Cuando adquirimos un determinado objeto para adornar, embellecer o que nos resulte útil en nuestra casa no pensamos ni por asomo que haya detrás una historia enigmática o tétrica que después nos haga como poco estremecernos. En los objetos nuevos esto es bastante improbable, pero en los nuevos lo es menos. Los mismos siempre tienen unas historias que aparentemente les hace ser más atractivos. Por otra parte, ocurre que las personas con un mayor poder adquisitivo se sienten impulsadas a comprar lo que muchas veces no les hace falta. Lo adquieren simplemente por un capricho que no pueden o no saben controlar. Se enamoran evidentemente por algo que les llama la atención y sencillamente se lo llevan a su hábitat. Allí lo suelen colocar en un lugar bien visible para solaz y regusto suyo. Con el paso del tiempo "pueden que les suceda" situaciones cuando menos curiosas o incluso desagradables, y hasta dramáticas. Usualmente piensan que es por azares del destino o de la vida misma. No se detienen ni siquiera a elucubrar que aquel jarrón, cuadro está hechizado o embrujado, que en el fondo existen leyendas que ni siquiera oteamos. En la muy excelente novela "El espejo egipcio" de la brillante y magnífica escritora Pilar González se suelen dar una serie de hechos, de situaciones que se asemejan a la introducción con la que he iniciado este "comentario" amigos y amigas internautas y oyentes de nuestras "Letras Encadenadas". En la narración de "El espejo egipcio", que es una autoedición, se dan dos historias: una pasada y otra presente que tienen el mismo núcleo y que están muy excelentemente entrelazadas, hilvanadas. Por ellas aparecen personajes históricos como el faraón Akenatón, Nefertriti, el rey de Granada Yusuf I o el militar Gonzalo Fernández de Córdoba también llamado "El gran capitán". Caminando por sus capítulos podemos apreciar que "El espejo egipcio" es una novela unas veces fantasiosa, de fantasía y otras negra y policiaca. Los escenarios en que se desarrollan son muy bellos: Grazalema uno de los pueblos más bonitos no solo de Andalucía sino de España. Granada, Sevilla. La historia que Pilar González arma, construye está llena de intriga, dramatismo, tensión y también romanticismo, lo que le hace ser muy amena, atrayente y envolvente. No crean que "El espejo egipcio" tiene dosis de "novela histórica". Ni mucho menos. Evidentemente por la narración transitan personajes históricos, pero Pilar González muy excelente y sabiamente ha sabido modificar lo que realizaron en pro de la trama, de dotar a la novela de más intensidad, fuerza y amenidad. Yo les aliento a que la lean y la compren, porque estoy convencido que sumergiéndose en ella se van a dejar atrapar por un lenguaje fluido, cercano y asimilable. "El espejo egipcio" de Pilar González. Autoedición va a estar en los privilegiados estantes de la biblioteca radiofónico- sonora en por supuesto "Letras Encadenadas".
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