La historia negra: El expediente del “perro moro”
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Comentarios
el PERRO,moro!!!!
Ok
Espero que quienes mataron al pobre Moro no hayan conocido más que la desgracia....
Espero que quienes mataron al pobre Moro no hayan conocido más que la desgracia....
La perrita de mi abuelo,escasos minutos antes que él muriese,ladró y lloró profundamente...después,mi abuelo murió. Los animales huelen la muerte,está clarísimo.
Los animalitos son nuestros hermanos,fueron creados de la misma divina fuente que nosotros.debemos amarlo y protegerlos precisamente porque nosotros estamos un paso arriba en la evolución y eso nos hace más responsables de nuestros actos. en cuanto a la intuicion,ellos están más arriba que nosotros pues en ellos se ha seguido desarrollando por la necesidad que tienen de protección, en cambio nosotros la hemos ido perdiendo y olvidando. Que sería de nosotros si una especie más desarrollada viniera a conquistar nuestro planeta? de seguro pasaríamos a ocupar el lugar que hoy ocupan nuestros animales!!!!!!
*haber
No hay pena de carcel para un menor que mata o tortura a una persona lo va a ver si matan o torturan a un animal...muchas leyes tienen que cambiar en este país,demasiadas.
Mi tortugade 13 años compartió 10 con otra que tuve. La segunda enfermó la pasada Navidad de una enfermedad muy grave (SCUD). Las llevamos a ambas al veterinario a un chequeo. Cuando la veterinaria cogió a la segunda, la primera se puso como loca: se ponía de puntillas con las patas delanteras intentando alcanzarla. Tengo fotos de esto. Después, a la segunda le inyectaron un medicamento cerca del rabo. La primera fue a olerle. Después se tumbó a su lado y no dejaba de mirarla, como diciéndole "Estoy aquí". Más adelante hubo que internar a la segunda porque estaba muy mal. Al cabo de una semana, la primera tortuga y yo la fuimos a visitar. Antes tuve dentista. Tanto en el tren como por la calle, en el dentista, en el taxi y en el veterinario, la tortuga se portó genial. La pusimos en la mesa metálica junto a la otra. Se saludaron. La primera estaba tranquila. Fue decirme la veterinaria que no había remedio para la segunda, que decidí eutanasiarla para evitarle más dolor. Fue dar mi autorización, y la primera se alteró muchísimo, como si me hubiera entendido. Quería saltar de la mesa. La dejé en el suelo para centrarme en despedirme de la segunda y hacerle el momento más llevadero. La primera corrió hacia la puerta y hacía lo imposible por salir. A ésta la crié desde bebé y teníamos una conexión increíble, pero me quedé asustada de su intuición. Por cierto, dssgraciadamente, la primera falleció el pasado sábado a causa de la misma enfermedad.
debería haber pena de cárcel para los desalmados que le hicieron eso al pobre moro. y le decimos animales a los perros cuando son más civilizados que nosotros,aún seguimos en la España inculta y obsoleta .por suerte hay personas que se libran aparte de esto buen programa