No siempre podemos elegir lo que nos pasa, pero siempre podemos elegir cómo nos tomamos lo que nos pasa, y esto puede cambiar radicalmente nuestras experiencias: con nuestra actitud podemos convertir la situación más maravillosa en un desastre, o los mayores problemas en grandes oportunidades. Por eso hoy quería hablar del locus de control, una herramienta que se utiliza para reducir el estrés. El ejercicio que te propongo es el siguiente: Escribe una lista de 10 estresores actuales, es decir, diez cosas, personas o situaciones que en este momento de tu vida te causan estrés A continuación dibuja un mapa de control: primero dibuja un círculo y dentro otro más. En el círculo interior escribe Locus de control, y en la zona de fuera escribe Zona ajena a mi control. Ahora reparte los diez estresores por el mapa de control. Por ejemplo, si uno de tus estresores es que un determinado cliente este satisfecho, eso esta fuera de tu control, pues colócalo fuera. Si otro estresor es que una presentación te salga muy bien, eso está dentro de tu locus de control. Ojo, otra cosa es que a tu audiencia le guste, o te den reconocimiento. Lo que depende de ti es cómo la haces, no lo que a los demás les parezca. Hay casos más complejos, y los puedes subdividir: Por ejemplo, si habías escrito que uno de tus estresores es el rendimiento de tus colaboradores, eso puede tener una parte que depende de ti y otra que no. Por tanto, divídelo en dos partes. Dentro de tu círculo de control puede haber el apuntarles a un curso de formación, motivarles todos los dias, darles feedback, hacer reuniones con ellos de evaluación o seguimiento, darles reconocimiento, etc. Pero hay una parte de ese estresor que no depende de ti, por edo debes ponerla en el circulo de fuera: su actitud, su motivación, su esfuerzo, su compromiso. Una vez termines de colocar todos los estresores en el mapa de control, debes asignar tareas concretas a lo que hay dentro de tu círculo de control. En cuanto a los estresores que quedan fuera del círculo de control, es decir, los que pertenecen a la zona ajena a tu control, debes aceptar ya que eso no depende de ti, que eso no es tu responsabilidad y que pasará lo que tenga que pasar. No servirá de nada que gastes energía en ello, y en cambio la estarás derrochando para lo importante: lo que SÍ está en tu mano, ¡tu locus de control!
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