Documento tomado del original.
LEVANTAR EL VELO
La nueva energía del Apocalipsis
LEE CARROLL
Este libro fue pasado a formato digital para facilitar la difusión, y con el propósito de que así como usted lo recibió lo pueda hacer llegar a alguien más.
LECTORES EN MOVIMIENTO
-DIFUSIÓN SIN FRONTERAS-
Versión digital 1.0 – 31 de diciembre 2007
Esta versión digital fue realizada mediante la reunión de miembros de la Familia que participaron activamente o co-creando a través de su intención. Todos somos Uno, así que no hace falta dar nombres. ¡¡¡Buen trabajo!!!
Aclaración: Las fotografías no fueron incluidas pero pueden encontrarse en el sitio web www.kryon.com
Recomendamos visitar el sitio y dar una vuelta por el store en donde pueden adquirirse los libros, dvd videos, música e incluso está la opción de descargar (gratis) los audios de algunas canalizaciones:
https://www.kryon.com/k_store.html
El libro XI de la serie de Kryon
Kryon es un ángel de energía amorosa y Lee Carroll es el único canalizador “oficial” de Kryon. Desde hace más de dos décadas, la esperanzadora información recopilada por este inseparable dúo ha permitido a millones de personas entender mejor los cambios, no siempre positivos, de nuestra época.
Igual que los anteriores libros de esta serie, también en éste encontrarás la recopilación de las canalizaciones favoritas de Lee de los últimos dos años. Pero a diferencia de los libros anteriores, sólo en éste los mensajes de Kryon hacen referencia directa al miedo creciente de los individuos frente a las amenazas terroristas, a las guerras, y al bombardeo de noticias trágicas y catastróficas que nos proporcionan a diario los medios de comunicación.
Kryon conoce muy bien la situación actual del planeta y ofrece una vez más su apoyo a través de mensajes de paz y esperanza hacia el futuro. En este libro se incluyen tres canalizaciones realizadas en Israel y mucha información sobre la situación palestina, además de una sección especial dedicada a las recientes visitas de Lee Carroll a las Naciones Unidas.
¡Disfruta con la lectura de este profundo e inspirador libro!
Lee Carroll es un hombre de negocios de California con titulaciones universitarias en Economía y Administración de Empresas. A sus 48 años comenzó lo que sería el proyecto de su vida: la canalización de los mensajes de Kryon, que publicaría en diez libros que han causado sensación en el mundo entero: Los tiempos finales, No piense como un Humano, La alquimia del Espíritu Humano, Las parábolas de Kryon, El viaje a casa, Asociación con Dios, Cartas desde el hogar, Cruzar el umbral, El nuevo principio y Una nueva entrega.
INTRODUCCIÓN
Libro XI de Kryon
Lee Carroll
Hace ya dieciocho años desde que comencé este viaje y el tiempo ha pasado como una bandada de pájaros en una agrupación sincronizada, que de repente con su vuelo oscurecen la tarde. Como cualquier vida, uno lo percibe en la retrospección, no un año a la vez, sino como una ex¬periencia que ha sucedido despacio aunque de algún modo de repente.
El trabajo que Jan Tober y yo creamos en 1989 se ha mantenido y se ha convertido en un esfuerzo mundial. Jan todavía lo presenta en todo el mundo conmigo, trayendo energías curativas a nuestras reunio¬nes con su magnífica voz (repasa los vídeos del Monte Shasta algún día), y ella sigue formando parte de la energía cotidiana Kryon.
Cada vez más, sin embargo, me encuentro presentando Kryon solo, sin el equipo que a menudo nos acompaña a las grandes reunio¬nes en Europa, Asia y Sudamérica. Mi energía permanece alta, incluso a los sesenta y dos años, y presento Kryon aproximadamente cincuenta veces al ano de esta forma en reuniones pequeñas e íntimas, sobre todo en Estados Unidos.
Las reuniones que hemos tenido al otro lado del océano y al sur de nuestra frontera más o menos durante la década pasada han sido asombrosas, con miles de asistentes. ¡He querido compartir algunas fotos de estas reuniones contigo en este libro (¡por primera vez!), para que de vez en cuando veas una página con las fotos de estas experien¬cias. Si quieres verlas más grande y en color, visita [www.kryon.com/countries].
