Hotel abandonado. 20-03-2019
Curiosamente nunca dejan de sorprendernos los nuevos lugares a los que acudimos en busca de lo inexplicable. Una vez más nos dispusimos a realizar una salida y una experimentación de la forma que más nos gusta, es decir, reuniendo factores coincidentes para una buena realización de nuestros menesteres. Esos factores a los que nos referimos son, lugar encantador, solitario, silencioso en la nocturnidad, buenas condiciones estructurales y, sobre todo, una historia díscola con la tímida verdad sobre los posibles acontecimientos de este enclave, camuflada por el olvido de unos y la desinformación aportada por otros, como por ejemplo el hipotético fallecimiento de una niña en circunstancias desconocidas por nosotros.
En esta ocasión decidimos desplazarnos a la maravillosa sierra madrileña donde se ubica nuestro objetivo .
Decir que para algunos miembros del grupo era la primera vez que visitaban el lugar y para otros la segunda. Es muy normal, según nuestra experiencia, que en posteriores visitas al mismo sitio mengüe la fenomenología o se desarrolle de forma diferente. Una de las anécdotas más intrigantes en la primera ocasión se produjo mientras se realizaba en la primera planta, (en lo sucesivo describiremos más detalladamente el inmueble), una sesión rutinaria de grabación psicofónica. Absortos quedaron los compañeros que se encontraban realizando esa prueba en la comentada planta del edificio; un ruido extraño en la planta de abajo los alertó, como si una persona hubiera accedido a las dependencias inferiores, unos pasos claros se sucedieron a continuación, un caminar sereno y seguro que todos podían oír aturdidos por la incomprensión de aquel acto. Fue en ese preciso instante cuando se tomó la decisión de apagar todas las luces con las que iluminaban su estancia, como esperando a que cesara o avanzara lo que fuera aquello que había en el piso de abajo. Trascurridos unos largos segundos aquello se detuvo sin más y dejaron de percibir aquellos ruidos y pasos. En primera instancia pensaron que había entrado alguna persona física, lo que, para mayor asombro, fue imposible dado que, de forma intuitiva, bajaron al unísono todos para comprobar el origen de aquella interrupción. Se percataron de que en esa planta baja, por la que se supone que habría de entrar alguien, todas las ventanas y puertas estaban totalmente cerradas y aseguradas con cierre y rejas. No pudo entrar nadie por ahí, imposible deambular sin luz e inaudito la ausencia de persona alguna en esa dependencia. Lo habían oído todos, pero no había nadie...!!! Es muy probable que se viviese una experiencia asentada en la fenomenología paranormal. Cuando se desestima lo posible en una situación como esta y lo imposible adquiere el protagonismo de la misma, hay que empezar a valorar ciertas circunstancias, como ya hemos dicho, de origen desconocido.
Pues bien, en la segunda oportunidad que nos brindó esta última salida para estar allí de nuevo, se tuvo a bien hacer como de costumbre, una inspección ocular de todo el recinto diferenciando el propio edificio donde realizar las experimentaciones de otro de construcción más avanzada en el tiempo pero en peores condiciones de habitabilidad. Una piscina se interpone entre ambas edificaciones dando un aire más modernista al entorno si consideramos que dista bastante, cronológicamente hablando, la época del hotel propiamente dicho y la continuada edificación, al parecer dedicada a tareas de almacenaje de diversos enseres de construcción, pero que antaño bien podría haber sido lugar de ocio y diversión.
Si nos centramos en el "hotel", habría que destacar una entrada o recibidor impresionante por sus detalles ornamentales. Sendas chimeneas tanto en un salón como en otra estancia contigua presiden tales habitaciones propias de personas vinculadas a la nobleza antigua. Como cabría destacar una majestuosa escalera en semicírculo abierto que asciende a la primera planta, así como una lámpara de cristal colgante en uno de los salones que presuntamente iluminaba a los comensales de una mesa inexistente en la actualidad.
Llamaba mucho la atención encontrarse en algunas habitaciones varias carpetas con apuntes manuscritos relacionados con tareas propias de estudiantes que, seguramente, pasaban allí temporadas mezclando el divertimento con los quehaceres de estudios académicos.
Disponíamos de bastante equipo tecnológico aquella noche, por lo que decidimos adoptar medidas de seguridad importantes para poder llevar a cabo de forma metódica y rigurosa la experimentación. Sensores de movimiento localizados, sensores con recepción en estación remota, cámara infrarroja con predisposición de filmación en soporte digital accionada por presencia y cambio de imagen, sensores lumínicos, etc., fueron predispuestos para tener, con total seguridad, el perímetro y accesos controlados por el grupo.
La verdad es que tuvimos suerte en cuanto a las condiciones meteorológicas se refiere así como al silencio natural del que dispone este enclave. Una vez colocado todo el aparataje y asentada la base de trabajo, nos pusimos manos a la obra para realizar lo que más nos complace; grabaciones con nuestro equipo correspondiente. Se realizaron en dos partes, puesto que más avanzada la noche se unieron al grupo otros dos compañeros que en más de una ocasión nos han acompañado.
Hay que señalar que exceptuando algunos golpes en la lejanía que de forma ocasional se produjeron sin saber su causa, no se vivieron experiencias directas realmente llamativas. A falta de llevar a cabo aún el análisis de la cámara-sensor de video, fue recompensado con creces la ausencia de vivencias directas con la fenomenología, gracias todo ello a los magníficos resultados que se obtuvieron en las diferentes sesiones de grabación de audio.
Sinceramente, creemos que es un lugar con muchas expectativas para realizar este tipo de trabajos. Algunos miembros del grupo reconocen sentir algo en ese lugar que no pueden explicar muy bien con un sentido lógico, y eso viene dado por una máxima, y es que lo inexplicable se surte de lo incomprensible y viceversa.
A la conclusión que llegamos por parte del grupo es que volveremos, porque es un lugar en el que merece la pena seguir experimentando con el máximo respeto en todos los sentidos.
Ya sabéis, si queréis escuchar las grabaciones obtenidas, posiblemente parafónicas, las podéis encontrar en Ivoox. Recomendamos auriculares cerrados.
Hasta la próxima amigos.-
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