L E C C I Ó N 69
L69 Mis resentimientos ocultan la luz del mundo en mí.
L69.1 1 Nadie puede ver lo que tus resentimientos ocultan. 2 Debido a que tus resentimientos ocultan la luz del mundo que está en ti227, cada uno se halla inmerso en la oscuridad, y tú al lado de él. 3 Pero a medida que el velo de tus resentimientos se descorre, te liberas conjuntamente con él. 4 Comparte ahora tu salvación con aquel que estuvo a tu lado cuando
estabas en el infierno. 5 Él es tu hermano en la luz del mundo que los salva a ambos.
L69.2 6 Hoy hagamos un intento nuevo y real de llegar a la luz que está en ti. 7 Antes de emprender esto en nuestra práctica más larga, dediquemos varios minutos a reflexionar sobre lo que estamos tratando de hacer. 8 Literalmente, estamos tratando de ponernos en contacto con la salvación del
mundo. 9 Estamos tratando de ver más allá del velo oscurecedor que la mantiene oculta. 10 Estamos tratando de permitir que se descorra el velo, para así ver desaparecer las lágrimas del Hijo de Dios a la luz del sol.
L69.3 11 Empecemos nuestra práctica más larga de hoy dándonos cuenta plenamente de que eso es así, y determinados firmemente a alcanzar lo que nos es más querido que ninguna otra cosa. 12 La salvación es nuestra única necesidad. 13 No tenemos aquí ningún otro propósito ni ninguna otra función que desempeñar. 14 Aprender lo que es la salvación es nuestra única meta. 15 Pongamos fin a nuestra larga búsqueda, descubriendo la luz en nosotros y elevándola, para que todos aquellos que buscan con nosotros la vean y se alegren.
L69.4 16 Y ahora, bien aquietado y con los ojos cerrados, trata de deshacerte de todo el contenido que generalmente ocupa tu consciente. 17 Piensa en tu mente como si fuera un área circular, rodeada por una densa capa de nubes obscuras. 18 Lo único que puedes ver son las nubes, puesto que pareces
estar fuera de toda el área y bastante separado de ella.
L69.5 19 Desde donde estás, no tienes ninguna razón para creer que existe una luz brillante, ocultada por las nubes. 20 Estas nubes parecen ser la única realidad. 21 Parece como si fueran lo único que se puede ver. 22 Por lo tanto, no tratas de atravesarlas para ir más allá de ellas, lo cual sería la única
manera de convencerte realmente de su falta de sustancia. 23 Vamos a intentar hacer eso hoy.
L69.6 24 Después que hayas pensado sobre la importancia de lo que estás tratando de hacer para ti y para el mundo, trata de entrar en un estado de perfecta quietud, recordando únicamente lo mucho que quieres alcanzar la luz que está en ti… ¡ahora, en este momento! 25 Decídete a atravesar esas nubes.
26 En tu mente, extiende tu mano y tócalas. 27 Apártalas con la mano, y siente como rozan tus mejillas, tu frente y tus ojos, a medida que las atraviesas.
28 Sigue adelante; las nubes no te pueden detener.
L69.7 29 Si estás haciendo los ejercicios adecuadamente, empezarás a sentir como si te estuvieses elevando y transportando hacia adelante. 30 Tus escasos esfuerzos y tu pequeña determinación llaman al Poder del Universo para
que venga en tu ayuda, y el Propio Dios te sacará de las tinieblas y te llevará a la luz. 31 Estás actuando de acuerdo con Su Voluntad. 32 No puedes fracasar porque tu voluntad es realmente La Suya.
L69.8 33 Ten confianza en Tu Padre hoy. 34 Y ten por seguro que Él te ha oído y te ha contestado. 35 Puede que todavía no reconozcas Su respuesta, pero puedes estar seguro de que te ha sido dada y de que la recibirás. 36 Intenta tener presente esta confianza, a medida que tratas de atravesar las nubes en dirección hacia la luz. 37 Intenta recordar que por fin estás
uniendo tu voluntad a La de Dios. 38 Intenta mantener claro en tu mente el pensamiento de que lo que emprendes con Dios tiene necesariamente que tener éxito. 39 Luego, permite que el poder de Dios obre en ti y por medio de ti, para que pueda hacerse Su Voluntad y la tuya.
L69.9 40 En las prácticas más cortas —que querrás hacer lo más a menudo posible dada la importancia que la idea de hoy tiene para ti y tu felicidad— recuerda que tus resentimientos ocultan la luz del mundo a tu concienciación. 41 Recuerda también que no la estás buscando solo, y que sabes dónde
encontrarla. 42 Di entonces:
L69.10 43 Mis resentimientos ocultan la luz del mundo que está en mí.
44 No puedo ver lo que he ocultado.
45 No obstante, quiero permitir que me sea revelado,
por mi salvación y por la salvación del mundo.
L69.11 46 Además, asegúrate de decir interiormente:
L69.12 47 Si guardo este resentimiento, la luz del mundo quedará oculta para mí,
L69.13 48 si hoy sientes la tentación de guardar algún resentimiento contra alguien.
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