Has elegido rechazar las cookies basadas en consentimiento que utilizamos principalmente para gestionar la publicidad. En adelante, para acceder a nuestra web tienes que elegir alguna de las siguientes opciones.
Premium
3,99 €/mes o 39,90 €/año
Sin publicidad y mucho más
Plus
Por 9,99 €/mes
Contenido exclusivo y sin publicidad
Si has cambiado de idea, puedes aceptar las cookies y continuar usando iVoox de forma gratuita.
Con tu consentimiento, nosotros y nuestros 813 socios usamos cookies o tecnologías similares para almacenar, acceder y procesar datos personales, como tus visitas a esta página web, las direcciones IP y los identificadores de cookies. Algunos socios no te piden consentimiento para procesar tus datos y se amparan en su legítimo interés comercial. Puedes retirar tu consentimiento u oponerte al procesamiento de datos según el interés legítimo en cualquier momento haciendo clic en ''Obtener más información'' o en la política de privacidad de esta página web.
Nosotros y nuestros socios hacemos el siguiente tratamiento de datos:
Almacenamiento y acceso a información de geolocalización con propósitos de publicidad dirigida, Almacenamiento y acceso a información de geolocalización para realizar estudios de mercado, Almacenar la información en un dispositivo y/o acceder a ella , Datos de localización geográfica precisa e identificación mediante análisis de dispositivos , Publicidad y contenido personalizados, medición de publicidad y contenido, investigación de audiencia y desarrollo de servicios , Uso de cookies técnicas o de preferencias.
Comentarios
inquietante....vuelvo a oír algunos relatos me encanta recordarlos un saludo desde mi residencia...
Estupendo relato! puede ser que estuviera en lo que los budistas tibetanos llaman el bardo, el trance entre dos vidas... :)
Otra excelente narración. Poe siempre logra transmitir ese punto de veracidad a las historias de ficción, y con ello, infundir cierto terror psicológico. Un maestro que permanece vigente, aún con el paso del tiempo. Como dijo el escritor Pendleton, Poe logra una verosímilitud total con este relato. Muchos en su época creyeron que era real! De nuevo gracias por el trabajo.
jajajajaja, sí, Miguel, nos tienen contentos, en fin...corramos un tupido velo mientras éstos se ponen de acuerdo en algo de interés común...o...quien dice un tupido velo... dice...un tapiz amarillo mismo!... jaja... que no sé a qué espera nuestro querido anfitrión. Un abrazo, amigo.
Pues si Isa, deberíamos estar más pendientes de ellos. Detrás de ellos y dirigiéndolos en buena dirección con una varita dura y flexible y diciendoles aquello de pavo, pavo, pavo. ¡¡Igual que haces tu con tus tiernos pollitos en clase!! La diferencia es que tus enanitos están aprendiendo mientras que los otros, ya mayorcitos es que son gili... Vamos, que yo, si pudiera, a estos con la varita les iba a poner el culo más colorao que el pescuezo de un pavo. Donde vas tu, zas zas y zas, pa que no puedas sentar en una temporada. ¡¡Que cruz nos ha caído con esta gente!!. Es lo que dice Jota concejales de toda la vida y todavía no saben dónde está el Ayuntamiento. ¡Santa paciencia!.
Yo me apuntaba a ese gin tonic, Miguel. Quién no?, verdad? Lo que pasa por desgracia es que no hay más remedio que andar un poco pendientes de ellos, claro, porque con la edad descubres muy a tu pesar que el asunto político no es opcional, por mucho que te agote, porque lo que quizás esté en juego sea la posibilidad de ese gin tonic. Pero vamos que lo de encerrarlos a toditos todos en el loquero me parecería una opción más que digna... De todas formas, inviable, creo que no existen ya los manicomios. Un abrazo, amigo. Y gracias por el nuevo vocablo.
Esta mañana mi admirado M Vicent me ha enseñado dos cosas 1. La palabra frenopatico. 2. Que la mejor manera de aislarse del bodrio político es buscarse un espacio reservado donde tomarse un gin-tonic sin pensar en ellos. ¡¡¡ Bien por M Vincent!!!. Al loro relateros.
Google... Google...no me suena...Anda dale ya a ese botón de salida, Jota. Un abrazo, amigos relateros. Buenas noches. Me retiro a descansar. Si en el breve tiempo del cepillao de dientes publicas, me lo pongo. Si no, mañana será. Yo me espero también como Vicente, si he de esperar lo haré paginando un libro real. Buenas noches.
Creo que ya he decidido cual va a ser el próximo relato, un estupendo cuento de otra autora que se estrena en el podcast: Charlotte Perkins Gilman y su "Tapiz Amarillo" por si lo queréis ir buscando en Google. Este tipo de primicias no suelo darlas así tan alegremente, solo de vez en cuando. Saludos relateros!
Jota estoy notando que en muchos podcast vuelven a poner, como nuevos, una y otra vez los mismos audios. Es de agradecer, aunque no tendría nada que reprochar, que te mantengas en la misma línea inicial que en tu punto de partida. Agradecimos te estamos tus seguidores.