelos de punta. Magnífico programa, un abrazo de este oyente constante.