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Comentarios
Que las dos economías más importantes de España y en principio preparadas para acoger proyectos de mayor calidad vayan a vender su alma al diablo por esta aberración mafiosa disfrazada de centro de congresos es síntoma no de que estamos muy mal en lo económico, que ya lo sabemos y de qué manera, sino de que estamos mucho peor en lo moral. La marca España hoy solo puede aspirar a tener los dos equipos de fútbol más potentes del planeta y el Eurovegas. Patético. Luego que no me vengan los políticos con el rollo de la economía de valor añadido, el fomento de la emprendeduría, la I+D, la recuperación de la economía productiva... porque es para darles en la jeta hasta romper la vara.