Has elegido rechazar las cookies basadas en consentimiento que utilizamos principalmente para gestionar la publicidad. En adelante, para acceder a nuestra web tienes que elegir alguna de las siguientes opciones.
Premium
3,99 €/mes o 39,90 €/año
Sin publicidad y mucho más
Plus
Por 9,99 €/mes
Contenido exclusivo y sin publicidad
Si has cambiado de idea, puedes aceptar las cookies y continuar usando iVoox de forma gratuita.
Con tu consentimiento, nosotros y nuestros 813 socios usamos cookies o tecnologías similares para almacenar, acceder y procesar datos personales, como tus visitas a esta página web, las direcciones IP y los identificadores de cookies. Algunos socios no te piden consentimiento para procesar tus datos y se amparan en su legítimo interés comercial. Puedes retirar tu consentimiento u oponerte al procesamiento de datos según el interés legítimo en cualquier momento haciendo clic en ''Obtener más información'' o en la política de privacidad de esta página web.
Nosotros y nuestros socios hacemos el siguiente tratamiento de datos:
Almacenamiento y acceso a información de geolocalización con propósitos de publicidad dirigida, Almacenamiento y acceso a información de geolocalización para realizar estudios de mercado, Almacenar la información en un dispositivo y/o acceder a ella , Datos de localización geográfica precisa e identificación mediante análisis de dispositivos , Publicidad y contenido personalizados, medición de publicidad y contenido, investigación de audiencia y desarrollo de servicios , Uso de cookies técnicas o de preferencias.
Comentarios
Para que no se diga que lanzo la piedra y escondo la mano, daré un ejemplo de graves turbulencias a derecha e izquierda. A derecha citaré el caso Minutella, sacerdote recientemente excomulgado, y a izquierda, el caso del obispo Marx, a punto de provocar un cisma. Cualquiera que tenga curiosidad en comprobar cómo estos dos casos son expresión de sendos maremotos que están a punto de anegar el Vaticano puede hacerlo fácilmente gracias a Internet. ¿Don César los desconoce? No creo. Aunque quizá sea lo que he dicho, que con tanto prejuicio no ve más allá de sus narices evangélicas.
Decir que en la Iglesia Católica no hay ninguna "guerra civil" y que es todo una balsa de aceite sin disidencias porque es un Estado fuertemente jerarquizado, es no tener ni pajolera idea de lo que se está cociendo en el mundo católico de hoy. Con estos asuntos eclesiales, como en tantos otros derivados, los prejuicios personales le ciegan, don César, y le impiden ver más allá de sus narices. Y hace que se equivoque de cabo a rabo, claro.