Este martes entrevistamos a Leandro Pérez para comentar su reciente novela "La sirena de Gibraltar" (Planeta, 2017).
«Contra Gibraltar la política ya no vale», le dice a Juan Torca una mujer que quiere que asesine a dos prostitutas gibraltareñas. Un mes después el cuerpo desnudo de Rebecca Cruz aparece en el Manzanares. Torca contempla cómo el cadáver es extraído del río y promete: «El hombre que te mató ya está muerto».
Pero Torca no solo tratará de cazar al asesino, también intentará proteger a las hermanas gemelas de Rebecca, Maddie y Lisa, dos nadadoras conocidas como las sirenas de Gibraltar.
Un thriller absorbente protagonizado por un personaje tan memorable como magnético, Juan Torca, un antiguo soldado y mercenario que se tendrá que enfrentar a una trama repleta de intrigas, peligros y mentiras.
Estamos ante una novela directa, sin distracciones; ante un thriller negro o una novela negra con elementos de thriller. Una novela que transcurre en solo siete días, en una semana frenética de 2013, cuando aparece una mujer muerta en el río Manzanares, en Madrid, cerca del Vicente Calderón. Este trágico suceso no solo nos situará en la capital, sino que la investigación también nos llevará a otras localidades como Bilbao, Marbella o el propio Gibraltar.
¿Qué es imprescindible en toda novela para que atrape al lector, sobre todo si hablamos de novela negra? Un buen personaje protagonista que nos enganche, que nos lleva de la mano, independientemente de si nos cae bien o mal. No cabe duda que Leandro Pérez ha creado a ese protagonista, a ese personaje capaz de atraparnos desde el inicio de la trama para querer saber más de él, y de lo que va sucediendo.
Juan Torca, el protagonista, no es un detective al uso ni responde a tópicos o estereotipos. Se nos presenta como un exmilitar cincuentón, viudo y solo. Con la capacidad de meterse en líos, pero teniendo la habilidad y los contactos para salir de ellos. Lleno de contradicciones y zonas oscuras: puede ser frío e implacable, no inmutarse ante nada, y la vez reservado, frágil, necesitado de cariño. Un protagonista que el lector conoció en Las cuatro torres (Planeta, 2014) y que en esta se nos desvela un poco más.
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