Cada foto tiene una historia, a veces asombrosa o cómica. Algu¬nas de las más memorables son aquellas en las que hubo circunstancias insólitas... como aquella vez en Segovia, España, donde congregamos a 1.300 personas en un hotel que tenía un aforo de sólo 800. ¡Una mul¬titud! ¡Nosotros no podíamos creer que fuera legal, pero estábamos en España y ellos realmente quisieron estar allí! Había colas tan largas fuera del hotel que llamaron a la policía para mantener el orden. La foto no le hace justicia, ya que no había forma de fotografiar todos los asientos.
Fue también cuando Robert Coxon, nuestro músico y compo¬sitor canadiense de categoría mundial (parte del equipo permanente de Kryon), tenía su «equipo desenchufado» al principio de la primera pieza de su concierto. Ahí estaba él, tocando frenéticamente un pasaje difícil, ¡pero sin sonido! Era surrealista, sin audio, pero con el sonido de sus dedos golpeando las teclas delante de esa enorme audiencia. Él, por otra parte, lo oía perfectamente, en glorioso estéreo, ¡por sus au¬riculares! Tenía los ojos cerrados y estaba concentrado en el momento –un momento de virtuosismo y pasión– con su piano balanceándose por la fuerza de su interpretación sobre la tarima inestable en la que estábamos colocados. Pero la audiencia no escuchaba nada más que el golpeteo de sus dedos y el crujir de la plataforma. Tuve que levantarme de mi silla e interrumpirle despacio para que volviera a comenzar y pusiera el sonido correctamente. Deberías haber visto su mirada cuando le toqué en el hombro durante esa magnífica interpretación. ¡Pensé que le iba a dar un infarto!
En una de las fotos parece que estamos en una iglesia. Es en Pont a Mousson, Francia, en el Abbaye de Prémontrés. Entraron más per¬sonas en aquella abadía de lo que parecía posible. La que ves presen¬tando es nuestra conferenciante invitada, Ronna Herman, canalizadora internacional del Arcángel San Miguel. Hemos hablado de Ronna muchas veces anteriormente; es una amiga y canalizadora de categoría mundial. [www.ronnastar.com]
¡La gente estaba por todas partes, muchos incluso detrás de las columnas! Ya sabes, el público europeo es así... a menudo son muy pa¬cientes en circunstancias y situaciones que serían inaceptables para el público estadounidense. Pero esto es debido principalmente al hecho de que ellos comprenden que existe la posibilidad de que nosotros no volvamos a ir, y quieren probar la energía de Kryon cueste lo que cueste. En Estados Unidos, saben que vivimos allí, y que nos verán de nue¬vo (bostezo).
Cuando mires la foto del seminario de Austria en este libro, verás una gran muchedumbre. Fue una reunión muy enérgica, y termi¬namos produciendo un vídeo comercial de esta reunión [www.kryon. com/videos]. Te diré lo que pasó justo al final del seminario (véase «En la Brecha» más adelante en este capítulo), pero esta reunión particular tuvo una sorpresa única.
He tenido muchas interrupciones antes, y sé lo que hacer. Pero nunca antes había tenido a alguien decidido a subir al escenario durante la reunión y comenzar a canalizar una entidad propia en una lengua que era una combinación de alemán e inglés. Desde luego, la audiencia no lo sabía y pensó que aquello era parte de nuestro programa. No lo era, y esto ocurrió mientras yo estaba en el atril. Estaba dando una confe¬rencia y a punto de presentar a Todd Ovokaitys, cuando de repente un hombre bajó por el pasillo desde donde estaba sentado, subió la escale¬rilla del escenario, se sentó frente a la audiencia ¡y comenzó a canalizar! Ahí estaba yo en el atril, con un tipo que no conocía, sentado en mi propia silla de canalizar a pocos centímetros de mí, y canalizando. ¡Además, su mensaje era antiamericano! Uff... ¿qué hago? Su micrófono estaba conectado, lo cual también era extraño. Pero el equipo técnico pensó que él formaba parte del programa y lo había conectado (suspiro).
Le hablé desde el atril e informé a la audiencia de que aquello no formaba parte de nuestra presentación, pero él siguió. Lo que me preocupaba era lo inoportuno del suceso, nada más. Hay un momento y un lugar para todos los mensajes, pero también hay una regla univer¬sal de cortesía que consiste en que no debes aprovecharte de la presen¬tación de una persona para dar tu propio mensaje. Yo lo sabía y la au¬diencia se dio cuenta en ese momento. Él se tuvo que ir.
