Ser hijo de...
Después de ver las reacciones a mi último Hilo, LOS MUERTOS QUE VOS MATASTEIS GOZAN DE BUENA SALUD, no me resisto a seguir hablando de ese político que sin merecerlo, sus pecados son los mismos que cometieron sus predecesores, confiando en aquellos menos indicados, ha sido maltratado y humillado por los de fuera y lo que es peor por los de dentro de su propio partido. Solo nos tendremos que remontar a las pasadas elecciones municipales para presenciar esa cacería a veces inhumana contra nuestro personaje de hoy. Candidatos de otros partidos, por no hablar de compañeros de fatigas, medios de comunicación y una opinión pública mediatizada, pero que ni siquiera conocían a nuestro protagonista y que solo hablaban por lo que les llegaba por boca de terceros, coincidieron en el tiempo en la necesidad de apartar de la política a nuestro personaje, como si fuera un apestado, montándose a su alrededor una conjura de necios cualquiera. A estas alturas, me imagino que habrán averiguado a quien me estoy refiriendo, sí, aciertan aquellos que han pensado en Sebastián Pérez. Nunca, ser hijo de... ha pasado tanta factura, ni en el pasado ni el presente como se la ha venido pasando al ex presidente provincial del Pp, que error el suyo de dejar la presidencia, por el hecho de ser hijo de ese gran hombre y gran granadino que fue Sebastián Pérez Linares. Vomitivas las opiniones vertidas por entonces por algún que otro articulista contra el padre e hijo. Ya sabemos que por desgracia en este país ser hijo de franquista está marcado a fuego en la piel de uno, claro si eres de derechas, y por mucho que uno se entregara a servir a los granadinos siempre será recordando por ser un franquista y cuya memoria hay que enterrar para siempre y sus hijos marcados y señalados de por vida, por ser hijo de... pero si eres de la izquierda donde se prodigan muchos e importantes cargos, de padres franquistas lo desmienten o simplemente los hacen desaparecer de la foto ,como Stalin hacia desaparecer a los que osaban discrepar de él, eso por no hablar de aquellos cuyo padre han sido terroristas formando parte de bandas criminales como el FRAP y hoy tratados como héroes.
Pasados al margen, no deja de llamar la atención que desde el Pp no se supiera valorar la valía y el trabajo realizado al frente partido a los largo de la última década Pérez Ortíz , aun estando de acuerdo con sus detractores que Pérez Ortíz pudo pagar aquel empeño suyo al mantener y apoyar a un determinado núcleo duro dentro del partido en detrimentos de aquellos que por uno u otro motivo fueron perdiendo peso y protagonismo dentro del PP, estos hicieron y aún hacen mal en olvidar que todo lo que son a día de hoy se lo deben en gran parte al entonces presidente que apostó por ellos por encima de otros militantes del partido. A veces y con razón se acusaba a Sebastian Pérez de tener solo oídos para escuchar los consejos de ese sector encabezado por el inefable alcalde de Guejar Sierra ayer incondicional de Sebastián Pérez y hoy brazo ejecutor de García Egea y Pablo Hispan para enterrarle, dejándole hacer y deshacer a su antojo, mientras se miraba con recelo a todo aquel que pudiera mostrar sus discrepancias acerca de determinada decisiones que se vinieron produciendo a lo largo de los últimos años. Procesos como la celebración del último congreso provincial o la posición adoptada por Sebastián Pérez durante el último congreso nacional manteniéndose al margen a la hora de apoyar a una determinada candidata a la que se apoyaba desde la dirección regional, por no hablar de la confección de las lista electorales en las pasadas generales y municipales contribuyeron en gran medida a crear ese malestar contra Pérez Ortíz y acabar llevando a éste a tener que abandonar la presidencia y perder todo el peso e influencia dentro del partido. Precisamente esa situación de debilidad y de soledad en la que se encontraba Pérez Ortiz fue la que contribuyó a que en el proceso de constitución del nuevo Ayuntamiento hace ahora un año, Pérez Ortíz no pudiera exhibir la fuerza suficiente para sacar adelante unos pactos que hubieran llevado al pp a ocupar de nuevo la alcaldía de Granada, me hubiera gustado ver sacar musculo al actual alcalde, ninguneando a unos y otros y engañando a tirios y troyanos, si el candidato popular se hubiera sentido fuerte y apoyado por su partido y no como ocurrió con un partido a nivel nacional, con un impresentable García Egea, pasando de los intereses de Granada para cerrar acuerdos en Málaga o Murcia y usando a nuestra Granada como una mera moneda de cambio. Pero la memoria en estos casos es frágil, y a nadie dentro y fuera del partido parece interesar el trabajo de Pérez Ortiz durante una década al frente del partido y sobre todo fijarse en la gestión de Pérez Ortiz al frente de la Diputación Provincial, y es que no deja de llamar la atención, que nadie dentro del PP granadino reivindique el papel de gestor de Pérez Ortiz, y presuma y reivindique la talla de nuestro personaje cuando tuvo la oportunidad de presidir una institución como la diputación Provincial. No estaría mal recordar que ante una situación de precariedad como la que viene padeciendo nuestro ayuntamiento con una deuda superior a los 300 millones, el entonces presidente fuera capaz de dejar una Diputación con más de 30 millones de superávit tras haberla cogido con una deuda de 50 millones. Una gestión está que debería haber bastado para que al menos se le hubiera consultado a la hora de elaborar los presupuestos de Granada y no dejándole al margen como ha ocurrido recientemente. Pero claro eso no importa a día de hoy, hoy lo que importa, dicen es acabar con personajes que como Pérez Ortíz, quien apenas cuenta con 55 años, representan el pasado, para apostar por nuevas caras y por las nuevas generaciones, claro que en nuestro caso no deja de llamar la atención que esas nuevas caras no son tan nuevas al aparecer la mayoría de ellos durante esta última década formando parte del equipo de Pérez Ortíz y ocupando los puestos de salida en las diferentes listas electorales elaboradas por el Pp granadino... Cosas de la política...
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