Estaba a punto de acercarme a él y desenchufar su micrófono (¡lo habría hecho!), cuando dos mujeres jóvenes subieron al escenario y le hablaron suavemente, le levantaron de la silla, y lo sacaron del audi¬torio. Ellas eran parte de un equipo de gente joven a quienes realmen¬te respeto, y con las que ya me había encontrado varias veces anteriormente. Todos son Índigos. (Recuerda, Jan y yo escribimos el libro ori¬ginal sobre Los Niños Índigo, y sabemos cómo son.) Estaban sentadas en buenos asientos de la primera fila, se levantaron rápidamente y llegaron al tipo inmediatamente. ¡Déjenles esta tarea a los Índigo! Kryon les ha llamado los futuros «hacedores de la paz». Estas jóvenes mujeres hicie¬ron lo que dos hombres musculosos probablemente hubieran tenido problemas para hacer... sacarlo del escenario con cuidado, mantenien¬do su dignidad intacta. ¡Me quedé impresionado!
Lo que pasó estaba fuera del paradigma de lo que cualquiera de nosotros podría pensar que ocurriría. Una persona aparentemente be¬ligerante y desequilibrada, que había venido con la intención de inte¬rrumpir la reunión, había sido sometida y neutralizada por la energía
de estas dos jóvenes. No estoy seguro de cuántos en la audiencia supie¬ron realmente lo que había pasado.
En cualquier caso, este hombre no estaba loco. Simplemente estaba abrumado con la experiencia espiritual de aquel momento. Des¬pués pidió perdón a nuestros anfitriones austríacos. Ellos incluso le permitieron quedarse. Creo que fue el «Índigo» de esas mujeres quien «vio» que su intención no era peligrosa, y fue capaz de sacarlo rápidamente, sin utilizar la fuerza, pero «con una madurez de la situación». ¡No subestimes nunca a estos jóvenes!
Si eres una persona joven que lee esto, tenemos algo en común. Todavía mantengo mi juventud y mi exuberancia, pero como una memoria en vez de como una realidad. Como cualquier otro adulto de este planeta, también he sido bastante afortunado por haber vivido muchas décadas llenas de experiencias y recuerdos, profundos y simples a la vez. Pero, cuando eres joven, no miras hacia atrás con la misma perspectiva con la que miras hacia adelante. Para los jóvenes, la vida es una promesa: hay mucho tiempo y muchas posibilidades por delante, sin pensar jamás en el final. Ahora, estoy en una edad en la que pensé que nunca llegaría, aunque aún me enfrento de una manera extraña a estos mismos senti¬mientos y montones de energía juveniles.
Por extraño que parezca, ahora tengo la perspectiva de alguien que se enfrenta al tiempo ilimitado en un mundo fantástico de promesas. Aún tengo que arañar la superficie de la verdad, y tengo todo el tiempo que necesito para hacer cualquier cosa que tenga la intención de hacer. Este sentimiento no ha estado siempre conmigo. Ha floreci¬do en los tres últimos años de mi vida, con una importante mejoría el año pasado, y representa una pacífica y potente revelación de que soy un ser eterno y de que mi vida actual en el planeta es sólo un aspecto de transición hacia algo mucho más grande. He asumido totalmente la aparente rareza de ser el canal espiritual original de Kryon en exclusiva, sin pedir perdón a un mundo escéptico.
La foto de la reunión en el Monte Shasta es una de mis favori¬tas. Representa un auditorio cerrado en 2005 donde presentamos una canalización a cuatro bandas, yo y tres más: Ariella Louise Jones, Pepper Lewis y mi querido amigo, Kahu Fred Sterling. Esta presentación es nuestra conferencia principal en Estados Unidos, que representa casi una década de juntar gente de todo el mundo para escuchar a Kryon y compartir a algunos invitados especiales. Se llama «la Conferencia de la Luz de Verano de Kryon». El monte Shasta se convirtió en nuestro hogar para hacer esta conferencia durante un tiempo, y cada año se llena con una energía superior a la de cualquier otra reunión de Kryon, en cualquier otro sitio. [www.kryon.com/videos]
Nuestra foto en París en 2002 guarda un secreto escondido. En ella ves a 2.500 personas en total meditación, con Jan Tober (que no está a la vista) dirigiéndola. El auditorio estaba casi completamente oscuro. Yo salí sigilosamente del escenario con mi trípode, a los ojos de todos (¡si es que podían ver en la oscuridad!) y saqué esta instantánea. Después regresé. ¡Nadie me vio! Me parece divertida mi fotografía.
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